EL PARAÍSO DE LA AMAZONIA


 

En estos tiempos de cambio climático, cuando se sufren repetidas olas de calor, sequías y fenómenos atmosféricos adversos por la contaminación de los gases efecto invernadero, no nos podemos dejar de deslumbrar por las fotografías de la exposición, AMAZONIA. SEBASTIAO SALGADO, una experiencia multisensorial que combina más de 200 imágenes y dos vídeos, así como los sonidos de la selva y la banda sonora de Jean-Michel Jarre. Son resultado de un largo proyecto de 7 años compuesto por fotografías aéreas del bosque amazónico y de sus habitantes. Este ecosistema supone el cincuenta por ciento del territorio brasileño, hoy gravemente amenazado por los mineros, los madereros, y los grandes latifundistas, que quieren sacar provecho de la riqueza que atesora. Pero este bosque infinito, no sólo es importante para Brasil, sino para el planeta entero. Proporciona oxígeno y agua dulce, y absorbe dióxido de carbono. Además preserva una biodiversidad única de especies vegetales y animales.



Salgado ha fotografiado una parte de la Amazonia y ha convivido con sus gentes. Muestra la belleza del entorno natural desde diversos puntos de vista con grandes fotos en blanco y negro. Observamos sus ríos, las inundaciones periódicas, las islas vegetales que se forman, las montañas que posé la misma, las lluvias torrenciales y el ciclo del agua. Entre la espesura se encuentra un grupo reducido de trescientos mil indígenas de más de 150 etnias e idiomas diferentes. El fotógrafo con doce de ellos ha establecido una relación de convivencia para retratarles, en los lugares donde viven o cazan. Las imágenes son fruto del posado o son instantáneas cuando se desplazan dentro de la selva. Dentro de los grupos indígenas los hay que apenas han mantenido contacto con nuestra civilización y los hay más avanzados, fruto de la explotación moderna de sus tierras o del intercambio comercial desde hace varios siglos. Han sufrido la huella del colonialismo siendo obligados a cambiar su lengua y sus creencias por las impuestas por los colonizadores. 



Si observamos las fotografías de la Amazonia y de sus habitantes, nos estimula la necesidad de su preservación actual y para generaciones futuras, incluso su regeneración en los lugares que han sido deforestados o quemados para su explotación económica. Esta exposición supone un gran proyecto de Salgado, su mujer y su equipo en defensa del medioambiente. En este sentido, su labor se complementa con el Instituto Terra para la regeneración del bosque atlántico, que está situado en la costa brasileña, y donde la familia del fotógrafo era propietario de una hacienda que el fotógrafo ayudó a regenerar al ecosistema primitivo. Esto es posible no sólo en Brasil, sino en otros lugares del planeta. Nos jugamos la supervivencia si destruimos la atmósfera y nuestro entorno natural del cual procedemos. De poco vale tener una tecnología superior que nos llevará a explorar el Universo, si destruimos las raíces de nuestra existencia, de la Naturaleza. Por ello, admirar su belleza primigenia en las fotografías de Salgado, y el ser humano conviviendo en armonía con ella, constituye una ocasión única.




No hay comentarios:

Publicar un comentario