BUSCANDO A RICARDO III


 

A veces la historia académica no consigue ir más allá en el estudio del pasado. Han logrado un supuesta verdad establecida y no permiten que esta sea alterada. Tienen que ser historiadores aficionados o interesados en un personaje o un periodo aquellos quienes logran profundizar o realizar nuevos hallazgos. Esto fue lo que sucedió con el rey Ricardo III de Inglaterra, inmortalizado en la tragedia escrita por Shakespeare del mismo título, que pasó a la historia como un gobernante ilegítimo y cruel, que mató a sus sobrinos para ello, y que hasta los perros ladraban a su paso por su deformidad corporal. Famoso por la frase, Mi reino por un caballo, antes de morir en la batalla de Bosworth, que le enfrentaba a la Casa de Lancaster, de la dinastía Tudor, que hicieron todo posible para borrar su memoria. La película, THE LOST KING, del director Stephen Frears, cuenta cómo una aficionada de repente a la historia, y en concreto al personaje de este rey maldito, descubrió dónde estaban sus restos.



La protagonista, Philippa Langley, que pasaba por una mala situación en el trabajo y en la vida personal, pues su marido vivía con su amante, una tarde que acompañó a uno de sus hijos al teatro del colegio a ver la tragedia de Shakespeare, Ricardo III, queda prendada del personaje lanceado hasta la muerte en la batalla. A partir de ese momento se compra numerosos libros de historia para informarse del pasado. Se empieza a aficionar a la historia y entra en un grupo de fans del último rey de la Casa Plantagenet. Ella cree que todos los aspectos negativos de este monarca son fruto de la mala fama que transmitió la casa Tudor desde Enrique VII, que incluso manipularon sus retratos para convertirle en un ser aborrecible. Demuestra que no pudo matar a sus sobrinos para alcanzar el poder, ya que tenía muchos parientes que también lo pudieron haber sido y no les pasó nada. No cree que tuviera mal aspecto o que llegara a ser jorobado.



Igualmente, y más importante, que su cuerpo no fue arrojado al río, sino enterrado en una iglesia de Leicester, ya que ha encontrado fuentes que hablan que posteriormente un noble tenía un jardín donde presumía que estaba enterrado, y ese jardín fue construido en lo que anteriormente era la iglesia de un monasterio antes de la Reforma anglicana. Ella sigue su intuición y lo que puede deducir de sus encuentros con el espectro del propio rey. Al final llega al sitio donde cree que se encuentra el cuerpo, un aparcamiento público de un centro sanitario en el centro de Leicester. Logra contactar con el ayuntamiento de la ciudad, que pide ayuda económica a la universidad, pero esta no cree en el proyecto. De todas formas, obtendrá el permiso de excavación y el dinero provendrá de un crowdfunding por internet. Los trabajos los realiza el arqueólogo de la universidad que por despecho acepta esta aparente aventura de riesgo. 



El resultado es un éxito, pues en la primera cata encuentran un esqueleto de un hombre con la misma edad que se supone tuvo el rey cuando murió, con una herida en la cabeza y la columna curvada. Además, un investigador que tenía el ADN mitocondrial de los actuales descendientes, confirma que coinciden con el de los restos. En ese momento, la universidad se atribuirá el descubrimiento, a pesar de los reparos que puso desde el principio. Philippa Langley, tras ser condecorada por Isabel II, habrá encontrado su verdadera vocación profesional, la de historiadora, dedicándose a dar charlas a los alumnos de secundaria sobre este famoso rey, que será enterrado con todos los honores en la catedral de Leicester, e incluido en la lista oficial de monarcas ingleses legítimos.

PARA LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA


 

La Biblioteca Nacional, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y la Fundación 1º de Mayo, organizan la exposición, PARA LA LIBERTAD. EL PROCESO 1001 CONTRA LA CLASE TRABAJADORA, en el cincuentenario de aquel famoso acontecimiento que supuso la condena en diciembre de 1973 de diez destacados miembros de Comisiones Obreras. El desarrollo industrial de España a finales del franquismo no vino acompañado de una mejora de las condiciones y de los derechos de los trabajadores de acuerdo con los niveles europeos. Corresponde a una época de conflictividad laboral y social en el que participaron además de los trabajadores, las asociaciones de vecinos, las estudiantiles y profesionales. Se pretendía mayor libertad y democracia a través de la amnistía de los miles de presos políticos que había por entonces en las cárceles. El régimen actuaba con represión ante cualquier intento de apertura. Su mano ejecutora era la Brigada Político y Social con el Tribunal de Orden Público.



Esta pequeña exposición nos recuerda a los diez detenidos en 1972 en primer lugar a modo de entrada con sus retratos y biografías, cuando estaban reunidos en el convento de los frailes oblatos de Pozuelo de Alarcón. Luego reúne una serie de documentos, publicaciones periódicas de la época como Cambio 16, diarios como el Ya, y otras clandestinas, además de los textos internos de Comisiones Obreras, y las sentencias, tanto las del TOP como la del Tribunal Supremo. Igualmente llamativas las fotografías y dibujos, en una decoración que nos transporta a las calles madrileñas con pintadas que aluden a los encausados y a la famosa cárcel de Carabanchel donde estuvieron privados de libertad. Un vídeo con las intervenciones de sus protagonistas nos aclara distintos aspectos. El juicio oral se abrió a finales de 1973 y coincidió con el asesinato del Presidente del Gobierno, Carrero Blanco. En esta circunstancias, las defensas de cada uno de los procesados que representaban al espectro político de entonces, solo pudieron ser testigos de unas condenas más propias de los primeros años de la dictadura que aquellas que corresponderían a los cargos que se les imputaban.



Desde ese momento, se inició una ola de solidaridad nacional e internacional, especialmente en Europa , en favor de su puesta en libertad. Las mujeres de los presos jugaron un papel esencial en esta lucha, enviando escritos o viajando al extranjero. La revisión de la sentencia del Supremo se produjo en febrero de 1975, que rebajaba considerablemente las condenas. Esto propició la liberación de cuatro de los diez miembros condenados. Será con el indulto por la proclamación del rey, tras la muerte de Franco, cuando sean liberados los seis restantes. Por aquel entonces continuaban las movilizaciones y huelgas en favor de los derechos humanos, la libertad y la democracia que pasaba por una amnistía. Esta situación empezó a cambiar con la dimisión de Arias Navarro como Presidente del Gobierno que encarnaba la continuidad del régimen, siendo sustituido por Adolfo Suarez que inició el camino de la llamada Transición mediante la convocatoria del referéndum por la reforma política.


LAS FOTOGRAFÍAS DE PICASSO


 

El Centro Cultural Fernán Gómez de Madrid organiza la exposición, PICASSO EN FOTO. ARCHIVOS DEL MUSEU PICASSO DE BARCELONA, una selección de sus amplios fondos que alcanzan las tres mil fotografías del artista malagueño, pertenecientes a una última época desde mediados de los años cincuenta, que ilustran de manera inmejorable, su vida y sus procesos creativos. Proceden de álbumes familiares de sus amigos, Jaume Sabartés y Gustavo Gilli, o de fotógrafos profesiones como Lucien Clergue y David Douglas Duncan, incluso de la mujer del artista, Jacqueline Roque, que tomó las imágenes. Picasso estuvo muy vinculado a la Ciudad Condal desde su juventud, pues allí vivió con su familia entre 1895 hasta su traslado a París en 1904, pero se mantuvo vinculado con la ciudad a largo de su vida, viendo cumplido su deseo de crear un museo suyo, impulsado por aquellos amigos y familiares.



El Museo Picasso de Barcelona se creó a través de la donación de parte de las obras que la casa familiar  del Paseo de Gracia albergaba. Unas obras que el propio artista seleccionó tras la muerte de su hermana, Lola. Pinturas y dibujos de su juventud que donó en un documento en memoria de su amigo y secretario Jaume Sabartés en 1970. Años anteriores ya había donado el retrato de su amigo de la época azul y la serie de Las Meninas entre otras obras. Las fotografías de la exposición documentan estos hechos. La muestra se divide según el protagonismo de las mismas. Primeramente de Sabartés, luego del editor Gustavo Gilli y esposa. De la galería Gaspar donde se exhibieron obras de Picasso en pleno franquismo. Se complementa con una selección de los fondos pertenecientes al archivo personal de Brigitte Baer, investigadora de la obra gráfica de Picasso, que contribuyó a su extenso inventario.



Lucien Clergue documentó la vida de Picasso durante veinte años desde que lo conoció en una corrida de toros en Arlés.  Tenemos, así, imágenes del artista mientras trabajaba o en momentos familiares o de ocio. Comprenden veintisiete encuentros en la villa La Californie de Cannes. También le realizó una película en color de la que se exhibe un fragmento en la exposición. Tal vez, de mayor calidad son las fotografías de David Douglas Duncan, que conoció a Picasso, recomendado por Robert Capa en 1956. Sus imágenes presentan al artista malagueño de la manera más informal, sobre todo cuando le retratan junto a sus hijos Claude y Paloma en el estudio. Finalmente, un grupo de fotografías, al contrario nos muestran la casa y el estudio de Picasso llenas de obras de arte, algunas ya embaladas, pero ya vacías tras la muerte del artista en 1973.

ADOLESCENCIA ATORMENTADA


 

Las distintas edades del ser humano nos ofrecen distintas perspectivas sobre la vida. En las primeras etapas, la infancia y la adolescencia nos encontramos en un proceso de maduración progresiva ante la realidad. Vamos descubriendo acompañados por nuestros padres lo necesario para afrontar las dificultades con las que topamos siendo adultos. En la niñez dependes de los padres para casi todas tus iniciativas. En la adolescencia has ganado autonomía. Puedes haber descubierto el amor, superando problemas que  denotan tu madurez. Sin embargo, la rutinaria confianza es un riesgo ante situaciones traumáticas que más allá de lo previsible. La pandemia del covid ha trastornado a muchos adolescentes ante la creencia que en el mundo estaba todo controlado, que nada nos causaría incertidumbre. Las enfermedades mentales han comenzado a proliferar entre ellos. El problema se agrava si uno de sus progenitores fallece en un accidente de coche. Es lo que le sucede al protagonista de la película, DIALOGANDO CON LA VIDA, escrita y dirigida por Christophe Honoré.



Lucas, el protagonista, tiene 17 años y estudia en un internado, mientras sus padres viven en un pueblo pequeño de los Alpes. Frecuentemente le llevan a casa. Tienen un entorno feliz junto a su hermano que vive independiente en París. Además, sus padres aceptaron su orientación gay, y todo transcurre con normalidad hasta que un día le van a buscar al internado porque el padre ha muerto en un accidente de circulación. Desde ese momento, Lucas se desmorona mentalmente ante la tragedia que le produce un dolor infinito. La ausencia del padre le causa un vacío que trastoca toda su existencia al no poder enfrentarse a la infelicidad. La idea que tenía de lo que era la vida es diferente a la verdad que la situación dramática presenta.



 Su hermano pensó que llevárselo a la capital favorecería su recuperación. Allí pasa la mayor parte del día solo a pesar de la amistad del compañero de piso de su hermano, que sobrevive con trabajos precarios y la prostitución. Pero su estado se agravará, y al regresar con su madre, para volver a la rutina de las clases en el internado, un intento de suicidio le llevará a un hospital psiquiátrico, que será el punto de inflexión para su recuperación. Por otra parte, la historia se muestra estructurada en algunos  momentos como un monólogo del protagonista, que ante la cámara cuenta las circunstancias y las emociones que le llevaron a la desesperación. Habla en pasado, ya recuperado de su problema, y ha recobrado la ilusión y la esperanza de vivir.

JOANA BIARNÉS, FOTÓGRAFA DE MODA


 

La Sala Canal de Isabel II organiza la exposición JOANA BIARNÉS. MADRID/MODA A PIE DE CALLE, dedicada a los reportajes de moda de la fotógrafa nacida en Terrassa, realizados en Madrid entre 1962 y 1972. Incluye más de un centenar de fotografías que muestran una de las facetas más importantes en su trayectoria como fotoperiodista. Una profesión que se inició en el ámbito familiar, pues su padre se dedicaba a la fotografía de deportes, para completar, luego su formación como periodista. De esta manera, hizo sus primeras fotos captando imágenes de futbol, y tomó contacto con la realidad social en las inundaciones de Terrassa. Ser una mujer le supuso tener que enfrentarse a situaciones chocantes en plena dictadura, pero de todas las maneras pudo salir hacia adelante y labrarse una carrera, un prestigio como profesional que ahora se recuerda, cinco años después de su muerte.



Fue testigo de la evolución de la sociedad franquista en la capital española. Siempre se recuerda la anécdota que fue la única fotógrafa que pudo entrar en la habitación de los Beatles cuando vinieron a nuestro país. Sin embargo, estuvo muy implicada en el sector de la moda, no sólo como reflejo de las nuevas tendencias, sino comprometida con su evolución, participando de forma profesional. Fue partícipe de la evolución de la llamada alta costura al estilo pret-à-porter. Influyó para traer a España las innovaciones de Mary Quant y Paco Rabanne, con mayor o menor éxito, para apoyar a los modistos madrileños. como Antonio Nieto, Pedro Rodríguez, Juanjo Rocafort y Elio Berhanyer. A ello contribuyó su trabajo en el diario Pueblo, que tenía un suplemento de moda los miércoles. Esta circunstancia le permitió entrar en todos los salones donde concurrían los miembros más elegantes de la sociedad madrileña, que le permitieron captar imágenes de Carmen Polo o por la entonces princesa Sofía.



Su estilo fotográfico trata de capturar el instante afortunado, que demuestra su talentosa mirada. Una mirada que se fundamenta en la naturalidad y en expresar la igualdad respecto a la mujer retratada, no la posesión como otros fotógrafos masculinos. Observamos en sus imágenes de moda una especial originalidad al situar a las modelos en la misma calle, por el que los vestidos entran en el ojo del espectador contextualizados. La influencia hippy, manifestada en la moda Adlib, desarrollada sobre todo en las Islas Baleares, pondría fin a una época, también relacionada con su propia trayectoria. Joana Biarnés dejó el diario Pueblo para fundar una agencia fotográfica. Luego se retiraría de la profesión a mediados de los años ochenta en Ibiza, para volver con la mirada puesta atrás, al final de su vida.


EL ESTADO FRENTE A LA RELIGIÓN




 En las constituciones políticas de los países occidentales se proclama la separación entre la religión y el Estado para que sea aconfesional, mientras que la población tiende al laicismo o puede abrazar diferentes cultos. En los países árabes como Egipto, la religión musulmana organiza la vida de sus ciudadanos. Las autoridades civiles, en consecuencia, deben estar en armonía con los dirigentes religiosos. De tal forma, que las predicaciones de éstos no interfieran en las políticas del gobierno. Las creencias no deben ser motivo de subversión frente al poder. Para ello, el presidente egipcio, de forma autoritaria, pretende controlar a los dirigentes religiosos para mantener la paz social. En este contexto se sitúa la película, CONSPIRACIÓN EN EL CAIRO, escrita y dirigida por el director, Tarik Salen, cuyo guion fue premiado en el Festival de Cannes.






La intriga se desarrolla en la famosa universidad teológica de Al Azhar, cuyo director es la máxima autoridad religiosa del país. En ella se forman estudiantes que en el futuro se convertirán en imanes o jeques, versados en el Corán, que dirigirán las oraciones y explicarán en la mezquitas y en las madrasas. La muerte de su director iniciará las actividades de la seguridad del Estado egipcio para que sea elegido el candidato del gobierno. Un personaje moderado, que no siga una interpretación radical del islam. Se trata de evitar una guerra civil, en la que no importará asesinar para conseguir este objetivo. Se valdrán de algún estudiante que actúe dentro de la facultad, que mueva los hilos para propiciar los intereses convenientes. El problema surge cuando el primer confidente es asesinato por traicionar a los agentes del Estado. El segundo, hijo de un pescador, recién llegado y testigo del mismo, será el protagonista de la película.






Adam, tendrá que seguir las órdenes del Coronel Ibrahim, encargado de la supuesta investigación del asesinato. Se infiltrará primero en un grupo radical de estudiantes en la facultad, luego descubrirá el matrimonio secreto con una joven adolescente de un jeque conservador. Por fin, es elegido el candidato del gobierno, pero la seguridad del Estado quieren ocultar todas sus maniobras, entre ellas, aquel asesinato, mediante otras muertes, entre las que se incluyen las de un jeque ciego que trata de inculparse para denunciar al poder civil, y la del propio protagonista, que es detenido para que confiese y acabe en la horca. Sin embargo, Adam, que sabía como actuaban los servicios secretos, había pedido garantías al Coronel Ibrahim que no le pasaría nada. De esta manera, éste urdirá una estratagema para salvarle la vida, que pasará porque Adam convenza in extremis al jeque ciego para que desista de su actitud y decir la verdad.

LA PINTURA DE GUIDO RENI


 

El Museo del Prado de Madrid con el apoyo de la Fundación BBVA organiza la exposición GUIDO RENI, que reúne un conjunto de casi un centenar de obras del genio italiano, procedentes de más de 40 instituciones culturales de todo el mundo. Sin duda, constituye una de las muestras artísticas más importantes de los últimos tiempos por su extensión y la calidad de las piezas, distribuidas en once capítulos que recorren su vida, el estilo y su iconografías. El visitante no solo se encuentra con obras pictóricas, sino también escultóricas y de dibujo, del artista tratado, como de otros que recibieron sus influencias. Se presta especial atención a la relación con nuestro país, pues Guido Reni tuvo mucho éxito entre los aficionados y coleccionistas, entre ellos, de la Monarquía Hispánica. La exposición, por tanto, supone un esfuerzo de actualización del conocimiento del autor; la restauración de una serie de obras expuestas, y de la disposición exquisita y con sentido de las mismas.




Guido Reni fue un artista que nació en la ciudad de Bolonia perteneciente a los Estados Pontificios. Allí se formó primero con el artista flamenco manierista, Denys Calvaert, para pasar luego a la academia de los hermanos Carracci. Pertenecería, así, a la corriente clasicista del barroco, que reinterpreta a los grandes maestros del Renacimiento, especialmente Rafael, Miguel Ángel, Tiziano, Veronese, y Correggio, junto al estudio del natural. Dibujo y color será los elementos fundamentales de su estilo, como nos lo pone de manifiesto el cuadro que abre la muestra proveniente del Museo del Louvre. Por otra parte, el artista adquiriría maestría en el manejo del grabado y en el modelado con barro. Al principio tuvieron éxito sus obras al óleo sobre lámina de cobre. Un hito fundamental de su trayectoria fue su traslado a Roma donde por aquellos años destacaba Caravaggio, de quien recibiría cierta influencia, por ejemplo en los contrastes lumínicos, pero su estilo se sitúa más bien entre este autor y Rafael. El magnífico lienzo la Matanza de los Inocentes preside un espacio completado con los temas de David con la cabeza de Goliat y la imagen de San Sebastián.



Guido Reni se le llamó el Divino por sus cualidades de representación de las imágenes religiosas, por establecer un vínculo, mediante la postura, entre ellas y el cielo, el más allá. Igualmente, gracias a su estudio de la escultura clásica antigua y de los modelos al natural, del cuerpo humano desde la más temprana infancia hasta la senectud, tanto del hombre como de la mujer, para conseguir la belleza y la sensualidad. Se observa a la perfección cuando representa a los apóstoles y santos, a San Juan Bautista y a Cristo. Esta perspectiva se repite en la secciones dedicadas a la mitología grecorromana, a las historias de héroes y dioses, como Hércules, Cupido, y Afrodita. Destaca entre todas las pinturas, la de Hipomenes y Atalanta, que confronta las obras del Prado y Nápoles, porque Guido Reni realizó numerosas réplicas en su trabajo, utilizando a veces plantillas de las figuras. 



El autor fue un maestro en la representación de las calidades de los vestidos y la piel de la mujer. Primero de la representación de la Virgen María en sus distintas temáticas religiosas, donde destaca de la Inmaculada Concepción, que inspiraría al mismo Murillo. También de santas, diosas y heroínas de la Antigüedad. Sobresale en este capítulo el lienzo del Aseo de Venus, que perteneció al Marqués del Carpio, que organiza el espacio, donde nos encontramos las pinturas de los suicidios de Lucrecia, de Cleopatra, y a Salomé con la cabeza de San Juan Bautista. Finalmente, la exposición termina con las obras de los últimos años, en las que Guido Reni, acosado por las deudas del juego, las necesidades económicas, y los achaques de la vejez, simplifica su estilo hasta difuminar el dibujo y perder casi el color. Surge el non finito o la búsqueda de la belleza de lo inacabado, preludio de su muerte el 18 de agosto de 1642. La última pintura del recorrido es Ánima bienaventurada de este periodo final.



DECISIÓN DE GÉNERO


 
El ser humano se encuentra unido biológica y culturalmente al medio natural. Casi con precisión nacen prácticamente el mismo número de hombres que mujeres en el mundo a los que la sociedad y la evolución histórica han atribuido diferentes roles. Un sistema rígido de sexo-género que no permite las zonas intermedias en favor de lo que representa la masculinidad y la femineidad. Pero existen individuos que no se sienten identificados con el cuerpo en el que han nacido. Desearían ser una persona de distinto género a pesar de su sexo biológico. Son las personas trans, cuyo problema surge en la misma infancia. En este contexto se encuentra la película, 20.000 ESPECIES DE ABEJAS, escrita y dirigida por Estíbaliz Urresola, en la que la joven actriz Sofía Otero ganó el Oso de Plata a la mejor interpretación protagonista en el pasado Festival de Berlín.




Como sucede con las abejas en una colmena, la labor de cada individuo es importante para la sociedad en la que se encuentra. De todas maneras, puede surgir el conflicto en la misma familia o en una comunidad. Le sucede a Aitor o Cocó de ocho años que junto a su madre y sus hermanos van a pasar el verano a la casa de su abuela y su tía. Apenas habla y tiene un comportamiento errático. La madre no sabe que hacer con ella/él. Le ha permitido tener el pelo largo y ante los ojos de cualquiera parece más una chica. Será la influencia de este periodo vacacional cuando entre en contacto con su abuela y su tía, con las costumbres tradicionales vascas y la naturaleza del lugar, pueda expresar sus deseos con claridad, tome una decisión precisa sobre su género y lo haga saber a su entorno. Ya quiere vestir como una niña, y si no lo hace es para no dar problemas a sus padres. Quiere llamarse Lucía como la famosa santa del pueblo donde reside.




La protagonista ha dado el paso de mostrar con claridad sus emociones. Con ello evita el sufrimiento de sentirse un error de la naturaleza para insertarse en la comunidad de una manera eficiente, y de esta forma, que la colmena que formamos todos, funcione y nos haga felices. La llamada Ley Trans, vigente en la actualidad ha venido a solucionar sin dramatismos esta circunstancia que afecta a las personas desde su infancia poniendo el criterio esencial en la autodeterminación de género. Como lo hace Lucía, la protagonista, en un siempre difícil camino que ha tenido que transitar frente a los demás desde el género masculino al femenino para sentirse como ella realmente es. Un papel que debió ser complicado interpretar, porque más que mostrar ser una chica, como es ella en la vida real, tenía que partir de una naturaleza masculina origen del problema.