DECISIÓN DE GÉNERO


 
El ser humano se encuentra unido biológica y culturalmente al medio natural. Casi con precisión nacen prácticamente el mismo número de hombres que mujeres en el mundo a los que la sociedad y la evolución histórica han atribuido diferentes roles. Un sistema rígido de sexo-género que no permite las zonas intermedias en favor de lo que representa la masculinidad y la femineidad. Pero existen individuos que no se sienten identificados con el cuerpo en el que han nacido. Desearían ser una persona de distinto género a pesar de su sexo biológico. Son las personas trans, cuyo problema surge en la misma infancia. En este contexto se encuentra la película, 20.000 ESPECIES DE ABEJAS, escrita y dirigida por Estíbaliz Urresola, en la que la joven actriz Sofía Otero ganó el Oso de Plata a la mejor interpretación protagonista en el pasado Festival de Berlín.




Como sucede con las abejas en una colmena, la labor de cada individuo es importante para la sociedad en la que se encuentra. De todas maneras, puede surgir el conflicto en la misma familia o en una comunidad. Le sucede a Aitor o Cocó de ocho años que junto a su madre y sus hermanos van a pasar el verano a la casa de su abuela y su tía. Apenas habla y tiene un comportamiento errático. La madre no sabe que hacer con ella/él. Le ha permitido tener el pelo largo y ante los ojos de cualquiera parece más una chica. Será la influencia de este periodo vacacional cuando entre en contacto con su abuela y su tía, con las costumbres tradicionales vascas y la naturaleza del lugar, pueda expresar sus deseos con claridad, tome una decisión precisa sobre su género y lo haga saber a su entorno. Ya quiere vestir como una niña, y si no lo hace es para no dar problemas a sus padres. Quiere llamarse Lucía como la famosa santa del pueblo donde reside.




La protagonista ha dado el paso de mostrar con claridad sus emociones. Con ello evita el sufrimiento de sentirse un error de la naturaleza para insertarse en la comunidad de una manera eficiente, y de esta forma, que la colmena que formamos todos, funcione y nos haga felices. La llamada Ley Trans, vigente en la actualidad ha venido a solucionar sin dramatismos esta circunstancia que afecta a las personas desde su infancia poniendo el criterio esencial en la autodeterminación de género. Como lo hace Lucía, la protagonista, en un siempre difícil camino que ha tenido que transitar frente a los demás desde el género masculino al femenino para sentirse como ella realmente es. Un papel que debió ser complicado interpretar, porque más que mostrar ser una chica, como es ella en la vida real, tenía que partir de una naturaleza masculina origen del problema.

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