LOS ICONOS DE STEVE MCCURRY


Las fotografías se pueden convertir en imágenes emblemáticas, es decir en un icono, un modelo a seguir por su valor en sí mismo. Una imagen digna de admirar por lo que significa por la calidad o el interés del público alcanzado. En un principio no es tanto a quien representa como la afortunada combinación de colores y la fuerza intrínseca alcanzada por la imagen. Esto le ha sucedido numerosas veces al fotógrafo norteamericano Steve McCurrry con las imágenes tomadas en sus viajes por medio mundo. La prestigiosa revista National Geography ha mostrado su obra a lo largo del tiempo. Los numerosos premios recibidos también dan cuenta de la calidad de su obra en el ámbito del fotoperiodismo. El Colegio de Arquitectos de Madrid exhibe sus ejemplos mas representativos en la exposición ICONS.



La obra por la que alcanzó la fama fue por el retrato de una niña afgana en 1985, que fue portada de la revista National Geography. La encontró en un campo de refugiados en Pakistán. Luego, años después, y tras una intensa búsqueda, logró localizarla en su país. Se llama Sharbat Gula y había formado una familia en un territorio asolado por decenios de guerras, contra la ocupación extranjera o contra el terrorismo fundamentalista. Steve, por este ejemplo, y otros que podemos observar en la exposición, nos demuestra uno de sus cualidades. Ser maestro en el retrato. Tanto de niñas, como de jóvenes y ancianos ataviados con sus ropas tradicionales y adornados con pinturas.



El autor ha dedicado su vida a viajar con sus cámaras al servicio de las revistas de prensa o culturales. Ha podido cumplir uno de sus objetivos. Poderse mover de un lugar a otro constantemente para captar imágenes significativas de las más diversas regiones. Sobre todo son memorables las imágenes de Asia, la India, Pakistán, Afganistán y el sudeste del continente, Vietnam, Camboya y Tailandia. Son captadas en sus fotografías el entorno de antiguos templos, las calles bulliciosas de puestos ambulantes y gentes, la naturaleza paradisiaca de estos lugares, personajes llamativos con sus fieros y atractivos rostros, entre ellos, una niña pobre frente a la pared de barro de una humilde vivienda. También, grandes acontecimientos, como los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York.



Steve McCurry nos muestra constantemente una especial maestría en el empleo de la fotografía en color. Todas sus imágenes ganan calidad por la afortunada manera en la que éste se combina en las mismas. No sería así sin la comprensión de los fenómenos lumínicos con la que sobresale. En los retratos se percibe intenso y atractivo, en las composiciones de grupo o en los paisajes, como aquella que representa el discurrir de una barca llena de flores en un río cuyo horizonte se pierde entre vegetación. Al espectador sus fotografías le instan a mantener una larga contemplación. Le atrapan y le motivan a hacer preguntas sobre lo representado. Tal es el impacto y la capacidad de admiración que producen. Una capacidad que las convierte en auténticos iconos en su género.

HISTORIA DE UNA ESCALERA


 Podemos comprobar el paso del tiempo en una familia, de padres a hijos, y de éstos a nietos. Observar aquellos sucesos que les puede afectar directa o indirectamente. Causados por sus comportamientos o de forma externa. Si ocurre en un grupo de familias tenemos un retrato más completo de diversas situaciones, y más precisamente, si ellas se relacionan de alguna manera, todo porque viven en el mismo edificio o escalera. Este mosaico de vidas nos los muestra la película, TRES PISOS, dirigida por Nanni Moretti, que cuenta los problemas de tres familias en tres periodos de cinco años. Tienen en común que son vecinos que se relacionan entre si por esta razón.




Un suceso de inicio nos pone en situación. Una vecina a punto de dar a luz está en la puerta del edificio esperando un taxi para llevarla al hospital. En ese momento llega un coche haciendo eses y atropella a una mujer que iba a cruzar por el paso de cebra. El conductor que va borracho se estrella contra la fachada del inmueble. Es el hijo problemático cuyos padres son jueces y viven en el último piso. La muerte de la víctima le llevará a la cárcel durante un tiempo. Otro suceso altera la normalidad de la escalera. Lucio y Sara sospechan que su vecino Renato, que suele cuidar a su hija con su mujer, ha abusado de su hija en el parque. Mónica pasa la mayor parte del tiempo sola con su bebé recién nacida, y muestra sus primeros signos de demencia.




El segundo episodio de la historia muestra a las familias transcurridos cinco años. El hijo de los jueces sale de la cárcel, y le echan de casa. Lucio tiene problemas al ser acusado de violación por acostarse con la nieta de Renato, sin saber que era menor de edad. Mónica recibe un día la visita de su cuñado perseguido por la justicia al que da alojamiento. Su marido le tenía prohibido cualquier relación con él. En el último episodio, transcurridos los mismos años, el paso del tiempo deja huella en las tres familias. El juez muere, y su mujer tiene que rehacer su vida lejos de la casa para lo cual decide venderla. Mientras, un día localiza a su hijo que ahora tiene pareja y un hijo. Ha cambiado de comportamiento.  A pesar del rechazo que tuvo a sus padres, se reconcilia con su madre.




Lucio sale absuelto de la acusación de violación. Ha peligrado su matrimonio con Sara, pero ahora viven de nuevo juntos. Su hija va a completar estudios en España. También se ha reconciliado con la joven que consistió tener sexo con él. Por otro lado, Mónica ha tenido un nuevo hijo. Su marido, esta vez, le acompaña. Sin embargo, fruto de sus fantasías, huye sin rumbo y abandona a sus hijas. El tiempo, por tanto, afecta implacable a las circunstancias de las tres familias. Lo que les ha sucedido es fruto de sus elecciones y la parte de responsabilidad que les corresponde. La vida cambia cuando éste pasa, a la vez que deja su huella ineludible. A distintos niveles, primero en tu hogar, circunscrito a los miembros de tu familia, seguidamente, en relación con tus vecinos de tu misma escalera, con los cuales te relacionas o no, finalmente con otras personas ajenas a la misma. Constituye, así, una reflexión del ser humano en sociedad, cuando todavía recordamos el confinamiento causado por la pandemia.

LA FOTOGRAFÍA DE CHARLES CLIFFORD



 La Fundación Canal organiza la exposición, CLIFFORD. VISTAS DEL MADRID DE ISABEL II, que reúne unas cien imágenes tomadas por el fotógrafo británico de la capital. Llegó a Madrid en 1850 y se establecerá en ella hasta su muerte en 1863. Tendrá un estudio principal en la calle Montera donde recibirá encargos de fotografía de retratos y de carácter documental de la aristocracia y la monarquía española. La reina Isabel II, que gobernaba por aquellas fechas, le encargará las imágenes de los acontecimientos más relevantes de su gobierno. En la capital, el fotógrafo británico, se centrará en el nuevo oficio fotográfico siguiendo la técnicas del talbotipo y el colodión húmedo, siendo este último el empleado en las imágenes de la exposición. 




La técnica del colodión húmedo se basaba en un negativo de cristal que debía revelarse rápidamente. Suponía un elevado tiempo de exposición donde los protagonistas debían permanecer quietos a riesgo de desaparecer de la fotografía. Los negativos, así elaborados, luego se positivaban con la luz del sol sobre papel de albúmina impregnados de una emulsión de nitrato de plata. Esta técnica requería un transporte para llevar las pesadas cámaras, los delicados negativos de cristal, y los productos químicos. Con este procedimiento se tuvieron que crear estudios con mamparas acristaladas para emplear luz natural. De todas las maneras, muchas de las fotografías son vistas hechas en exteriores, en concreto de la capital, y sus alrededores.




Clifford conoció una capital atrasada, más propia del Antiguo Régimen, preindustrial, que va a sufrir fuertes transformaciones durante el reinado de Isabel II. Todavía se podían ver las huellas de la Guerra de la Independencia. Lo más llamativo eran los edificios construidos por Carlos III. La población rondaba los trescientos mil habitantes. Todavía se conservaba la cerca de tiempos de Felipe IV. La Puerta de Alcalá era estrictamente una de las tantas puertas de entrada a la ciudad y la Fuente de Cibeles lo era para beber. Tenía una deficiente iluminación de gas, y el agua potable era un problema sin resolver. El fotografiará las nuevas construcciones del reinado: el edificio de las Cortes, el palacio de la ópera, la construcción de la nueva plaza de Sol, y sobre todo, la construcción del Canal de Isabel II.




Clifford no llegó a fotografiar al completo la llegada del ferrocarril, que por aquellas fechas inauguraba la primera línea a Aranjuez, solamente la construcción del llamado Puente de los Franceses sobre el río Manzanares. Muy interesante son las imágenes de la Puerta del Sol antes de la reforma y ampliación y después de ella, cuando surgen los edificios uniformes que todos conocemos y que dan paso a las distintas calles que convergen en ella. Igualmente, son atractivas aquellas de la calle de Alcalá, de la Cibeles, la Carrera de San Jerónimo, y el edificio del Museo del Prado. Son fotografías detalladas las dedicadas a los puentes y tuberías para traer agua de la Sierra Norte, del valle del Lozoya, a la capital, inspiradas por un sentido documental. Finalmente, la imagen de su resultado, un potente surtidor en la calle San Bernardo.

LA MAGIA DE MARADONA


 El final de la adolescencia son años decisivos. Se toman decisiones individuales que marcarán tu futuro personal. Para ello influyen, la vocación o preparación educativa que poseas; los deseos de tus padres, y las circunstancias ambientales que rodean tu propia vida. El director italiano Paolo Sorrentino, que escribe y dirige la película, FUE LA MANO DE DIOS, nos cuenta, a modo de autobiografía, cómo su vida con su familia en Nápoles, la rutina de los estudios en el colegio, se vio alterada positivamente con la euforia que supuso la llegada de Diego Armando Maradona a la ciudad para jugar en su club de fútbol. Sobre todo salir adelante tras el fallecimiento de sus padres en un triste accidente, y el despertar de su vocación cinematográfica. 




Fabietto Schisa, el joven protagonista, es su alter ego en la película. A través de él descubrimos a su excéntrica familia, que reunidos muestran sus peculiaridades. Quien le llama la atención es su tía Patrizia, una mujer muy atractiva y con problemas mentales, que acabará en un manicomio a causa de su imposibilidad de tener hijos. Severio, su padre es director de banco. Se confiesa comunista y tiene una amante encubierta. María, su madre, hace juego malabares con gran habilidad, y con la misma soltura, maneja a toda la familia, haciendo bromas. A su hermano mayor, y a su hermana, que siempre está encerrada en el baño. Sus tíos podrían formar parte de un casting de Federico Fellini, que casualmente se produce en los años que sucede la película.




Dos acontecimientos van a influir en la vida de Fabietto. La muerte de sus padres cuando estaban en su casa de la montaña recién estrenada. Y la llegada de Maradona al Nápoles, que le convertirá en uno de los clubes de fútbol más importantes al conseguir el scudetto de Italia. Más importante es la ilusión de los napolitanos de todas los ámbitos, desde traficantes de drogas hasta estudiantes de secundaria, pasando por empleados de banca. Esta ilusión diaria de ser los mejores, alimentadas en las victorias en el campo de juego, ayudará a despertar amistades y vocaciones, como la del protagonista en la cinematografía, que le ayudará a emigrar a Roma para estudiar cine, y especialmente, cuando en el Mundial, Maradona metió un gol claro con la mano simulando ser con la cabeza, y dijo que fue la mano de Dios.

INTRIGA EN LA SIERRA


 El deseo de tener hijos puede ser el más fuerte de una pareja. La infertilidad ha llevado a muchos padres a sobrepasar los límites legales, e incluso morales. A muchos de ellos les ha supuesto entrar en un programa de adopción internacional cada vez más restringido y elevado coste de tiempo y dinero, o llegar a la maternidad subrogada, que en nuestro país no está permitida. Los casos más graves fueron comprar directa o indirectamente un niño robado a sus progenitores. La pareja protagonista de la película, LA HIJA, dirigida por Manuel Martín Cuenca, se aprovechan de una menor fugada de un centro de reclusión, para que les ceda la hija que lleva en su vientre. Se aprovechan de la inconsciencia de la joven Irene, todavía adolescente, con la promesa de ser libre y tener cuidados durante el embarazo.




Javier, educador de un centro de menores, y su mujer, Adela, organizan un plan para llevar a la joven embarazada a una casa de campo aislada en la montaña. Parecería una fuga de la misma, que no regresaría de un permiso de salida para engañar a las autoridades. Quieren cuidarla, y así se lo muestran, para que lleve sin problemas su embarazo. Pero tienen una finalidad que la joven no conoce al principio. Quedarse con su bebé, con el excusa que es mejor dárselo a ellos que entregarlo a los servicios sociales. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, la joven no aguanta el aislamiento al que está sometida. Además, la salida de la cárcel de su novio, le va a hacer cambiar de opinión. Quieren tener una vida juntos con su hija.




Osmán, el joven padre, hará todo lo posible por encontrar a Irene. Javier propiciará el encuentro de ambos, para que los dos sean conocedores de sus planes de quedarse con el bebé. Pero ellos tienen pensado otra cosa, y nada les va a convencer, y menos ahora que han logrado reunirse juntos. Entonces, se iniciará una espiral de violencia entre los protagonistas. Javier despeñará a Osmán desde lo alto de una montaña, e  Irene quedará privada de libertad en la casa hasta dar a luz a su hija. Pero estos sucesos son el comienzo del final, que pasan por la marcha de Adela de la casa con la niña para inscribirla en el registro, y su encuentro con Javier, tras la desaparición, tal vez, de la madre prisionera. Irene, cuando le quitan a su hija, reacciona, en consecuencia, frustrando los planes de sus secuestradores.

ALFONSO. FOTÓGRAFO


 La Sala Canal de Isabel II de la Comunidad de Madrid organiza la exposición, ALFONSO. CUIDADO CON LA MEMORIA, que reúne un grupo numeroso de fotografías de la firma de este fotógrafo madrileño, cuyo archivo en la actualidad es propiedad del Estado. Además la muestra exhibe un vídeo, fotografías vintage y documentos familiares en las tres plantas del depósito. La firma Alfonso, cuyos estudios estuvieron en las calles Santa Engracia, y sobre todo en Fuencarral y Gran Vía, la componen principalmente, el padre, y fundador de la misma, Alfonso Sánchez García y su hijo, Alfonso Sánchez Portela, que había heredado la habilidad técnica del progenitor. También formaron parte de la empresa, el resto de la familia, cuatro hijos más y la mujer.




La razón de ser de la firma fue periodística para abastecer de imágenes a los periódicos y revistas de la época desde 1915. Ha cumplido a lo largo de su trayectoria, la primera mitad del siglo XX, una significativa función histórica, al captar con la cámara los principales acontecimientos políticos y sociales de la época. Los gobiernos de la Restauración, la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República, junto a la Guerra Civil. Además de los políticos y dirigentes obreros del periodo. La apuesta por el bando republicano durante la sangrienta contienda, provocó que terminara su actividad dentro del fotoperiodismo, y convertirse en un prestigioso estudio de retratos a partir de los años cuarenta. Eso no fue impedimento para que generales del nuevo régimen, y el mismo Franco posaran ante su cámara.




La frase de la exposición, Cuidado con la memoria, se refiere a un artículo anónimo del diario falangista, El Alcázar, de 1942, que le advertía de caer en la provocación si seguía con su actividad fotoperiodística. El rechazo con la firma lo vivió Alfonso con motivo del entierro de José Antonio Primo de Rivera que fue acosado por la gente presente en ese momento. De todas formas, la aportación que ha hecho la firma ha sido reconocida, tanto desde el punto de vista documental de una época de la Historia de España, como al desarrollo de la fotografía como arte. La calidad de sus imágenes son indudables desde el punto de vista técnico como estético. La firma trabajaba en el estudio y en la calle con cámara de gran formato, incluso cuando se difundieron las más ligeras de emplear de 35 mm, como la Leica. 




Las fotografía de Alfonso hasta la Guerra Civil son muy conocidas. Algunas, aparecen en los libros de texto de Historia. Las que retratan al monarca Alfonso XIII o las del dictador Primo de Rivera. Otras no tanto, de los mismos personajes, de acontecimientos de la actualidad de la época, de personajes anónimos de la calle, porque el autor captó con su cámara a personas sin un propósito concreto. La ciudad de Madrid es la protagonista, aquellas calles y barrios hoy muy transformados por el paso del tiempo. Nos sugiere el deseo profundo, que hubiese fotografiado todos los lugares hoy perdidos o no tan conocidos de manera sistemática, unos lugares que hoy visitamos, para que perdurasen de esta manera.




Las fotos del periodo republicano y la Guerra Civil son extraordinarias. Sobre todo estas últimas denotan urgencia y dramatismo, una situación trágica por su violencia. En este ámbito tenemos la clásica fotografía a contraluz de la proclamación del nuevo régimen republicano. También muy conocidas las de Lluís Companys tras las rejas, o las de los muertos en el Cuartel de la Montaña, que se informa, fueron muchas destruidas por la crueldad del documento gráfico y la llegada posterior de la dictadura; igualmente de Julián Besteiro en la radio leyendo la rendición de la capital. Finalmente, Alfonso Sánchez Portela, mantuvo el estudio en la Gran Vía. Vio confirmado su prestigio  como fotógrafo al ser aceptado como miembro de la Real Academia de Bellas Artes. Entre las últimas fotografías se encuentran los retratos del alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, y el suyo propio, poco antes de su muerte.

EN EL LEJANO OESTE


 En las lejanas tierras de Montana, la vista se pierde en cumbres que forman extrañas figuras a la luz del atardecer. Las extensas praderas se pueblan de animales salvajes, que conviven con enormes rebaños de ganado. El mundo moderno se abre paso en medio de la naturaleza. Llegan ecos de los Felices Años Veinte que llenan de alegría los locales nocturnos de las ciudades. Los primeros coches de combustible sustituyen a los de caballos. Las hazañas de los legendarios cowboys son ya recuerdos en la memoria. En este ambiente, se desarrolla la película, EL PODER DEL PERRO, escrita y dirigida por Jane Campion, basándose en la novela de Tom Savage. Constituye una creación de un relato visual original que demuestra una maestría especial en el desarrollo de los elementos cinematográficos, que le proporcionó el León de Plata a la mejor dirección en el Festival de Venecia.




En cinco episodios, la película cuenta un periodo de la vida de dos hermanos que dirigen un rancho ganadero. Son ricos pero distintos en carácter y modales, mientras George es elegante y amable, Phil, es cruel y de difícil trato. Ambos son solteros, y la historia, dividida en cinco episodios, comienza cuando el primero se casa con la dueña de un restaurante del pueblo. Una mujer viuda con un hijo adolescente. Hasta ese momento, la ruda vida con el ganado los había privado de tener una familia. Sin embargo, la felicidad no va a ser completa. Phil, hará la vida imposible a la nueva esposa, pues cree que se ha casado para adueñarse de sus bienes. La mujer hace todo lo que puede para adaptarse al rancho, pero siente el desprecio del hermano, hasta el punto que empieza a beber para soportar su desprecio.




La situación cambiará con la llegada en verano de su hijo, un estudiante de medicina con talento. Al estar sobreprotegido por la madre, será objeto de las burlas de Phil, que le considera un afeminado. De todas las maneras, en un momento, decide cambiar su actitud para el chico y le empieza a enseñar a montar, a que participe en las labores del campo. Un día el joven descubre aspectos de su tío hasta el momento desconocidos. Que se bañaba desnudo en el río tras embadurnarse de barro el cuerpo, y que tenía escondido una maleta con revistas de hombres culturistas en una choza. Sabía que admiraba al legendario vaquero, Bronco Henry, con quien tuvo una profunda amistad, y del que conservaba su silla de montar.




El joven estudiante de medicina, al final,  se vengará de Phil de forma sutil para que su madre pueda ser feliz finalmente con su padrastro. Le hará pagar todas las humillaciones que los dos han recibido. Podrán disponer, así, con mayor libertad de los bienes que les corresponden sin problema. La directora cuenta esta historia con un ritmo en apariencia lento pero preciso, a través de imágenes de variados planos, que combinan los generales para el paisaje con los más precisos. Valora mucho la luz natural en todos los matices, especialmente los contrastes entre el interior poco iluminado y los exteriores. La naturaleza se muestra en su esplender según las estaciones del año. Los actores interpretan como nunca los contrastes de la personalidad, unos evidentes y otros ocultos, especialmente, Benedict Cumberbatch, que hace el papel del atormentado Phil Burbank.

EL ÚLTIMO VERANO



El paso del tiempo trascurre en el seno de una familia barcelonesa. El punto de encuentro es la casa de verano en la Costa Brava. Todos los veranos se reúnen los hermanos con sus parejas e hijos. Este año parece ser el último. La madre está aquejada de alzhéimer y confunde el pasado con el presente. Hay que estar muy pendiente de ella porque sale de casa perdida sin rumbo. Los hermanos tienen a una mujer; Rosana, que la cuida que es prácticamente de la familia. Como sucede cada temporada se encarga de preparar la casa para la temporada estival. Es originaria de Colombia, y este año le va a acompañar, su casi desconocida hija de 15 años, Libertad, que viene a España tras la muerte de su abuela con quien vivía.




La película, LIBERTAD, escrita y dirigida por Clara Roquet, cuenta el último verano de la familia Vidal en la Costa Brava, como había sido siempre desde la infancia. Han pasado muchos años y la abuela, que era el catalizador de los hermanos, tiene muy avanzada su enfermedad. Su muerte será un punto de inflexión para todos. Venderán la casa amplia que reúne tantos recuerdos junto al mar. Antes pasarán unas semanas de ocio como siempre los han hecho, haciendo deporte y saliendo en barco algunos días. Sin embargo, este verano es distinto, Nora la nieta mayor de 14 años se aburre ya con la familia, con su hermana menor o sus primos. El tedio estival lo va a superar con la llegada de Libertad, la hija de la asistenta, mas madura, que intenta hacer todo lo posible para irse de casa para trabajar y regresar a su país.





Para Nora, este verano será el periodo de descubrimiento de muchos aspectos de su propia identidad. Que es una joven de clase media con una buena educación, a la que no le está permitido desobedecer a sus padres. Libertad le permitirá salir del entorno protegido de la familia para divertirse por las noches. Beber y hacerse amigos de chicos que de otra manera no hubiera conocido como el joven que les ayuda con el barco. Descubre que todavía es pronto para tener una relación más íntima, como las que establece Libertad. En una ocasión, al regresar una noche a casa encuentra por el pueblo a su madre con un hombre desconocido. Comprueba, que desde el final del verano, con la muerte de su abuela, y la crisis de pareja que tienen sus padres su vida cambiará mientras ella se hace mayor. Asume una doble responsabilidad, con su familia, y consigo mismo para un futuro de mayor autonomía y libertad.




La directora proporciona a la película un carácter femenino, centrada en Nora, la protagonista, pero también en su madre, la abuela, Rosana y su hija, Libertad. La mujer es el centro de la cámara que atiende a los más variados detalles. El cuerpo, el pelo, los vestidos, los distintos estados de ánimo, y la relación social. Las vacaciones de verano ayudan a convivir más cerca unos de otros. El paso del tiempo se muestra en los protagonistas. Las inquietudes del presente y sus deseos para el futuro.

JUSTICIA MEDIEVAL


 El final de la Edad Media corresponde a un mundo en crisis a todos los niveles. En el siglo XIV un pequeño cambio climático, que provoca bajas temperaturas, reduce las cosechas ocasionando la mala alimentación de los campesinos. De esta manera, la peste se extiende entre la población debilitada. Además, éstos apenas pueden pagar sus rentas a los señores feudales, que cada vez les exigen más. Los nobles vasallos se enfrentan a otros nobles, y éstos, a su vez, a los reyes, por el poder. La llamada, Guerra de los Cien Años asola Francia de violencia y muerte. En este ambiente, se desarrolla la película, EL ÚLTIMO DUELO, del director Ridley Scott, que se basa en un suceso real que tuvo lugar en Francia en 1387, según la crónica antigua de Jean Froissart, en la cual se basa el libro de Eric Jager del que parte el guion.




El suceso real es un duelo a muerte entre dos caballeros, tal vez el último concebido como un juicio de Dios, es decir que quien venciera estaba en posesión de la verdad. La muerte del contendiente era el castigo. Además, de la de su mujer, como en este caso que se debatía  una denuncia que partió de ella y de su esposo, para restituir su honra. Los escuderos, nobles de menor rango, Jean de Carrouges y Jacques Le Gris son amigos y compañeros de batallas al servicio del rey de Francia. El destino los va a separar y enfrentar hasta su muerte.  El primero es iletrado pero extraordinariamente valiente en el combate, el segundo, de formación clerical y culto, va a ascender socialmente al servicio del conde Pierre d´Alençon.




Jean de Carrouges, cuya valentía le permitirá ser caballero del rey, tras la muerte de su primera esposa y su hijo por la peste, se casa de nuevo con Marguerite para mantener su linaje, de cuyo padre recibe una extensa dote. Es una mujer culta, lectora de libros, que es capaz de llevar las cuentas del feudo en ausencia del marido. En una ocasión que éste se encuentra combatiendo, Jacques Le Gris, la viola, después de haberse fijado en las cualidades por las que destacaba. En vez de callarse, prefiere denunciar, que no consintió, sino que fue forzada contra su voluntad. Jean decide ante la versión contraria de Le Gris, pedir al rey un juicio de Dios, que quien venciera el duelo a muerte, tendría la razón.




La película comienza y termina con el duelo. Entre el preámbulo y el final se desarrollan los tres episodios en las que se divide. Cada uno corresponde con las tres versiones de los hechos que motivan el duelo. La de Jean de Carrouges, la de Jacques Le Gris y la de Marguerite, que sería condenada a morir en la hoguera si su marido moría, cosa que ella desconocía antes de denunciar como violación los hechos. A final, el violento combate, primero a caballo, y luego con la espada, se decanta por su marido, restituyendo su honra y la de su linaje.

AZAR Y DESTINO



Si comparamos cómo se han desarrollado las vidas de un grupo de antiguas alumnas de instituto o de la universidad, vemos como han estado sometidas a las circunstancias impuestas por las decisiones tomadas con acierto o fallidas en un cierto momento. Superaron un momento crucial de su evolución intelectual y social. El pasado está presente como trasfondo. Se puede volver y reconocer con emoción si está asociado a determinadas personas. El paso del tiempo resulta implacable, y poder revivirlo supone un esfuerzo a veces lleno de imaginación y fantasía. Entonces, la verdad de nosotros mismos queda al descubierto. Estos planteamientos se encuentran en la película japonesa, LA RULETA DE LA FORTUNA Y LA FANTASÍA, escrita y dirigida por Ryusuke Hamaguchi. 




En tres episodios el director traza con sencillez, pero a la vez con profundidad, los problemas por los que pasan las relaciones humanas. La palabra de los personajes resulta esencial, los diálogos entre los personajes, más que la acción que desarrollan. En el primero, dos amigas que trabajan en el rodaje de una producción audiovisual, a la vez que regresan a casa hablan de su intimidad con los hombres. Una cuenta que acaba de conocer a uno en una cita. Le parece interesante y espera que fructifique en una relación duradera. La interlocutora descubre que es su antigua pareja, pues se reconoce en las palabras de su compañera, que la retratan de manera implacable, hasta tal punto, que en vez de seguir su camino, se dirige a la oficina de su exnovio para dejar las cosas claras.




El segundo episodio tiene como protagonista a un profesor universitario de francés y una alumna, que de acuerdo con su amante, decide poner en evidencia al profesor, leyéndole un pasaje escabroso de uno de sus libros. El pretexto para seducirlo es pedirle un autógrafo dentro del libro, precisamente en la página del libro con la escena comprometida. Ella es una estudiante que todavía recuerda el profesor por sus preguntas e interés en las clases.  La antigua alumna tendría que grabar la conversación resultante con su interlocutor. Éste tiene por costumbre no cerrar nunca la puerta de su despacho. Y descubre que le están grabando el sonido. De todas maneras, tras la conversación, la situación les parece positiva para ambos, y deciden que la alumna le envíe por correo la grabación de la lectura de su libro. Un fatídico error en el envío les cambiará sus vidas.




El tercero se ambienta en el futuro. Un virus se ha extendido por Internet y ha puesto en evidencia información privada de unas personas a otras. La población vuelve a utilizar el correo tradicional lo que dificulta a la protagonista encontrar a las antiguas compañeras de estudios. Un día acude a una reunión anual de las mismas pero no se siente feliz. En otro cree encontrar a una conocida por la calle que no había visto hace muchos años. Ambas reviven el pasado cuando eran estudiantes de secundaria. Cada una había tenido una vida distinta y creen que ha sido un malentendido el reconocerse por la calle. Pero en un momento dado descubren ser aquellas personas, que si hubieran seguido juntas, su vida sería hoy completamente distinta. Sin embargo, las decisiones que se tomaron en el pasado, fruto del azar y las circunstancias del momento, les condujeron a lo que ellas sienten en el presente.

 

LA PERVIVENCIA DEL PASADO


Los graves dramas dejados por los conflictos bélicos del pasado todavía perviven en el presente. Sobre todo aquellos que no se resolvieron de forma satisfactoria. Así lo observamos en las víctimas de la Guerra Civil española que todavía no han sido reparadas en su dolor por la violencia sufrida. Numerosos niños quedaron sin familia tras desaparecer por la violencia ejercida por el bando vencedor. Un bando que dio refugio a numerosos nazis perseguidos por los aliados de la Segunda Guerra Mundial. En este contexto se desarrolla la intriga policial de la película, EL SUSTITUTO, escrita y dirigida por Oscar Aibar, que se basa en la investigación de un joven inspector en la costa levantina a finales de la Transición. Era el año 1982, se celebraban los juicios por el intento de golpe de Estado del 23-F, y se esperaba un gobierno socialista tras las elecciones generales.



La vida en la costa se presumía tranquila para el inspector Ricardo, que sustituía a un compañero muerto en extrañas circunstancias. Comparado con la actividad policial en Madrid debido a la intensa delincuencia callejera, sería un merecido destino sin problemas. Lo más arriesgado era vigilar un tranquilo chalet de jubilados alemanes, pura rutina todos los días. Sin embargo, descubre que son meras apariencias, especialmente cuando unos espías israelíes merodean por las inmediaciones del lugar, y se enfrentan a tiros a las puertas. Descubre, también, al ser felicitado por su jefe e invitado por los jubilados, que es un centro lleno de antiguos nazis con un amplio pasado de crímenes de guerra, buscados por la justicia internacional. 



Ricardo no le gusta el ambiente de este club de nazis, a pesar que le regalan un apartamento y un reloj de oro. Celebran el aniversario de Hitler vestidos con los antiguos uniformes de la guerra. A su mujer no le importa porque le integran en la sociedad de la ciudad, pero a él le causa rechazo porque sus padres fueron represaliados por la dictadura franquista. Pero lo mas grave son los tentáculos que tienen en el sector de la construcción, en la propia policía y en los grupos fascistas que todavía perviven. Descubre que son los responsables de la muerte del inspector a quien vino a sustituir, que trataba de denunciarlos, tras serviles en los trabajos más sucios.



Su futuro quedará marcado por la investigación en la sombra que lleva a cabo sin permiso de su jefe que consideraba el caso cerrado. Le apoya una joven médica que hace las veces de forense y le informa. Coincidiendo con el mundial de futbol, logrará detener a un grupo de neonazis de la zona que intentan asesinar a unos aficionados italianos, para llegar a sus dirigentes alemanes, que consiguen zafarse de cualquier acusación, mientras el más anciano de los nazis huye de la costa española, al ser descubierto su refugio.

MESTIZAJE SOBREHUMANO


 El relato cinematográfico puede tener una forma realista y tratar un tema fantástico. Puede convertirse en metáfora de una particular realidad del ser humano. Es el caso de la película TITANE, escrita y dirigida por la francesa Julia Ducournau, que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Nos cuenta con un portentoso estilo visual, la historia de una joven que engendra y llega a parir un bebé mezcla entre humano y automóvil. La protagonista tuvo un accidente de coche en la que le tuvieron que implantar una placa de titanio en el cráneo cuando era niña. De adulta, su mal comportamiento infantil, se ha convertido en una psicopatía que le lleva a asesinar tanto a hombres como a mujeres. Se gana la vida como showgirl en las ferias, especialmente de coches que tanto admira por su trauma.




En una de las ferias de coches tuneados se produce el encuentro íntimo entre la protagonista con el Cadillac sobre el que había realizado un espectáculo erótico. A causa del mismo se queda embarazada de forma extraña lo que provoca su desesperación y el incremento de su locura asesina. Después de matar a sus padres huye, pero se da cuenta que le persigue la policía. Entonces, observando carteles de niños desaparecidos a quienes todavía buscan como adultos, se hace pasar por uno de ellos. El que fuera su supuesto padre, un jefe de bomberos, la lleva a su casa para cuidarla. Pronto, ambos descubrirán la verdad de cada uno. El primero está obsesionado con el hijo perdido y hará todo lo posible para compensar la pérdida que no ha superado. La segunda llegará a mostrarle que está embarazada, después de hacerse pasar por un joven maltratado.




Al final, el jefe de los bomberos, en la línea de su trabajo, ayudará a traer al mundo al nuevo ser, un engendro entre mujer y máquina, donde la sangre de la madre se ha transformado en grasa, a través de un parto difícil que provoca la muerte de la gestante. Para el jefe de bomberos es un momento satisfactorio pues recupera al hijo perdido. El relato se ha convertido en una metáfora extrema de la condición de la mujer tratada como objeto por la sociedad como si fuera un original coche. A la que se esclaviza, igualmente, con la maternidad, muchas veces no deseada, eludiendo la existencia de la condición transgénero, por lo que la explotación de la mujer por su cuerpo, es a su vez del hombre. Tanto uno como otro deben considerarse dentro de una misma existencia, independientemente de las inclinaciones individuales.

LA DICTADURA DEL JEFE


Los trabajadores deben desconfiar de aquellos empresarios o patrones que les tratan como de su propia familia o que muestran paternalismo. Se inmiscuyen en su vida privada, como si de esta dependieran los beneficios del negocio, cuando es la que ellos llevan, la que puede poner en peligro su propia iniciativa. El despido, por más injusto que sea, se justifica como inevitable y doloroso. Esto planteamientos se  muestran en la película española, EL BUEN PATRÓN, una aguda comedia escrita y dirigida por Femando León de Aranoa, que va a representar a nuestro país en la próxima edición de los Oscar de Hollywood. Si en otros ejemplos de su filmografía, como los Lunes al sol, mostraba la perspectiva de los trabajadores, ahora, sin perder este sentido social, se posiciona en la situación de un empresario de provincias.




Este empresario protagonista, Julio Blanco, interpretado por Javier Bardem, está obsesionado por conseguir una placa más de reconocimiento a la empresa excelente, para su pequeña fábrica de balanzas industriales. Desde que le comunican que ha sido seleccionada para una inspección de la que depende el premio, transcurre una dura semana en la que presiona al máximo a los trabajadores para mantener en todo momento una apariencia de éxito y equilibrio, solamente truncado por el despido de un trabajador, que le causará una dura protesta en la puerta de la fábrica; el bajo rendimiento de su servidor más fiel, compañero de él desde niño; y el chantaje de la nueva becaria, que se va a aprovechar las tendencias del jefe por convertirlas en amantes para conseguir un puesto de trabajo fijo.




En semana, por tanto, que se espera la llegada de la inspección que concederá un reconocimiento a la empresa, transcurre todo el entramado cómico de la película, donde el protagonista soluciona con diálogo y malas artes todos los problemas que van surgiendo. El lleva el negocio sobre sus espaldas y no permite ningún desliz a los empleados con los que mantiene una relación paternalista y familiar. Todo deriva de la centralización de su liderazgo autoritario. De esta manera encontrará la causa de los problemas de la fábrica, que son de carácter personal derivados de infidelidades matrimoniales entre los trabajadores, o las suyas propias al seducir a las becarias, y luego despedirlas, salvo la última, que era la hija de un empresario amigo, a quien tiene que darla un cargo, para que no cuente nada de su relación que podía poner en peligro las apariencias de su vida privada.

LA FOTOGRAFÍA DE JUDITH JOY ROSS


 La Fundación Mapfre organiza una completa retrospectiva de la fotógrafa estadounidense, JUDITH JOY ROSS, que reúne 200 imágenes y documentos sobre la artista, procedentes de su archivo personal, y constituyen un amplio recorrido de cuarenta años. Primero como estudiante procedente de la clase trabajadora, luego como docente y finalmente como fotógrafa a tiempo completo, nos demuestra su concepción original del medio. Una concepción centrada en el retrato de individuos que encuentra en la calle, dentro de las campañas sobre temas escogidos en las que organiza su actividad. Por ejemplo, Eurana Park, aquel en el que jugaba en la infancia, los visitantes del Monumento a los Veteranos del Vietnam o los miembros del Congreso durante y después del escándalo Irán-Contra.




La mayor parte de los proyectos de Ross están impulsados por una cuestión moral, cívica o existencial: la formación de la identidad de una persona, los motivos por los que la vida merece ser vivida, por qué existe la injusticia o la barbarie de la guerra. Presenta una doble necesidad: reconciliarse con el pasado y el presente, y comprender este mundo a través de los individuos que habitan en él. Logra capturar el sentido de la vida y a la vez alcanzar la belleza. Por otra parte, su obra constituye un medio de comunicación con los retratados a los que hace transcender por el arte fotográfico. Su mirada es neutra, pero al tratar temas comprometidos toma partido por aquellos que ven un sinsentido la guerra.



Los congresistas que tomaron decisiones fundamentales para el país y sus asesores quedan retratados. Por otro lado, los manifestantes en contra de las guerras de Irak y Afganistán dentro de su proyecto, Protestad contra la guerra. Además, muchos niños y jóvenes en parques y barrios de Pensilvania, que suponen una reflexionan sobre el paso del tiempo, y que el medio fotográfico los hace pervivir. La mayoría captados en plano medio o tres cuartos, a veces con la mirada perdida en la lejanía. La artista también dirige su cámara a los lugares donde vivió la infancia como la antigua tienda de su padre o la casa de campo familiar de Rockport, que inmortaliza para el espectador.