LA FOTOGRAFÍA DE MARISA FLÓREZ


 

La sala Canal de Isabel II presenta la exposición, MARISA FLÓREZ. UN TIEMPO PARA MIRAR (1970-2020), que reúne un conjunto de 184 fotografías de esta fotógrafa y editora en un amplia trayectoria, que se inició en el diario Informaciones, para desarrollarse principalmente en EL PAÍS. Su labor profesional, que ha sido premiada a lo largo de los años, nos permite conocer un periodo extraordinario de la historia de España, al comienzo de la democracia, durante las primeras legislaturas. También los acontecimientos más significativos; los cambios y reivindicaciones sociales, y su principales protagonistas. Participó de aquellos hechos de nuestro pasado y se involucró con sus hacedores. Fruto de ello han sido numerosas imágenes icónicas que han pasado al acervo de una realidad vivida, como aquellas que retrataron  a la generación del rey; al encuentro entre el alcalde Tierno Galván y la actriz Susana Estrada, mostrando un pecho; o las que retrataban a un grupo de mujeres en la cárcel de Yeserías.



La exposición se organiza según los pisos en los cuales se distribuye. En el bajo, un espacio se dedica a su trayectoria profesional; y otros a diversos contenidos como el que representa a la llegada de las libertades con sus primeras manifestaciones; las referidas a la Casa Real; o a personajes como Lola Flores tras ser condenada por fraude fiscal, o al torero madrileño, José Tomás. Un capítulo especial corresponde a las primeras Cortes, que reunía a muchos personajes que habían estado en el exilio, resumen de las dos Españas, que una vez se enfrentaron en la Guerra Civil, y ahora se reencuentran para construir un régimen democrático. Marisa Flórez retrató a los políticos en busca del necesario consenso, hoy impensable en medio de una fuerte polarización, en la cafetería o charlando en los pasillos. Complementarios son los conjuntos dedicados a Dolores Ibárruri, La Pasionaria, como diputada y miembro del Comité Central del Partido Comunista; o el dedicado a los presidentes del Gobierno.



La sociedad española cambió progresivamente en estos años, según se producían acontecimientos importantes, y se aprobaban nuevas leyes que ampliaban las libertades. La cámara de Marisa Flórez nos documenta las manifestaciones por el derecho al aborto. También, los numerosos atentados terroristas de la época. Su fotografía sobre el asesinato del comandante Ynestrillas, con su coche con las puertas abiertas y los cuerpos en los asientos tumbados, resulta impactante. Por otra parte, su cámara dio importancia a los artistas, cantantes, directores y actores que protagonizaron esa época. Desde Luis Buñuel hasta Pedro Almodóvar. No podía faltar el regreso de una de las obras de arte más emblemáticas, y necesarias, El Guernica de Picasso, que requería de unas condiciones estrictas para su vuelta. Marisa Flórez nos documentó su llegada en avión con la autoridades esperando, hasta su depósito, enrollado primero, luego exhibido encerrado en una urna en el Casón del Buen Retiro.



La mayoría de las fotografías de la exposición son en blanco y negro, aunque hay un conjunto en color, principalmente de gran tamaño. Unas imágenes que nos informan de la variedad temática que abordó a lo largo de su carrera. Documentó, como fotoperiodista, acontecimientos significativos, centrados en los personajes. Sus retratos son magníficos, muy empáticos. Combina la sencillez con la fuerza expresiva, mediante la utilización de diversos planos, desde el primero hasta el general. Busca, muchas veces, un significado suplementario al de la propia imagen, al combinar distintos elementos. Por ejemplo, el presidente Adolfo Suarez, solo acompañado de una hilera de escaños vacíos; Felipe González de espaldas frente a un espejo; Blas Piñar, dirigente ultraderechista, pasa cerca de los diputados comunistas encabezados por Santiago Carrrillo, o el ataúd de Dolores Ibárruri portado por el que sería secretario general del partido, frente al los carteles de la dirigente fallecida.


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