INTRIGA ANTES DE LA GUERRA


 Las potencias occidentales fueron condescendientes con la política expansionista del régimen nazi con el fin de apaciguarle para no llegar a una nueva guerra de inmediato como sucedió en 1914. Sin embargo, tras el acuerdo de no agresión entre Alemania y Rusia que implicaba el reparto de Polonia, el conflicto era inminente. En el verano de 1939, los servicios de inteligencia estaban pendientes de cualquier maniobra del contrario que indicara el inicio, hasta ese momento desconocido, de la guerra. Numerosos espías nazis estaban desplegados en territorio británico, y británicos en Berlín. En este contexto se sitúa la película, LAS HIJAS DEL REICH (Six Minutes to Midnight), del directo Andy Goddard.



La escuela Augusta-Victoria en la costa sur inglesa, un lugar que combina la campiña y la ribera del mar acantilada de Inglaterra, acoge a un grupo de jóvenes hijas de nazis alemanes de alto rango. Aprenden inglés y practican deporte, mientras conectadas con Alemania por radio, escuchan los discursos de Hitler. La escuela fue fundada en 1932, y estaba dirigida por la señorita Rocholl, la directora, y su ayudante, Ilse Keller, una joven atleta. Los signos y la ideología nacionalsocialista están presentes en el colegio. Por ello, el gobierno británico le tiene vigilado por profesores al servicio del espionaje. Los problemas surgen cuando uno de ellos aparece muerto en la playa de un disparo.




El nuevo profesor, que se incorpora en el verano de 1939, tiene la misión de enseñar inglés, pero a la vez, de obtener información candente sobre los nazis que pudieran estar operando en la escuela como tapadera. Todos los medios en el país piensan ya en una guerra en cualquier momento. Y este profesor, que es un capitán del ejército inglés, descubre que se van a llevar a las jóvenes en un avión que aterrizará en una playa próxima, además portarán un documento con los espías británicos desplegados en Alemania. En este momento se producirá un enfrentamiento entre unos espías y otros para frustrar la operación, mientras Gran Bretaña declara la guerra a Alemania el 3 de septiembre, sin haber cedido esta vez a las pretensiones de Hitler de invadir Polonia impunemente.


EL HÁBITO DEL CURA


El refrán las apariencias engañan podrían servir para comprender el hecho real que un joven convicto al vestirse con una camisa negra de cura, pueda sustituir al vicario de un pueblo en Polonia. La película, CORPUS CHRISTI, dirigida por Jan Komasa, nos cuenta esta historia que va más allá de un simple engaño, para mostrar la religiosidad católica del país europeo, el despertar de la vocación en una persona. Así, Daniel, el protagonista, que ayuda a misa en el reformatorio, donde ha aprendido la liturgia y las oraciones, logra salir en libertad condicional, para evitar problemas con otro recluso. Por su pasado, no puede seguir la carera sacerdotal, sino que tiene que desplazarse a un lugar apartado del país para trabajar en una serrería, un destino obligado mientras rehace su vida.



El protagonista, a simple vista, toda la gente le identifica con un convicto, y más en el pueblo donde llega, que los habitantes están acostumbrados a convivir con los que envían desde el reformatorio. Todo cambia cuando se viste con una camisa negra y un alzacuellos. A partir de ese momento, el vicario le aloja en su casa, e incluso le pide que le sustituya unos días por un problema de salud. De esta manera,  acepta, encargándose desde ese día de todas las ceremonias del pueblo. El nuevo joven sacerdote, poco a poco, con sus formas personales de realizar la confesión, con los contenidos de los sermones, se hace con la confianza de los fieles. También, resolverá uno de los problemas más importantes que sufren sus gentes y que afecta a su convivencia.



Daniel, indagando entre los habitantes del pueblo, descubre las causas de un accidente de tráfico en el que murieron siete jóvenes que según las versiones oficiales fue provocado por un conductor borracho de la misma localidad. Las familias de los muertos hacen la vida imposible a la viuda, y él demuestra, que tan culpables fueron los jóvenes, que eran los que iban bebidos, como el conductor, que se chocó contra ellos. El éxito que disfruta va a terminar cuando un compañero del reformatorio que trabaja en la serrería le descubre y le denuncie. Según el refrán el hábito no hace al monje, pero podemos añadir, tras ver la película, que le puede ayudar para mostrar por un lado todas las capacidades de una persona en sentido positivo, y por otro, lograr escapar del círculo de violencia y abuso de las cárceles.


RETRATO DEL PADRE



A veces el choque generacional entre padres e hijos supone un enfrentamiento de dos maneras de mirar al mundo. Por un lado la sociedad urbana en constante cambio, y por otro, la rural, anclada en el pasado. Se oponen, igualmente, dos ideologías, una tolerante, abierta y comprensiva con los demás, y otra, que rechaza a otras personas por tener gustos y costumbres distintas. Este enfrentamiento lo padecen los protagonistas de la película, FALLING, escrita y dirigida por Vigo Mortensen, que interpreta al hijo homosexual que tiene que cuidar a un padre ultraconservador, violento, machista, al final de su vida. 




El padre abandona la granja de las montañas, donde había vivido desde la juventud, para trasladarse al sur de California, enfermo y con señales de demencia, para estar cerca de su familia. Allí desde el principio choca con su hijo que está casado con otro hombre y tiene adoptada una niña inmigrante. No los acepta cómo viven, y además, empieza a hablar del pasado de una manera cruel, especialmente de la madre del protagonista, que le abandonó por los malos tratos que le daba. Los hijos, un chico y una chica, siempre estuvieron en su casa, especialmente después de la muerte por accidente de su esposa.




Las imágenes del  pasado tanto del padre como del hijo, con quien tuvo una relación más estrecha, se mezclan con el presente. Este último tuvo que soportar siempre la carga de un padre que le veía diferente a él, sin los mismos gustos por la caza o las armas. Hoy la situación no puede ser más distinta entre ellos. Uno es defensor de una familia moderna, y el otro, del antiguo conservadurismo. Lo único que tienen en común son los recuerdos por su relación consanguínea. De esta manera, no le quedará otra opción que regresar a la granja, sobre todo, cuando se le reproduzca el cáncer que tuvo en el estómago hace años, lejos de los suyos, prisionero de sí mismo.