TIERRA DE NÓMADAS


 La vida del ser humano está ligada a la realidad económica del trabajo. El entorno familiar se ha desarrollado, igualmente, a partir del mismo. Un cataclismo económico o la desaparición del apoyo familiar puede hacer cambiar la realidad en la que te desenvuelves. La recesión económica provocada por la crisis financiera internacional de 2008 provocó que numerosas personas perdiesen el trabajo, y de ahí la dificultad de obtener un ingreso para mantener la vivienda. El mercado de trabajo en vez de ofrecer empleos fijos, se transformó en empleos precarios coincidentes, la mayoría de las veces, con épocas del año de mayor consumo, de turismo o de la recolección de determinados productos agrícolas. El reto se plantea para las personas que se aproximan a la vejez. La dificultad de encontrar una ocupación es mayor. 




En EEUU hay un grupo de personas que viven en caravanas y trabajan temporalmente de forma precaria. La mayoría de ellas son personas en edad de jubilación. Perdieron además de su medio de vida, su familia directa que les pudiese amparar. Otros decidieron vivir de esta forma, tras la crisis económica. Es lo que le sucedió a la protagonista de la película, NOMADLAND, escrita y dirigida por Chloé Zhao, que recibió el León de Oro en el pasado Festival de Venecia, y este año, tras ganar varios Globos de Oro, es candidata indiscutible para los premios Oscar. Una película protagonizada por la actriz Frances McDormand, en el papel de una mujer madura que ha tenido que abandonar su antiguo hogar, ahora arruinado por la crisis económica en medio del desierto de Nevada. Todo lo que le queda son los recuerdos de su marido, un antiguo minero,  que murió de cáncer.




Fern, que así se llama la protagonista, vive en una furgoneta reconvertida en vivienda. Los únicos ingresos que tiene son los trabajos temporales que le salen en cada época del año. Durante la Navidad la contratan en Amazon, luego en verano en un camping, en otoño en la recolección de la remolacha, y así, sucesivamente para ir viviendo de un lado para otro, llevándose consigo misma los pocos objetos de su antiguo hogar y los recuerdos de su familia. En su periplo por el oeste americano, conoce a muchas personas como ella, ya mayores que van de un lado hacia otro por los amplios espacios naturales del país. Hace buenas amistades, y se ayudan mutuamente, sobre todo en la reunión anual en el desierto. A pesar de los ofrecimientos de que se establezca definitivamente, por parte de sus amigos, o su hermana, ella prefiere este estilo de vida.




El resultado es una película muy sólida sobre la dificultad de vivir en el presente acuciado por una realidad económica difícil, cuando la persona ha perdido la vida llevada desde la juventud, y se encuentra en la vejez, sola y sin trabajo, en medio de la nada. La directora trata el tema con sensibilidad. Hace uso de una luz crepuscular muchas veces, de los planos generales a los más cortos centrados en el personaje, o en algún dato del paisaje. Establece la comunicación entre el ser humano y la naturaleza salvaje. Supone por un lado, un recuentro consigo misma al sentirse libre, y por otro, descubrir el valor de la vida, que no está sólo dentro del ser humano, sino en medio de la naturaleza, igualmente viva. 

FUGA DE AUSCHWITZ

 

Al final de la película, EL INFORME AUSCHWITZ, del director Peter Bebjak, cuando pasan los títulos de crédito, no suena una melodía, sino los discursos de líderes políticos actuales que hablan sobre cerrar fronteras, luchar contra la inmigración o los homosexuales y gitanos. Sus voces son reconocibles porque han aparecido continuamente en los medios de comunicación. Nos recuerdan aquellas ideas fascistas que llevaron al poder a un régimen criminal como el nazi, que fue el responsable del Holocausto, la construcción de campos de concentración y exterminio, donde se torturó sin límite a los detenidos hasta una muerte violenta. La Segunda Guerra Mundial fue fruto del enfrentamiento entre los sistemas políticos democráticos y los totalitarios, que provocó millones de muertos.




La película del director Peter Bebjak se basa en hechos reales. Dos judíos eslovacos lograron fugarse del campo más sanguinario del nazismo, Auschwitz-Birkenau en abril de 1944, con la pretensión de que el mundo se enterara de la muerte continua de miles de judíos en las cámaras de gas. La llamada Solución Final no era conocida en su toda extensión entre las potencias aliadas durante la guerra. Se sospechaba el trato inhumano en los campos de concentración alemanes, situados en el este de Europa. La Cruz Roja tenía conocimiento de la situación de campos como el de Theresienstadt, presentados como modélicos en el trato a los judíos, aunque en la realidad no fuese tal. Ésta organización recibía cartas de los internos cuando iban a ser deportados, y enviaba ayuda en comida y medicina a los mismos.




La verdad del trato a los judíos lo recopilaron con datos y pruebas los prisioneros, Alfred Wetzler y Rudolf Vrba, que se fugaron después de haber conocido lo que sucedía en las distintas lugares del campo de exterminio. Ellos eran trabajadores, principalmente escribientes, que fueron anotando los camiones de prisioneros que llegaban y los que iban destinados a las cámaras de gas. Tras esconder la información, decidieron huir con ella, un día que salieron a trabajar fuera del perímetro de los barracones. Allí permanecieron escondidos varios días en condiciones extremas de temperatura, hasta que, acabada la intensa búsqueda por parte de los vigilantes alemanes, lograron alejarse de los límites del campo. Iniciaron, así, una huida a pie con dirección a la frontera de Eslovaquia por inmensos bosques, hasta llegar a su país natal.




Recibieron ayuda desde el primer momento para cumplir su heroico destino en ropa, alimento y protección, a costa, sobre todo en sus compañeros de barracón, de tortura y muerte. Sortearon, en el camino a la libertad, a las tropas alemanas apostadas en las vías de comunicación. Tras superar distintos percances, heridas y cansancio, pudieron difundir al mundo la información que llevaban escondida. Al principio recibida con incredulidad, incluso por parte de la Cruz Roja Internacional, y que se concretaría en un informe, parcialmente recortado, pero que lograría impedir el transporte de miles de judíos húngaros a Auschwitz al final de la guerra. En este valioso informe se basa el guion de esta película, que demuestra, una vez más, la dificultad de la representación en imágenes de los horrores, tan inhumanos, del genocidio judío.

EL SUEÑO AMERICANO


 El objetivo de cualquier inmigrante es mejorar su vida en el nuevo país. Ha sido la pretensión de todos aquellos que llegaron a EEUU desde principios del siglo XX. Incluso de cumplir el llamado sueño americano, que consistía en prosperar radicalmente, de hacerse rico en una tierra que ofrecía múltiples oportunidades, de alcanzar lo más alto desde una humilde condición social. La gran potencia norteamericana sigue recibiendo continuos inmigrantes en la actualidad, con la pretensión simplemente, esta vez, de salir de la pobreza y violencia que se sufre en algunos países. Los protagonistas de la película, MINARI. HISTORIA DE MI FAMILIA, escrita y dirigida por el director, Lee Isaac Chung, llegan desde Corea del Sur para tener una vida mejor, pero las circunstancias están lejos de ser un sueño.




La joven pareja protagonista se instala al principio en California donde empieza a ahorrar trabajando como sexadores de pollos. Tuvieron dos hijos, y con las ganancias de los primeros años, deciden comprar una finca de veinte hectáreas en Arkansas para dedicarse a la agricultura, mientras siguen trabajando en el mismo oficio. La mujer opina que no es una buena idea al ver que tienen que vivir aislados de la gente y en una casa prefabricada con ruedas. Además, el hijo pequeño tiene una dolencia del corazón y puede sufrir un ataque repentino, estando alejados de cualquier hospital. Tras muchas discusiones, para ayudar en el cuidado de los hijos deciden traer a la abuela desde Corea.




La pretensión del marido es dejar de trabajar en la fábrica para dedicarse de pleno al cultivo de verduras. Para ello necesita dinero para la compra de un tractor y poner en marcha el sistema de riego. Cuando el dinero ahorrado se gasta, descubre la dificultad de vender la producción en las ciudades próximas. Todo va a ser un fracaso continuo, un comenzar de nuevo, después de chocar con innumerables dificultades. Así, en este tiempo, la abuela enferma de un derrame cerebral y, accidentalmente, provocará un incendio en el granero, que hará desaparecer la cosecha. Pero esta, a veces, divertida familia logrará salir adelante, como aquella planta, el minari, traída por la abuela y plantada al lado del riachuelo por sus propiedades medicinales y alimenticias, que ahora crece exuberante entre la maleza.

LA PINTURA DE GUILLERMO PÉREZ VILLALTA


 
La sala de exposiciones Alcalá 31 muestra una original retrospectiva titulada GUILLERMO PÉREZ VILLALTA. EL ARTE COMO LABERINTO. sobre las distintas facetas del artista gaditano. De su formación como arquitecto, el diseño del espacio expositivo, que da soporte a su principal actividad, la pintura, completada con un conjunto de muebles de formas originales y joyería. Todo un hombre del Renacimiento, un artífice, como le gusta llamarse. Algún mueble o maquinaria de madera, recuerda a los objetos salidos de la mente de Leonardo Da Vinci, dibujados, y nunca llevados a la práctica. Para cualquier historiador del arte, su pintura, que se podía clasificar dentro del postmodernismo de los ochenta, por sus numerosas referencias culturales, resulta muy valorada. 




La exposición en la sala alargada del edificio de Antonio Palacios alude a una perspectiva de su obra. El arte comprendido como un laberinto. Una referencia clásica al mito del Minotauro. Los cuadros aparecen expuestos en una estructura de paredes a modo de laberinto cuyo punto de fuga es un templo circular que nos recuerda el templete de San Pedro in Montorio de Roma construido por Bramante, decorado con una inscripción interior que dice: La vida surge para tener consciencia de la belleza. Arriba, en el segundo piso, hay un retrato gigante, tal vez el rostro del mismo autor, porque en los laterales hay dos dibujos, con sus autorretratos, uno a los 35 años y otro a los 66, con textos de su mano. Podemos decir, de esta manera, que la exposición trata sobre su obra, y el mismo como centro a lo largo de su vida.




La pintura de Guillermo Pérez Villalta representa mundos imaginarios, que estructura a través de construcciones geométricas dentro de un paisaje frente al mar. Sin duda alguna iluminado con la luz de la costa mediterránea o atlántica de su Andalucía natal. Valora en muchos ejemplos la perspectiva abierta por galerías cuyo fondo se pierde en el horizonte. En otras imágenes, los edificios guardan un depósito de agua donde se desarrolla la escena. Los protagonistas son tanto las pocas figuras humanas, principalmente hombres desnudos, como las estructuras arquitectónicas donde se encuentran. Es el espacio idóneo para el mito clásico, para una vida simbólica, cercana a las imágenes surrealistas, a la manera de Giorgio de Chirico, Dalí o Miró. Y sobre todo, la búsqueda de la belleza a la que llega la imaginación del artista, y que lograda a través del arte, la muestra al espectador para su contemplación.




VIOLENCIA ENTRE MAYORES


 El paso del tiempo puede erosionar una larga relación de pareja. La pasión y el afecto, que se tuvo en el pasado, se viene abajo. Lo mismo que le sucede a la vitalidad de los cuerpos, a la belleza física del hombre y la mujer. Aquel proyecto de vida compartido da signos de irse desmoronando, como la amplia casa, hoy llena de objetos inútiles. Entonces, la convivencia se deteriora, resulta imposible entre la pareja. Sale a la luz, los caracteres contrapuestos, las contradicciones que se soslayaron al principio. La infelicidad preside cada día en una lucha sin final. Es lo que le sucede a los protagonistas de la película mexicana, EL DIABLO ENTRE LAS PIERNAS, del director, Arturo Ripstein, donde dos ancianos, a los que cuida una joven sirvienta, viven el sufrimiento diario de su existencia juntos.




Beatriz, la protagonista, sufre habitualmente los insultos y vejaciones del marido, un antiguo farmacéutico que quiso ser médico. Las discusiones son constantes entre ellos. La locura de los celos se encuentran en la base de esa violencia que ejerce sobre ella, pues cree que le es infiel con otros hombres, cuando es él quien le traiciona con otra mujer. A lo único a que se dedica ella es a la práctica del baile de salón. Todo gira para el marido en la satisfacción de su instinto sexual. Humilla a la mujer por la misma razón. La situación se precipitará cuando la amante se canse del marido. Los celos y la violencia que ejerce sobre la esposa se incrementará. En este momento, interviene la sirvienta, que le informa de la infidelidad del señor.




De esta manera, la protagonista, hará lo que hasta ese instante no había hecho, ser infiel a su esposo  una noche. A la vuelta, el marido le vuelve a humillar con insultos y vejaciones, Ella, decide, en consecuencia, abandonarle, dejar a un lado los numerosos recuerdos de su vida juntos que la casa y los jardines, muy deteriorados por el paso de los años, acumula, para volver a ser libre como lo fue en su juventud. Sin embargo, aquél con ayuda de la sirvienta, le va a impedir huir. Demuestra, así, el sometimiento, la posesión que ha ejercido siempre él, incluso hasta llegar a la violencia física extrema. Un símbolo de la agresión machista de todo tipo prolongada en el tiempo.

JUCIO A LA ADOLESCENCIA


Los jóvenes mantienen relaciones personales con la mayor libertad en las sociedades contemporáneas. Los padres no tienen pleno conocimiento de la vida íntima de sus hijos, cada vez menos, según se hacen más mayores. Pueden hacerse una idea de las amistades o las experiencias amorosas por lo que les cuentan o comprueban en la rutina diaria. Conviven con ellos, pero amplias parcelas de su tiempo se les escapan, sobre todo en la actualidad a causa de las redes sociales. La misma tendencia que afecta a los adultos de mostrar mediante vídeos o fotos su privacidad, la experimentan los adolescentes. Muchos problemas de convivencia surgen cuando un amigo o amiga comparte imágenes fuera del grupo de amistades. Acaban ocasionando la enemistad al dejar al descubierto un aspecto de si mismos hasta ahora oculto.
 

En la película, LA CHICA DEL BRAZALETE, escrita y dirigida por Stéphane Demoustier, muestra el juicio contra Lise, que a los 16 años fue acusada de homicidio, y ahora, dos años después se celebra la vista oral para establecer su culpabilidad o inocencia. Estuvo en prisión seis meses y luego fue puesta en libertad condicional con un brazalete para tenerla localizada. Desde la fecha de los sucesos que la inculpan, no sale apenas de casa donde ha proseguido los estudios de secundaria. Las circunstancias estaban en su contra. Una tarde asistió a la fiesta que daba su amiga Flora en su casa. Luego se quedó a dormir tras la juerga. A la mañana siguiente, su amiga fue encontrada asesinada. En la tarde del mismo día, la policía la detuvo cuando tomaba el sol en la playa junto a sus padres.



Durante el juicio queda demostrado que sólo las circunstancia le inculpan, pues la prueba de cargo que presenta la fiscalía, un supuesto cuchillo propiedad de la familia, que se decía ella había utilizado y luego ocultado, aparece en una caja de herramientas. Por otra parte, el ministerio público utiliza como motivo de Lise para acuchillar a su amiga, el hecho precedente de que ésta difundió un vídeo de carácter sexual de ella. El testimonio de un chico, que luego sería pareja de Flora, que declara que Lise había amenazado de muerte a su amiga, a raíz de la difusión de la grabación. 




Además, apunta la fiscalía, que es una chica promiscua, con muchas relaciones. La defensa opone que no se pueden hacer juicios morales contra la acusada, que lleva una vida como la de muchos jóvenes de su edad. La mayor parte desconocida para los adultos que la han visto crecer a su lado. De la misma manera, en la fecha del homicidio, los rencores entre las amigas habían desaparecido, y como queda demostrado, existía una relación de amistad y afecto entre ellas, que ahora apenas puede exteriorizar la acusada, todavía impactada por el suceso trágico tras una noche de fiesta. Finalmente a Lise la declaran inocente, y el brazalete electrónico para estar siempre localizada y evitar su fuga, desparece de su tobillo, que ella sustituye por un collar que llevaba al cuello, que expresa, a partir de ese momento, su libertad individual.