BRIGHT STAR, dirigida y escrita por Jane Campion es un exquisita y extraordinaria película sobre la última parte de la vida del poeta románico inglés John Keats. Aquella que cuenta la intensa relación amorosa entre el empobrecido poeta y la joven de clase media alta, Fanny Brawne. Un amor imposible por la diferencia social entre ambos, que ésta intenta convertir por su devoción y entrega al enfermizo John, en real y posible.
Fanny, evoluciona de frecuentar y flirtear en los bailes y salones a sus pretendientes para un futuro matrimonio, al amor apasionado con el poeta que vive alojado en su casa con un amigo que le mantiene y le estimula a escribir. Ella llegará a estudiar poesía con él, a aprender sus poemas, que apenas le dan dinero para vivir. Sin duda, la mejor y más romántica elección.
La directora en la película relaciona de la mejor manera posible la poesía y el lenguaje cinematográfico, la belleza de la palabra, y la utilización apropiada de la imagen. Así, comienza con un verso en el que Keats escribe que una cosa bella produce siempre un goce eterno. Esta búsqueda de la belleza se expresa en el tratamiento de la luz y el color, influenciados por el paso de las estaciones, y relacionados con el estado físico y anímico de los personajes. Nos encontramos con escenas sobre la nieve, de invierno que se asocian a la enfermedad o a la muerte, o también con las de la primavera, unidas a la explosión del color en las flores, simbolizando el renacer de la naturaleza, del amor. Las luces de los interiores domésticos están muy cuidadas igualmente, son luces naturales, a veces contraluces de exquisito gusto. Hay un tratamiento especial para la protagonista, la actriz, Abbie Cornish, muy fotogénica, de rasgos faciales perfectos, para que deslumbre en cada plano a lo largo de la historia. La ambientación de época, los interiores, todo el conjunto ha sido cuidado hasta el mínimo detalle.
Ella es Bright Star, la estrella de brillo permanente, la musa que inspiró el poema de este título, que recitan los enamorados en momentos de gran transcendencia de la película. Uno conjunto, cuando ellos viven su amor, y otro, más importante, cuando a Fanny le llega la noticia de la muerte en Roma de Keats, donde se había trasladado por consejo médico. Este es el final de una película donde poesía y cine forman un todo único, y donde hasta el paso de los títulos de crédito, va acompañado de una voz que recita poesía.