ARQUITECTOS FRUSTRADOS



 A veces una película está construida con pensamientos profundos o con grandes derroches de medios. Proponen diferentes perspectivas sobre la vida de un ser humano. Son merecedoras, por su tratamiento, en muchas ocasiones poético, de las mejores recompensas. En cambio, otras historias se elaboran de las circunstancias cotidianas. Si los personajes han madurado lo suficiente para hacerse cargo de los problemas del día a día que surgen a menudo cuando se tienen hijos. Por otro lado, se encuentra el tema del éxito profesional o la frustración de no haber logrado el estatus que se pretendía, sobre todo si has tenido una juventud prometedora. Este es el planteamiento de la película, UNA VIDA NO TAN SIMPLE, escrita y dirigida por Félix Viscarret, donde los protagonistas, pasan una crisis como arquitectos por no poder llevar a la práctica sus proyectos.






Vida profesional y vida afectiva discurren paralelas en los personajes de la película. Isaías, el protagonista, fue un joven arquitecto premiado, pero ahora se encuentra sin poder trabajar la mayor parte del tiempo, que dedica a cuidar de sus dos hijos, lo que alivia a su mujer de las tareas de la casa para poder dedicarse a su profesión como profesora universitaria. Pero eso se trasluce en una insatisfacción personal continua, que le lleva a la infelicidad con su pareja. Solamente el trato con una madre que lleva a su hijo al mismo centro escolar, que también pasa la mayor parte del tiempo sola, le ayuda a sobrellevar la situación que vive. Ese trato ahonda las diferencias y los problemas de Isaías con su mujer, que no comprende bien la situación mental de su marido, a quien su amiga le ha incrementado sus obsesiones por las cosas más nimias.






Temen que si su vida apenas tiene aliciente, vaya incluso a peor. Les preocupa el efecto pernicioso de las antenas de telecomunicaciones o de los hornos microondas. Que se produzca un incendio fortuito si se colocan las ropas de los niños encima de las lámparas de la habitación. La película muestra este trastorno mental fruto de las nuevas rutinas de la vida adulta, que los personajes tienen que afrontar de manera adecuada, en especial, si hay una convivencia en pareja. Al final, los personajes no llevan hasta sus últimas consecuencias sus frustraciones, y parece que van a salir hacia adelante, sin caer en la infidelidad o en la impotencia profesional, por lo que no es tan simple, por tanto, enfrentarse a los desafíos de la rutina diaria.

ESPACIOS DE LA MEMORIA


 

El Museo ICO, con motivo de Photoespaña 2023. organiza la exposición, BLEDA Y ROSA, una retrospectiva de estos dos fotógrafos españoles, que se han interesado por captar espacios arquitectónicos y paisajísticos con una referencia histórica. Unos espacios urbanos, naturales, que interpelan al espectador que los contempla cómo son en la actualidad, pero que tienen un componente esencial para entender hechos y formas artísticas del pasado. Se podría decir que comunican lo que fue ese lugar a la vista del presente, conociendo lo que sucedió hace décadas o millones de años. Hoy algunos espacios son visitados por miles de turistas, otros son completamente desconocidos, paisajes donde sucedió una importante batalla o lugares con yacimientos arqueológicos donde se han encontrados los pocos restos de la estirpe humana que se conservan.



La fotografía de Bleda y Rosa documenta, por tanto, paisajes naturales, lugares con historia, monumentos arquitectónicos, incluso antiguos campos de fútbol abandonados. Su forma de trabajo es a través de grandes series, que abarcan varios continentes o espacios más cercanos. En la exposición madrileña se presentan en forma de videoinstalaciones. Cajas de luz que proyectan las fotografías que constituyen cada una de las series. A veces se incluyen letreros que nos informan de la imagen. Otras una voz en off lee un texto literario que contextualiza al espectador. Todas las fotografías son en color, salvo la serie Campos de fútbol, una de las más interesantes, junto a Campos de batalla, de las más largas, que abarca lugares de España, Europa y Ultramar. Igualmente llama la atención, el proyecto Origen, que muestra los paisajes, algunos desérticos donde se encuentran los yacimientos con restos humanos fundamentales.




El proyecto Ciudades nos muestran lo paisajes donde se encontraban urbes memorables. Las series Estancias y Tipologías, nos remiten más bien a la historia del arte. Nos llevan a la antigüedad clásica o al pasado islámico, incluso a la civilización egipcia. De esta manera observamos, el Coliseo romano, la pirámide escalonada de Saqqara o el interior del palacio de Cnossos. Son ejemplos que se muestran tanto con planos generales como con detalles, por ejemplo de sus columnas, pilastras o decoraciones esculpidas o pintadas. Por otro lado, en el proyecto, Corporaciones, se leen fragmentos del libro de Arturo Barea, La forja de un rebelde, sobre imágenes del edificio telefónica de la Gran Vía. Finalmente, en Prontuario, nos lleva a los lugares esenciales de la crisis del Antiguo Régimen en España, como Trafalgar, Madrid o Cádiz.



LA SINDICALISTA VIOLENTADA



 

Los intereses de las multinacionales en un mundo globalizado superan aquellos de su país de origen o de los trabajadores. El afán por extender su poder y ampliar el negocio dan la espalda a los aspectos humanos. Cualquier cambio de estrategia la llevan en secreto, sin excusar medios para conseguir sus objetivos. Sus directivos han decidido salir de sus fronteras con tal de sobrevivir en un mundo cada vez más competitivo, incluso a vender una tecnología que desean sus rivales en el mercado. Esta circunstancia la denuncia la película, UN BLANCO FÁCIL, escrita y dirigida por Jean-Paul Salomé, basándose en un hecho real. Es la historia de la sindicalista, Maureen Kearney, presidenta del comité de empresa de Areva, una multinacional francesa del sector de la energía atómica.



Maureen denuncia ante las autoridades francesas, ministros y asamblea de diputados, la negociación para hacer un acuerdo de fusión entre su empresa, Areva, EDF y los chinos, que suponía la pérdida de casi cincuenta mil puestos de trabajo y la cesión de la tecnología francesa. La negociación se lleva casi en secreto. Un ingeniero le da el soplo a la sindicalista que empieza a hablar con las autoridades para frenar la operación. Entretanto, comienzan las amenazas de parte de sus directivos. Justo antes de ser recibida por el Presidente de la Republica, Françoise Hollande, es atacada brutalmente en su casa, donde es atada en el sótano y violada. La policía al principio la protege, pero fruto de una torpe investigación, llegan a acusarla de debilidad mental y simular el incidente para llamar la atención. 



Cuatro años después, su abogado no puede impedir ser condenada a cinco años de cárcel y a una multa. En contra de ella pesa que había sido violada en el pasado, y que no había ofrecido resistencia. Pero ella no desiste, y decide apelar, especialmente cuando recibe una información de la policía, que hubo un caso similar con la mujer de un ingeniero, que había sido violada igualmente, para presionar a su marido, que se oponía a las decisiones de la empresa, dirigidas por los mismos ejecutivos e intermediarios que en su caso. De esta manera, y con una mejor defensa legal, y apoyado por sus compañeros sindicalistas, logra ser declarada libre de cargos. En ese tiempo se vio que ella tenía razón, ya que el acuerdo con los chinos supuso el despido de casi todos los trabajadores, salvo los ingenieros, y que fueran ellos quienes construyeran las centrales nucleares, después de haberse apropiado de la tecnología francesa. Fueron los ganadores del acuerdo, y aquellos ejecutivos sin escrúpulos, que para enriquecerse, no tuvieron escrúpulos de destruir a las personas que se opusieran.

LA FOTOGRAFÍA DE LOUIS STETTNER


 

La Fundación Mapfre de Madrid organiza la exposición, LOUIS STETTNER, una amplia retrospectiva de la larga trayectoria del fotógrafo norteamericano, que reúne unas ciento noventa imágenes, publicaciones y un vídeo. Por primera vez se realiza una muestra tan amplia de su obra que reivindica su figura como uno de los artistas fundamentales de la postguerra. Fue en el conflicto bélico mundial cuando se inició en este arte. Le influiría decididamente para desarrollar una fotografía con perspectiva humanista, de captar al ser humano esencial presente en la gente común. Tiene en cuenta al escritor, Walt Whitman, cuya obra Hojas de Hierba, llevaba siempre en su bolsillo, fuente de inspiración para encontrar la belleza en la vida cotidiana. Por otra parte, fue un artista que pretendía un cambio social, de planeamientos marxistas. Perteneció a la Photo League, donde fue uno de los profesores más jóvenes y amigo de Weegee y Sid Grossman. 



Sus imágenes son capturas de un instante feliz o bello, principalmente de la vida urbana. Se ha dicho que su obra se encuentra entre la fotografía de calle norteamericana y el humanismo lírico francés, Así se observa en su producción entre sus dos ciudades emblemáticas, Nueva York y París. En la capital francesa completó su formación, y captó las calles vacías después de su liberación. Desde ese momento comenzaría su idilio con la ciudad, en la estela de Brassaï, que perduraría a lo largo de su vida, hasta incluso instalarse a partir de 1990. Volvería, de todas las maneras a la Ciudad de los Rascacielos, para interesarse, igualmente, por sus gentes, especialmente en el metro o en la Penn Station. Llama la atención sus fotografías de personas dormidas en la calle, en los parques, cansadas por el trabajo, otras interactuando visualmente con las construcciones. Las sombras, a veces, son elementos esenciales, en ángulos aberrantes o inclinados.



Fue un escritor prolífico sobre fotografía, principalmente en la revista Cámara 35, crítico con otros autores. En una serie de obras, se muestra especialmente comprometido en la defensa de los trabajadores en plena tarea dentro de las fábricas donde llevó su máquina para retratarles. Fábricas de textiles, de coches, a los pescadores en la española isla de Ibiza, porque el autor no se limitó a estar entre País y Nueva York, sino que visitó otros países europeos. Realizaba fotografías robadas donde la persona no posaba. Para ello, hacía que manipulaba la máquina de visor superior, sin necesidad de ocultarla. En este sentido es curiosa la serie de Nancy, una beatnik del Greenwich Village, a la que siguió durante cinco días, a finales de los años cincuenta. Su obra fue principalmente en blanco y negro, aunque en la primera década del 2000, experimentó con el color. En las últimas fotografías, ya mayor, acompañado de su familia, se ocupó de la naturaleza durante los veranos en Les Arpilles, unas imágenes que la representan en toda su belleza y paz.


LA REDENCIÓN DEL OSCURO PASADO


 

La naturaleza se regenera cada año en primavera ayudada por las buenas temperaturas y la humedad de las lluvias. Tras el frío invierno, nacen de nuevo las hojas de los árboles y las flores en el campo. A veces una prolongada sequía, o la destrucción provocada por un incendio, no han impedido este renovador crecimiento. Sabemos que muchas semillas se mantienen dispuestas a resurgir con el tiempo. En los jardines, aquellos espacios, dominados por el ser humano para convivir con la naturaleza lo más cercana posible, puede suceder lo mismo. Los seres humanos estamos insertos en este ciclo vital. Tenemos la capacidad de cambio, esta vez fruto de una decisión personal o de la sociedad que nos rodea. Esto es lo que le sucede al protagonista de la película, EL MAESTRO JARDINERO, escrita y dirigida por Paul Schrader, todo un experto en el cuidado de las plantas, que una vez fue un auténtico asesino al servicio de la ideología neonazi.



Narvel Roth cuida los preciosos y extensos jardines de Gracewood al servicio de la rica viuda Sra. Haverthill, que una vez en el pasado le dio una oportunidad sin preguntar sobre su pasado. Su maestría en el cuidado de los jardines oculta la condición de testigo protegido de la policía, que declaró en contra de una organización criminal extremista. Tuvo que cambiar radicalmente de vida, y vivir austero su nueva condición. Una situación que ser verá alterada con la llegada de la sobrina nieta de la señora, adicta a las drogas, que se ha quedado sola tras la muerte por enfermedad de su madre.  Tiene que enseñarla el cuidado de las plantas y a la vez protegerla. Será este reto el que le haga revivir su pasado a la vez que rompe su vida alejada de la violencia. 



Descubrimos que Narvel fue un consumidor de drogas, que tuvo que matar a personas por encargo, y ahora, un simple camello y su colega no constituyen un serio problema. Nada más que un problema pasajero, porque lo más importante es que se ha reencontrado con el amor encarnado, en Maya, la  sobrina de la señora, y heredera de los jardines, donde van a vivir juntos rehaciendo sus tormentosos pasados. 

LAS FOTOS PRIVADAS DE MARIE HOEG Y BOLETTE BERG


 

El cartel de PhotoEspaña 2023 corresponde a la exposición, COMO UN TORBELLINO. MARIE HOEG Y BOLETTE BERG, que reúne aquellas fotos que hicieron estas dos mujeres fotógrafas, para sí mismas como divertimiento, entre 1894 y 1903 en Horten, al sur de Noruega. Su legado estaba formado por fotografías de paisajes y retratos, lo propio entre los profesionales de la época, pero dos cajas tenían el calificativo de privados, y fueron adquiridos por el Preus Museum, para luego pasar al Estado noruego. Son las que han adquirido fama internacional, especialmente entre la comunidad queer, porque juegan con la identidad de género. En ellas aparecen travestidas las propias fotógrafas como sus amigos y familiares. La actividad fotográfica estaba socialmente aceptada para las mujeres de aquella época, muy al inicio del siglo XX, lo que no lo estaba era la lucha política en favor de los derechos de la mujer, que tuvo a Marie Hoeg, a una activista famosa que llegó a fundar una organización secreta. Esa lucha lograría sus objetivos al conseguir el sufragio femenino en 1913.



Marie y Bolette se conocieron en Finlandia donde la primera tenía dos estudios fotográficos, y en la que se formó la segunda. Desde ese momento surgió más que una amistad, y se convirtieron en pareja, que les llevó a formar un estudio fotográfico, Hoeg y Berg en Horten, para luego trasladarse a Oslo como empresarias en la realización de postales, de paisajes y reproducciones de pintoras contemporáneas. No se tienen muchas noticias de ellas, si acaso el legado de su archivo, cartas de visita, postales, y referencias en los periódicos. También, las fotos privadas de su archivo que nos muestran a ellas mismas y a sus familiares y amigos, travestidos, cuestionando la identidad de género. Una identidad que en los albores del siglo pasado esta estrictamente cerrada en un roles determinados, que ni en el avanzado país nórdico, pudieran ser cuestionados. El vestuario, los gestos, identificaban a hombres y mujeres. Mary Hoeg, más extrovertida, y Bolette Berg, llegaron a jugar con estos aspectos, en privado, como así fue su relación afectiva.


LO BARROCO DE HERRERA EL MOZO


 

La exposición que organiza el Museo del Prado titulada, HERRERA EL MOZO Y EL BARROCO TOTAL, pretende reivindicar la figura de este pintor del siglo XVII nacido en Sevilla, que alcanzó la fama en su tiempo, pero fue olvidado por la historiografía posterior. Para ello, se ha realizado una pormenorizada investigación que ha durado cuatro años con resultados extraordinarios al poder sacar a la luz dibujos y pinturas atribuidas a otros autores. De esta manera, podemos observar en la exposición un conjunto superior de estos ejemplos de los que observamos en otras muestras monográficas, dada la maestría en este arte del autor. Francisco de Herrera reunió en su persona a la habilidad en esta vertiente, otras como las de grabador, diseñador, pintor y arquitecto inventivo. El representa como nadie el llamado barroco total y la integración de las artes, conceptos provenientes de Italia.



La exposición, a través de siete secciones, aborda su trayectoria y sus aspectos más significativos. Herrera el Mozo se formó en el taller de su padre, el pintor sevillano Herrera el Viejo, del que aprendería la técnica del dibujo y utilizaría modelos que repetiría en sus composiciones. Tras su fallido matrimonio, viajaría a Italia donde completaría su formación, dentro del llamado barroco triunfante, según los postulados de Pietro da Cortona y Bernini. La exposición ha podido reconstruir este periodo gracias a un conjunto de dibujos atribuidos a otros autores. También conocemos una pintura de género de un vendedor de pescado, que nos habla, por una parte de la práctica del dibujo en las academias italianas, como su actividad como pintor enfocado al comercio de pinturas. Una vez en Madrid, mostraría su maestría en todo su esplendor con la obra, El triunfo de San Hermenegildo, siguiendo la concepción barroca aprendida en Roma, y que impactaría en los pintores españoles del momento.



Herrera el Mozo residió cinco años en Sevilla, y rivalizó con el mismo Murillo, quitándole algún encargo. Defendía un nuevo estilo más teatral, reforzado por la utilización de mayor colorido y por el manejo de las sombras. En 1660, se trasladó definitivamente a la corte donde alcanzó la mayor gloria. Apoyado por el retablista, Sebastián de Benavente y por el pintor, Sebastián de Herrara Barnuevo, empezó a realizar encargos de las iglesias madrileñas. Así pintaría, El Sueño de san José, hoy en el Prado. Por otra parte su habilidad como fresquista acrecentó su fama, que le llevó a ser apoyado por importantes patronos, como la reina regente, el valido don Juan José de Austria, y el mismo marqués del Carpio, que coleccionó obras suyas. También fue amigo del escritor, Pedro Calderón de la Barca, autor de un memorial en defensa de los pintores que dominaban la geometría, la perspectiva y la arquitectura. Fue nombrado por Carlos II en 1677, maestro mayor de las Obras Reales.



Desde esta posición en la corte, recibió numerosos encargos importantes. No se han conservado ningún ejemplo de pintura al fresco realizada de su mano por la desaparición de los edificios donde se hallaban. Incluso, muchas pinturas al lienzo documentadas, sufrieron el mismo destino por los avatares de la historia. En la exposición se muestran ejemplos de las pinturas de la iglesia de San Agustín, un edificio que se encontraba en la que hoy es la Biblioteca Nacional. Herrera el Mozo fue un dibujante muy completo e inventivo, que le permitió desarrollar su capacidad en el diseño de monumentos para las fiestas públicas y escenografías teatrales que se llevaban a cabo en el Salón Dorado del Alcázar. Finalmente se ocupó de la arquitectura, aprovechando, igualmente, sus habilidades con las matemáticas. En una epístola conservada de su mano, defiende la arquitectura inventiva frente a la práctica. De esta manera, fue el introductor del estípite en la retablística hispana, y el empleo de la columna salomónica de orden gigante. También llegó a dar las trazas para la planta del Pilar de Zaragoza y fue maestro del arquitecto Teodoro Ardemans.


LA AMISTAD A TRAVÉS DEL TIEMPO


 

En la vida del ser humano tiene un componente esencial el legado de nuestros padres, dónde tenemos nuestras raíces. A partir de la infancia, según nuestra personalidad, dependemos de nuestras elecciones para encontrar nuestro sitio en el mundo. Entonces, podremos tener más o menos fortuna para alcanzar la felicidad. Además, la amistad puede ser efímera o duradera lo que afianza nuestra existencia. Estas perspectivas son tratadas en la película, LAS OCHO MONTAÑAS, escrita y dirigida por Felix van Groeningen y Charlotte Vandermeersch, basándose en la novela de Paolo Cognetti del mismo título. Una película que al reunir diferentes lecturas sobre el ser humano y un tratamiento refinado de la imagen, le hizo merecedora de un justo Premio del Jurado en el Festival de Cannes. 



Un joven retoño de árbol que nace salvaje de forma abrupta en la montaña si le intentas plantar en otro lugar, tal vez mejor, puede que no arraigue. Así le sucede a uno de los protagonistas de la película, Bruno, que no querrá nunca salir de la montaña donde nació, a diferencia de lo que hizo su padre que le abandonó en una aldea perdida de los Alpes, donde él era el único niño. Allí será feliz y fracasará al final. La primera elección fue la correcta, llegó a tener una hija, explotará los prados de su tío, pero se arruinará, llegará la desesperación y el fin trágico. Por otro lado, Pietro es un veraneante en ese perdido lugar procedente de la industrial Turín. Su padre es aficionado a la montaña. Es un niño prometedor, educado y estudioso. Sin embargo, decide no terminar sus estudios, desobedecer a su padre. No quiere dedicarse siempre al mismo trabajo. Lo mejor de su vida fue esa infancia y los veraneos en la aldea junto a Bruno.



Los dos niños que fueron felices y fraguaron una gran amistad, se separaron durante la primera juventud. Fue Pietro quien a partir de los veinte años dejó de visitar la montaña y se fue de casa. Tras la muerte de su padre, a los treinta retomaría la amistad con Bruno y la visita a los Alpes junto a su madre. Descubrió que su progenitor había mantenido la amistad con su amigo y habían hecho rutas de montaña por los alrededores.  También que compró una casa en ruinas, en la ladera de las cumbres, con la intención de reconstruirla. Entonces, los dos amigos deciden llevar a cabo el proyecto, y tener un punto de encuentro los veranos. Sin embargo, las vidas de los dos cambian. Bruno encuentra su sitio en el mundo, que es explotar los prados de su tío, junto a una mujer que era amiga, a su vez, de Pietro. Éste decide viajar lejos, al Himalaya, en busca de su propio destino. Y lo encuentra, al lado de una maestra de escuela. En el tiempo, la amistad entre Bruno y Pietro se mantendrá, teniendo la casa de la montaña como lugar común. Sólo el final trágico destruirá, de nuevo, lo que la vida y los recuerdos juntos unieron.