La película Up in the air, del director Jason Reitman, con un magnífico guión, reflexiona sobre las relaciones humanas en una época de recesión económica. El protagonista Ryan Bingham (George Clooney), pasa su vida viajando en avión por el país, de una empresa a otra, con la misión de despedir trabajadores, de romper su compromiso laboral, a veces de muchos años. Él defiende y es el prototipo de su propia filosofía de vida, libre de ataduras y de cargas de todo tipo: soltero, sin familia, sin casa propia. Su objetivo es su propio individualismo al servicio del sistema económico capitalista, que en estos momentos de crisis, necesita, para su mantenimiento, la ruptura de la seguridad laboral a largo plazo en favor del interés material de la empresa.
El protagonista se da cuenta de la importancia de los vínculos sociales que son inherentes a la propia condición humana y su refuerzo económico que no debe someterse a la arbitrariedad de los ciclos económicos.
De esta manera, la película muestra lo inhumano de cualquier planteamiento puramente economicista en las relaciones laborales, por cuanto el ser humano puede desarrollarse y vivir en sociedad en tanto que establece compromisos duraderos con otros, y de los que el sistema económico no puede ser ajeno.