La película TWO LOVERS, dirigida por James Gray gira entorno a Leonard, un joven con un transtorno mental que le lleva al suicidio. Tras el último intento frustrado vuelve a casa y se encuentra con la joven, Sandra, hija de un empresario judio, con el que su padre pretende fusionar su negocio de tintorería, y con la que quieren que se comprometa. Es una de las dos amantes a las que alude el título de la película. La otra, Michelle, interpretada por Gwyneth Paltrow, es una vecina que acaba de llegar a su edificio, y que tiene una dificil relación con un hombre casado, por la cual le va a ofrecer su amistad y le va a pedir ayuda. Esto hace que surga el amor en Leonard, que tendrá que elegir entre las dos mujeres y lo que representan, por una lado, la mujer soñada y por otra, la seguridad de una relación para toda la vida, creada por su entorno familiar y cultural. El protagonista prefiere a la primera, pero las circunstancias le determinarán hacia la atractiva, pero menos mundana, Sandra.
Más importante que el guión de la película, una historia hasta cierto punto común, es la mirada personal con la que está llevado a la pantalla. Sobresale la serenidad y la sobriedad que transmite el ritmo narrativo y el tiempo utilizado por el director. Las imágenes para captar los interiores y los exteriores de las calles de Nueva York en invierno se caracterizan por un color y una luz apagada, sin lujos en la ambientación, que intentan y lo consiguen hacerlas próximas al espectador. Todo ello unido a las brillantes interpretaciones de los actores sobre todo de Joaquín Phoenix, en el papel de Leonard, refuerzan el vigor estilístico del director, que evoca el cine clásico norteamericano por su sencillez y a la vez elaboración precisa.