La exposición MONET Y LA ABSTRACCIÓN, que se desarrolla en el Museo Thyssen-Bornemisza y en la Fundación Caja de Madrid, del 23 de febrero y el 30 de mayo, muestra una perspectiva nueva de la incidencia del pintor impresionista en la evolución de la pintura en el siglo XX. Las últimas obras de Monet, sobre todo la serie de los Nenúfares, influyeron decididamente en el Expresionismo Abstracto norteamericano y en el informalismo europeo después de los años cuarenta.
Otro aspecto positivo para el estudioso de la Historia del Arte o el docente en la materia, es el número de obras de Monet de última etapa, que se exponen. También, de obras de los pintores que recibieron su influencia, especialmente de los grandes nombres del expresionismo abstracto norteamericano, escasos en las colecciones españolas. Es un verdadero placer contemplar las obras de Lee Krasner y Jackson Pollock, o las de Willem de Kooning y Clifford Still, donde la influencia de Monet, su forma y sentido de aplicación del color queda al descubierto. Lo mismo se puede decir de la incidencia en la pintura de Mark Rothko, Adolf Gottlieb, Esteban Vicente y Cy Twombly.
La exposición se divide en diferentes apartados: Brumas y Variaciones, Efectos de Luz, Reflejos y Transparencias, Contrastes de Formas, Pinceladas y Gesto, todos muy acertados. Destacan los dos últimos, por la calidad de las obras escogidas y su combinación en los espacios en los que se muestran. Explosión de colores en espacios relativamente pequeños para grandes y singulares obras.
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