OLOR A POBREZA


Un fenómeno se extiende por el mundo. La desigualdad económica creciente en nuestras sociedades. Cada vez se amplia más la brecha entre ricos y pobres. La globalización y la revolución tecnológica ponen en evidencia dicha realidad. Los estamentos y castas propios de épocas antiguas, han dado paso a barreras de clase insalvables. Hasta tal punto, que es poco probable que los caminos entre familias adineradas y pobres, se crucen. De todas formas, pueden enfrentarse entre sí, poniendo al día, la llamada lucha de clases cuando se produce una circunstancia que lo propicia. Es la situación que cuenta en tono de tragicomedia, la película, PARÁSITOS, escrita y dirigida por el famoso director coreano, BONG JOON HO, que recibió por esta obra, la prestigiosa, Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes.


El espectador se encuentra, por un lado, una familia pobre, que vive en un sótano, sin muchas expectativas de futuro. Viven al día con trabajos temporales y embaucando a la gente. La oportunidad de salir  de una situación tan negra, vendrá cuando uno de los hijos logre dar clases particulares de inglés, sin tener una formación adecuada. Será como un primer punto de apoyo para poder conseguir mayor nivel económico para él y su familia, porque tiene como objetivo, emplear a su hermana y sus padres en la casa de los ricos, sin que estos se den cuenta del plan, y así poder disfrutar de las comodidades de una vivienda lujosa, diseñada por un prestigioso arquitecto. Para lograr ésto, organizará una serie de engaños, que provocarán el despido, primero del chófer, luego de la profesora del niño pequeño, para finalizar con la criada interna.


La familia Park, por otro, pertenece al grupo de nuevos ricos. El padre trabaja en una empresa de alta tecnología y pasa todo el día fuera de casa. La madre, una mujer joven e ingenua, se dedica al cuidado de un niño pequeño y una hija adolescente, para lo que necesita la ayuda de una sirvienta interna, y profesores particulares. El joven protagonista, los ve suficientemente vulnerables para aprovecharse de ellos. Consigue rápido el objetivo de emplear, con engaños, a toda la familia, sin que los propietarios de la casa se den cuenta que todos son de su misma sangre. El plácido estatus recién conseguido se vendrá abajo, cuando un fin de semana se queden todos solos en la casa, y descubran, que la antigua criada, guardaba un secreto escondido, que provocará una espiral de violencia. 


La moderna vivienda en un barrio alto de la ciudad, fue construida con un refugio nuclear en caso de ataque norcoreano, que era desconocido para la familia propietaria. Se entraba por una puerta camuflada situada en la despensa de la cocina. Allí, la antigua criada tenía guardado a su marido, que era perseguido por estafa. Es el desencadenante de la lucha entre los personajes. Unos, los desfavorecidos, por mantener su estatus dentro de la casa, los otros, para que los ricos no se dan cuenta con quien conviven, aunque tienen serias sospechas, y se venga abajo todo el plan urdido. Hecho que se produce al final de la historia, entendida como una parábola de la brecha entre grupos sociales, y la imposibilidad de cambiar, a corto plazo, la realidad material de cada uno.

COMEDIA DE AMOR EN NUEVA YORK


El tiempo atmosférico, en una época estable y soleado, puede convertirse de repente en cambiante y lluvioso. Al sustentarse en principios físicos no del todo previsibles, causa sorpresa o tristeza. Los mismo le sucede a los deseos, estados de ánimo y los sentimientos de los personajes de DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK, la última película de Woody Allen. La pareja protagonista estudia en una universidad privada al norte de la ciudad. Proviene de familias adineradas. Una originaria de la Ciudad de los Rascacielos y otra de Arizona. Gatsby quiere pasar con Ashleigh un fin de semana romántico, mientras ella realiza una entrevista al director de cine Roland Pollard, para la revista de la universidad.


Gatsby es un joven inteligente y culto, más aficionado al póquer, que a centrarse en unos estudios concretos, tener una profesión y pensar en el futuro. Ashleigh, es todo lo contrario. Buena estudiante e interesada en aprovechar todas las oportunidades que se le ofrezcan. El azar los ha reunido. Además sus familias se conocen por negocios. La relación entre ellos se va a venir abajo, cuando la entrevista al director de cine, les separe todo el tiempo en Nueva York. Ella, indirectamente, se introducirá en el mundo del cine gracias a este director, que le intentará seducir. Igualmente, conocerá los problemas del guionista, Ted Davidoff, e intimidará con el famoso actor, Francisco Vega, de cuya casa tiene que huir en ropa interior.


Por otra parte, Gatsby, se encuentra con antiguos compañeros de estudios. Visita a su hermano, que prepara su boda.  Junto a Chan, la hermana de una antigua novia, recuerda gran parte de su pasado. De esta manera, se verá obligado a asistir a la fiesta que su madre organiza por aquellas fechas al cruzarse con sus tíos en el Museo Metropolitano. Antes, asiste, a una partida de cartas de la que resulta ganador. Como no localiza a Ashleigh, decide contratar a una prostituta para que se haga pasar por ella en la fiesta. Entonces, allí se producirá el punto álgido de la historia. Aflora una verdad que desconocía, que le hará cambiar su vida. 


Decide, así, dejar a Ashleigh, que le ha abandonado durante todo un día, y de la que le separan gustos distintos, para volver a Nueva York, al ambiente urbano y cultural de la gran ciudad, ahora que ha conocido a una nueva chica, con la que se encuentra de nuevo en Central Park al día siguiente, ya despejado de la intensa lluvia, y con el tiempo a su favor.

AL FINAL DE LA DICTADURA


El mes de noviembre de 1975 fue un punto de inflexión en la historia española contemporánea. La enfermedad y muerte de Franco el día 20 de ese mes creaba entre los españoles una cierta incertidumbre. Si continuaba un régimen dictatorial, sería entre grandes dificultades, si evolucionaba hacia la democracia, también sería un proceso difícil pero esperanzador. Según había cambiado la situación socioeconómica, había una necesidad acuciante de libertad, acorde con los nuevos tiempos, con lo que sucedía en el continente europeo. La película, EL CRACK CERO, dirigida por José Luis Garci, nos transporta en el tiempo a un periodo crucial para contarnos una historia de cine negro, precuela de dos películas que hizo en el pasado con el mismo título.


El protagonista se llama German Areta, un expolicía de brillante currículo, metido a detective privado, porque no podía colaborar con la represión de la dictadura. Dirige una agencia de investigación, junto a una secretaria y un ladrón de poca monta como colaboradores. Tiene que resolver el aparente suicidio de un personaje famoso del momento, el sastre, Narciso Benavides. Su amante, una mujer casada, le contrata para que resuelva el caso. El difunto en un jugador empedernido de póquer, acostumbrado a ganar y perder grandes cantidades de dinero. Averiguar la motivación del asesinato, una noche en la que había ganado, no es fácil. Tampoco hay una causa amorosa, a pesar de la fama de mujeriego del sastre.


Todo se precipita, cuando el guardaespaldas de un cantante, asiduo también a las partidas de póquer, estrangula a la pareja del detective. German Areta, se encontraba muy cerca de la verdad del caso. El sastre, en el pasado, dejó embarazada a una joven en Asturias, y se olvidó de ella. El hijo, ahora famoso y rico, decidió vengarse de su padre. Lo que no previó fue la muerte de la persona más querida por el detective. El protagonista pensaba en un futuro prometedor para España y de felicidad junto a su pareja. Todo se ha truncado por los acontecimientos del caso. Le queda seguir resolviendo turbios asuntos en la agencia, mientras, en soledad, escucha las canciones de Cole Porter, el regalo recibido por anticipado de aquella, para abrirlo en navidades.


El director, gran admirador del cine negro norteamericano, emplea el blanco y negro, como un guiño a un cine pretérito. Además, al considerarse precuela de las dos siguientes entregas, realizadas en color, refuerza la idea de predecesora. Igualmente, emplea la misma banda sonora, y tal vez, algunas imágenes de Madrid, planos generales de la capital, ahora impensables poder reconstruir sin un abultado presupuesto. Las cuidadas imágenes y el argumento enganchan desde el principio al espectador, que reconstruyen un tiempo político y social, hoy casi totalmente desaparecido.  

LA FOTOGRAFÍA DE FRANCISCO ONTAÑÓN

Familia andaluza, 1960
La Sala Canal Isabel II de la Comunidad de Madrid, exhibe la muestra, FRANCISCO ONTAÑÓN. OFICIO Y CREACIÓN, que comprende la amplia trayectoria de este fotógrafo barcelonés a través de cinco décadas. El autor es uno de los mejores exponentes de la fotografía española en la segunda mitad del siglo veinte, tanto de la vertiente profesional como creativa. Igualmente, por las distintas facetas en las que trabaja a lo largo del tiempo. Participó desde joven en los grupos punteros de la Palangana y Afal. En la capital de España, empezó a ejercer como reportero en Europa Press, para  entrar luego en dos revistas ilustradas de referencia, como Ama y La Actualidad Española, donde realiza reportajes documentales, de autor, con un estilo directo y expresivo, que muestran la realidad del país con todos sus contrastes.

Retrato, Barcelona, 1959

Las fotografías de la exposición, combinan el blanco y negro, como el color, un medio en el que Francisco Ontañón, alcanza gran maestría. No le son ajenos los fotolibros, como el publicado junto al escritor castellano, Miguel Delibes, titulado, El libro de la caza menor. Llegó a ser, a finales de los sesenta, fotógrafo de animales junto a Felix Rodríguez de la Fuente, además de trabajar, como otros profesionales de su generación, para el turismo. En la editorial Alianza colaboró con el diseñador, Daniel Gil, en las portadas de su colección de bolsillo. Sin duda, revolucionarias, y muy originales para su época, son las portadas, también, de los discos para sellos como Hispavox, CBS y RCA, entre 1965 y 1970. La cantante Karina y Miguel Ríos recuerdan en un vídeo documental proyectado en la exposición, la colaboración con el fotógrafo.

Cecilia, 1972

Esta extraordinaria trayectoria profesional y artística culmina con su actividad como reportero para  El País Semanal junto al escritor Miguel Vicent a principios de los años noventa. Las imágenes de Francisco Ontañón destacan por su utilidad comunicativa sin renunciar a la calidad expresiva. Arte y oficio se unen en las fotografías que nos legó. Muy próximo a la realidad, en tanto que es la verdad tratada con inmediatez y naturalidad.

El Cordobés, 1963

LA LOCURA DEL JOKER


Este fin de semana se ha estrenado el que puede considerarse como el acontecimiento cinematográfico de la temporada. La película, JOKER, escrita y dirigida por Todd Philips, con la colaboración de Scott Silver, tiene el respaldo de la crítica y el flamante León de Oro en el Festival de Cine de Venecia. Un merecido premio para la precuela de la saga de Batman, que el director trata como el origen del personaje que encarna el mal. El director transforma una historia de ficción basada en un cómic, en un relato realista, de cómo un enfermo mental se transforma en un sanguinario asesino. Todo sucede en la decadente ciudad de Gotham, sumida en el caos. 


La desigualdad y la falta de buenos servicios públicos como la limpieza viaria y el transporte caracterizan la oscura ambientación de la película. La mala gestión de los políticos que únicamente favorecen a los ricos frente a los pobres y marginados es la causa del problema social que acucia a toda la población. Arthur Fleck, el protagonista, vive con su madre en un humilde apartamento. Los servicios sociales le proporcionan medicamentos y ayuda para combatir la demencia, que en su caso consiste en reírse a carcajadas. De todas maneras, su motivación es divertir a la gente. Pretende ser humorista, y se gana la vida disfrazado de payaso.


Todo se tuerce cuando los recortes económicos limitan los servicios públicos y la ayuda a los enfermos. Deja de recibir la medicación diaria. A partir de ese momento todos los acontecimientos se precipitan. Da muerte a tres jóvenes de clase alta, que acosaban a una joven en el metro. Aparece en los medios como un payaso asesino, y a la vez como un justiciero. La policía le persigue siguiendo la pistola utilizada. Descubre la verdad de su origen, cuando lee una de las cartas que su madre envía a un candidato a la alcaldía, para pedirle ayuda porque estuvo en su casa trabajando. Lee que es hijo del político, aunque éste hizo lo posible para que pareciera adoptado. 


Desde este momento comienza su venganza contra aquellos que le han humillado o engañado. Asesina a un compañero en la agencia de payasos que le denunció a la policía. A su madre en el hospital. Y a un famoso humorista de televisión, en directo, tras ridiculizarle en público. Mientras tanto los habitantes de la ciudad de Gotham se rebelan contra las autoridades por la crisis que padecen. Todos portan una máscara de payaso, la de aquel que asesinó a los tres jóvenes de clase alta, que abusaban de la gente, símbolo del proceder de los gobernantes. El argumento de la película, por tanto tiene una causa social injusta, que provoca, la locura sangrienta del ahora llamado Joker, interpretado de forma extraordinaria por el actor, Joaquin Phoenix, protagonista de todas las escenas.


El argumento de la película, tratado de forma realista, no sería suficiente para dar entidad al conjunto, sin el lenguaje visual que emplea el director. Una forma que cuida el ritmo y la composición de los planos, junto a las luces y sombras que caracterizan la espléndida textura visual. Por tanto, el cine de género, basado en el cómic, se transforma, en un cine personal, de autor.