Este fin de semana se ha estrenado el que puede considerarse como el acontecimiento cinematográfico de la temporada. La película, JOKER, escrita y dirigida por Todd Philips, con la colaboración de Scott Silver, tiene el respaldo de la crítica y el flamante León de Oro en el Festival de Cine de Venecia. Un merecido premio para la precuela de la saga de Batman, que el director trata como el origen del personaje que encarna el mal. El director transforma una historia de ficción basada en un cómic, en un relato realista, de cómo un enfermo mental se transforma en un sanguinario asesino. Todo sucede en la decadente ciudad de Gotham, sumida en el caos.
La desigualdad y la falta de buenos servicios públicos como la limpieza viaria y el transporte caracterizan la oscura ambientación de la película. La mala gestión de los políticos que únicamente favorecen a los ricos frente a los pobres y marginados es la causa del problema social que acucia a toda la población. Arthur Fleck, el protagonista, vive con su madre en un humilde apartamento. Los servicios sociales le proporcionan medicamentos y ayuda para combatir la demencia, que en su caso consiste en reírse a carcajadas. De todas maneras, su motivación es divertir a la gente. Pretende ser humorista, y se gana la vida disfrazado de payaso.
Todo se tuerce cuando los recortes económicos limitan los servicios públicos y la ayuda a los enfermos. Deja de recibir la medicación diaria. A partir de ese momento todos los acontecimientos se precipitan. Da muerte a tres jóvenes de clase alta, que acosaban a una joven en el metro. Aparece en los medios como un payaso asesino, y a la vez como un justiciero. La policía le persigue siguiendo la pistola utilizada. Descubre la verdad de su origen, cuando lee una de las cartas que su madre envía a un candidato a la alcaldía, para pedirle ayuda porque estuvo en su casa trabajando. Lee que es hijo del político, aunque éste hizo lo posible para que pareciera adoptado.
Desde este momento comienza su venganza contra aquellos que le han humillado o engañado. Asesina a un compañero en la agencia de payasos que le denunció a la policía. A su madre en el hospital. Y a un famoso humorista de televisión, en directo, tras ridiculizarle en público. Mientras tanto los habitantes de la ciudad de Gotham se rebelan contra las autoridades por la crisis que padecen. Todos portan una máscara de payaso, la de aquel que asesinó a los tres jóvenes de clase alta, que abusaban de la gente, símbolo del proceder de los gobernantes. El argumento de la película, por tanto tiene una causa social injusta, que provoca, la locura sangrienta del ahora llamado Joker, interpretado de forma extraordinaria por el actor, Joaquin Phoenix, protagonista de todas las escenas.
El argumento de la película, tratado de forma realista, no sería suficiente para dar entidad al conjunto, sin el lenguaje visual que emplea el director. Una forma que cuida el ritmo y la composición de los planos, junto a las luces y sombras que caracterizan la espléndida textura visual. Por tanto, el cine de género, basado en el cómic, se transforma, en un cine personal, de autor.
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