LA FOTOGRAFÍA DE LAURENT

Autorretrato de J. Laurent

El Ministerio de Cultura y Deporte, organiza con la colaboración de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la exposición temporal, LA ESPAÑA DE LAURENT (1856-1886). UN PASEO FOTOGRÁFICO POR LA HISTORIA, dedicada a este fotógrafo francés que supo retratar a nuestro país desde diferentes puntos de vista en la segunda mitad del siglo XIX. Estableció su estudio en la Carrera de San Jerónimo de Madrid y desde aquí logró la fama suficiente para ser fotógrafo de la propia reina Isabel II, de los políticos y militares más relevantes del momento. Los distintos cambios de regímenes políticos no fueron un obstáculo para continuar con su relevante trabajo como retratista. Ante el objetivo de su cámara, el visitante de la exposición se encuentra con los distintos miembros de la familia real, protagonistas de la Revolución de 1868, de la Primera República, y luego de la Restauración.

Laboratorio de Laurent

La importancia de la fotografía de J. Laurent radica en que supo transcender de su trabajo como retratista para captar con su cámara todo el país, la cultura, los paisajes, las ciudades, los monumentos, las obras públicas, la progresiva industrialización y los avances técnicos. Laurent y sus colaboradores, desarrollaron una labor artística y de explotación comercial con las numerosas imágenes de España, que traspasó nuestras fronteras. El fondo de la Casa Laurent y Cía., compuesto por los negativos originales fue adquirido en 1975 por el Ministerio de Cultura y hoy se conservan en la Fototeca del Instituto de Patrimonio Cultural. En la exposición se exhiben negativos, fotografías de la época en papel, cámaras de distintos formatos, y el laboratorio portátil del artista, que le acompañaba en los viajes.

El gobierno provisional en diciembre de 1868

Las imágenes captadas por Laurent tienen hoy día una nitidez y precisión sorprendentes. En las paredes de las salas de exhibición se han situados reproducciones de sus imágenes a gran tamaño sin disminuir la calidad de las mismas. Empleaba normalmente luz natural, pero también artificial, sobre todo para fotografiar pinturas. Fue el primero en tener en catálogo las obras maestras del Museo del Prado. Llegó a captar las pinturas negras de Goya antes de ser desprendidas de las paredes de la Quinta del Sordo. Dichas imágenes tienen hoy, en consecuencia, un gran valor documental. El artista empleaba cámaras de negativos de cristal, normales o estereoscópicas, de diferentes tamaños, con el procedimiento del colodión húmedo para luego hacer copias en papel a la albúmina.También llegó a emplear cámaras especiales para realizar visiones panorámicas. 


UNA FAMILIA SINGULAR


La familia constituye un elemento esencial para la sociedad. De cómo sea el nivel económico o los valores que se transmitan en ella, dependerá en parte la educación de los hijos. La familia ampara a sus miembros, ya sean jóvenes o ancianos, ante cualquier percance o falta de medios económicos para subsistir. Las leyes del estado protegen a la familias y reconocen su importancia en la vida de los ciudadanos. Se fundamenta en el parentesco de abuelos, padres e hijos. Los hijos no eligen a su familia, y al revés, resulta excepcional, aunque cada vez se producen más adopciones. Por otra parte, la familia no es ajena a múltiples problemas como los derivados de la violencia de género o a el abandono de los hijos. Muchas familias, así, se desestructuran, y otras, son monoparentales.


La película, UN ASUNTO DE FAMILIA, escrita y dirigida por el prestigioso realizador japonés, Kore-Eda Hirokazu, presenta una familia peculiar, no unida por lazos de sangre, sino por la supervivencia, por el delito. Todos los miembros viven en una modesta casa baja, propiedad de una anciana, junto a un matrimonio, un niño y una joven. Al principio, nada hace sospechar, que los modestos trabajos de los adultos, de peón y de planchadora en una fábrica, no les permiten tener mejor nivel de vida, incluso, que el hijo menor no vaya a la escuela y se dedique con el padre a robar en las tiendas. La joven, que parece la hermana de la madre, se exhiba en un espectáculo erótico, y la abuela, reciba ingresos de la supuesta pensión de su marido.


La vida de esta modesta familia va a cambiar cuando acogen a una niña que sus padres tienen abandonada en la terraza de su casa a pesar del frío invernal. El espectador irá descubriendo poco a poco la verdad de todos según avanza la película, al contarnos la vida diaria donde incorporan al nuevo miembro en sus costumbres peculiares. Saben que la están buscando los servicios sociales porque sus padres han denunciado a la policía su desaparición y aparece en los medios de comunicación. La cambian de peinado y de nombre, la tratan como su hija. El espectador descubre, entonces, que sobreviven al margen de la ley, por una parte, forzados por las circunstancias económicas, por otra, por los deseos de los protagonistas adultos, que no conciben otra manera de convivir.


Al final, tras la muerte de la abuela, que entierran en el jardín de la casa, caen en manos de la policía, cuando atrapan en una tienda a Shota robando. Nobuyo, la que hace de madre, se atribuye el peso del delito de secuestro de la niña, dejando a su pareja, Osamu, sin culpa, por tener antecedentes penales. A ésta la llevan con sus progenitores, que seguirán maltratándola y abandonándola en casa. Por otro lado, el chico es acogido en un albergue con otros jóvenes. Sabe la verdad de su origen, similar al de la niña. Fue sustraído de un coche en el que sus padres le habían dejado sólo. La película, por tanto, reflexiona sobre las relaciones familiares carentes de amor, por otras, que si bien se establecen al margen de la ley, pueden expresar, tal vez, mayor afecto y autenticidad. Una reflexión que explora las reacciones humanas en situaciones excepcionales, tratada con sobriedad y realismo, captando el paso del tiempo de manera magistral, cualidades que le valieron al director la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

EL CINE Y EL HONOR


El régimen teocrático iraní impone a la sociedad del país una moral tradicional basada en los principios religiosos. El cine, como expresión artística, necesita la libertad de abordar temas sin cortapisas. El director Jafar Panahi tiene prohibido salir del país y realizar una película durante 20 años. Sin embargo, ha logrado terminar y escribir la película, TRES CARAS, ganadora del Premio al mejor guión en el pasado Festival de Cannes. Una historia inspirada en un hecho real, la de una joven que se había suicidado porque le habían prohibido que fuera actriz de cine, una profesión que se considera frívola y que atentaría contra el honor de cualquier familia. Además, el propio director está acostumbrado a recibir mensajes a través de las redes sociales de jóvenes que quieren hacer cine, algunos desesperados.


El propio director es el actor principal junto a la actriz Behnaz Jafari, que se interpreta a sí misma, como un personaje famoso que recibe una grabación en vídeo de una joven que en apariencia se suicida. Los dos deciden viajar a una aldea perdida entre las montañas para ver si es cierto que la joven se ahorcó en una cueva o fue todo un montaje falso. La pareja son famosos en Irán y son recibidos con mucha hospitalidad en el pequeño pueblo. Allí, llegan a conocer que los padres de la joven, Marziyeh Rezaei, le habían permitido presentarse a las pruebas de ingreso en el Conservatorio de Teherán con la idea que sería rechazada, pero al ser aceptada, comenzarían unos problemas causados al considerarse a las actrices desde el punto de vista tradicional como mujeres frívolas o fáciles.


Panhi y Behnaz tratan de encontrar a la chica indagando entre sus amigas. Así, descubren que la joven había simulado su suicidio y se había ocultado en la casa donde vive una legendaria estrella iraní del cine prerrevolucionario, situada en una casa apartada del pueblo. En un principio no pensaban ayudarla, especialmente por parte de Behnaz, que había abandonado un rodaje, pero luego deciden lo contrario, implicarse en su problema. De esta manera, pasan la noche en el lugar, y a la mañana siguiente la llevan con su familia para que la perdonen por su comportamiento. Cuando regresan tienen que parar porque el camino de tierra es muy estrecho con curvas y la falta de visibilidad obliga a esperar a los vehículos que suben la montaña. En el tiempo de espera, les alcanza, la joven Marziyeh, que ha logrado el permiso de su familia para irse a Teherán.


El director, Jafar Panahi, construye con la película, por una parte, una parábola de su situación personal en Irán, y por otra, del cine en general, mostrando las tres caras o perspectivas de un mismo problema. La sociedad tradicional, que se aprecia sobre todo en las zonas rurales, se opone, aunque cada vez menos, a la libertad inherente que supone la expresión audiovisual, centrándose especialmente en el papel de la mujer. La gente común, de igual manera, admira el arte, la posibilidad de mejorar en la vida y escapar de la pobreza. La modernidad, por tanto, se ve como un peligro, pero, también, como un camino a la prosperidad. Un camino lleno de dificultades por los límites que impone el régimen político.

EL CINE DE ANDRÉI TARKOVSKI


El Círculo de Bellas Artes de Madrid organiza la exposición ANDRÉI TARKOVSKI Y EL ESPEJO. ESTUDIO DE UN SUEÑO, que reúne un conjunto amplio de documentos sobre esta película del director ruso. El visitante descubre fotografías del director con sus padres, imágenes en vídeo con escenas de la película, el diario de rodaje, bocetos y manuscritos de todo tipo, que nos informan del proceso creativo, el elaborado trabajo de preparación hasta lograr rodar un film que se considera compendio de su manera de hacer cine. Un cine por antonomasia de autor, de carácter vanguardista.


La película, El espejo, y en general, el cine de Tarkovski, combina la ensoñación y el carácter autobiográfico, con un profundo sentido poético y artístico. El director pretendía con aquella reflejar un sueño que le obsesionaba. Había vivido con sus padres en una dacha siendo un niño en un paisaje idílico de prados y bosque. Retomaba, así, una serie de recuerdos del pasado en el exterior e interior de ese lugar, recreados de la manera más fiel. A través de la exposición sabemos que su padre, Arseny, fue un poeta reconocido alguno de cuyos poemas se pueden leer en la muestra. Llegó a separarse de su madre, un personaje, igualmente esencial en la película, expresión de la importancia que tuvo en la vida y en los sentimientos del director hasta tal punto que la hizo aparecer brevemente en una escena.


La actriz Margarita Terekhova encarna a la madre del director, un rostro de gran fuerza expresiva, necesario para evocar los sentimientos y recuerdos de la infancia. Unos recuerdos que no se manifiestan puros, ajenos a la realidad, sino inmersos en conflictos que aluden a la Guerra Civil española o la Segunda Guerra mundial. Sin embargo, los propósitos del director se encaminan a la creación artística por medio de un lenguaje visual propio, de carácter surreal y simbólico, que le permite reflexionar sobre temas como la infancia, la maternidad o el matrimonio, en los cuales se incluye la palabra. La exposición, por tanto, nos define a Tarkovski como un artista meticuloso y  extraordinario, capaz de superar la concepción del cine como entretenimiento, para elevarlo a una condición de arte superior.

ENTRE HERMANOS


Los seres humanos cambian según pasan los años, las edades de la vida. Unos cambios de carácter físico y psicológico diferentes según sea una etapa de aprendizaje o de asumir cada vez más responsabilidades económicas o familiares. La nueva película del director Isaki Lacuesta, ENTRE DOS AGUAS, trata de retratar el paso del tiempo en dos hermanos, Isra y Cheíto y sus circunstancias personales, especialmente del primero. Resulta una continuidad de La Leyenda del Tiempo, comenzada a realizar unos catorce años antes. Aquella tenía los mismos protagonistas todavía adolescentes, los hermanos Gómez Romero. Constituía un proyecto de retrato a largo plazo, de representar el paso del tiempo en el físico y en los comportamientos de ellos, localizados en San Fernando, en la provincia de Cádiz.


La nueva película, tiene dos momentos temporales, uno en 2015, en el parto de la tercera hija de Isra, que por aquel entonces estaba en la cárcel, y dos años después, cuando el director y su equipo retoma la historia. Es el momento en el que sale en libertad tras cumplir condena por tráfico de drogas. Un momento difícil porque tiene que rehacer su vida. Su mujer no le deja volver a casa, lo que le obliga a vivir en una cabaña de pescadores frente al mar. Le pesa su pasado familiar. La muerte dramática de su padre. La denuncia de la madre que le llevó a prisión. Por otra parte, su hermano Cheíto ha logrado formar una familia estable al emplearse en la Armada española como marinero profesional. Pasa largas temporadas alejado de su mujer y de sus hijos, pero le permite vivir honestamente.


Isra se debate una y otra vez por el camino a seguir. No logra conseguir un trabajo, y cuando lo consigue, por recomendación de su hermano, no logra mantenerlo porque no acepta que le manden. Piensa volver de nuevo al tráfico de drogas, una actividad tan rentable en la zona. Sin embargo, su hermano y sus amigos le aconsejan lo contrario. Llevar una vida dentro de sus posibilidades como hacen ellos, dentro del ejército o al marisqueo o la venta de chatarra, cualquier actividad que le evite la cárcel, que le separe de sus hijas. El observa cómo la práctica de la religión ayuda a la gente a superar los problemas. Al final, la vida junto a sus hijas en tanto que reto o proyecto de futuro tal vez inclinen la decisión.


La película, por tanto, construye un retrato profundamente realista de dos hermanos al que el paso del tiempo les marca de manera diferente. Los dos han nacido en un ambiente modesto sin medios económicos, pero Isra no ha logrado enfrentarse a los obstáculos de la vida de manera adecuada. Le pesa el fin trágico del padre, la perdida de libertad, los intentos de suicidio. La debilidad a la hora de afrontar su futuro le lleva a tatuarse en la espalda su historia familiar. Termina la película con la incógnita de lo que sucederá con el paso del tiempo, cómo continuará un relato que Isaki Lacuesta ha abordado con sensibilidad y lirismo visual, por el que fue premiado con la Concha de Oro a la Mejor Película en el Festival de San Sebastián.

LA PINTURA DEL MEDITERRÁNEO

¡Al agua!, 1908, Joaquín Sorolla

La Fundación Mapfre de Madrid organiza la exposición, REDESCUBRIENDO EL MEDITERRÁNEO, sobre una etapa destacada de la pintura en el tránsito de los siglos XIX y XX. Corresponde al nacimiento de la modernidad, de una nueva forma de entender el arte en general, y por tanto de la pintura. En ese periodo intenso, los artistas toman como tema el ámbito natural y cultural del mar que propició el nacimiento del clasicismo. Desde esta vuelta al pasado común de los europeos, los pintores van experimentar nuevas maneras de representar la realidad, la luz y la naturaleza. 

Montaña de Sainte-Victoire, 1890, Paul Cézanne

El recorrido de la exposición está dedicado a España. Sobresale la actividad pictórica en Cataluña, Valencia e Islas Baleares. La ribera del mar Mediterráneo se convierte en el lugar de disfrute de una vida sencilla y natural, el lugar de unión entre el pasado y el presente que acaba de entrar en la era industrial. Es el momento del nouvecentismo, de la obra de Joaquín Torres-García y Joaquim Sunyer; de las escenas de playa con niños de Sorolla de intensa luz; de los paisajes rocosos y marinos de Mir y Anglada Camarasa. Tras ellos, el visitante se encuentra con los grandes pintores franceses que abrieron nuevas perspectivas desde finales del siglo XIX a la representación pictórica. Impresionistas como Monet y Renoir; postimpresionistas, como Van Gogh, Cezanne y Signac, todos ellos se dirigieron al sur a experimentar con el color y la luz.

Bañistas de Es Llaner, 1923, Salvador Dalí

Para los pintores franceses, el Mediterráneo fue el punto de encuentro en los caminos que cada uno decidió seguir. Primero empleando colores brillantes y puros como los fauvistas, Matisse, Derain, Dufy y Marquet, o experimentando con unas composiciones geométricas a la manera de Cézanne que darían lugar al cubismo por parte de Bracque. La siguiente sección de la exposición está dedicada a Italia, a aquellos artistas como Carlo Carrá y Giorgio de Chirico que nos remiten al clasicismo para avanzar hacia la modernidad. Finalmente, la muestra termina con las obras de dos grandes nombres de la pintura que desarrollaron su último periodo en el sur, entorno al Mediterráneo, Henry Matisse en Niza y Pablo Picasso en la Costa Azul, entendido como una vuelta a sus raíces.

EL ÉXITO DE COLETTE


La sociedad tradicional ha relegado a la mujer desde antiguo a un papel secundario dentro del matrimonio. Si analizamos la historia del arte o de la literatura, la mayoría de los nombres que han sobrevivido al paso del tiempo son de hombres. Una minoría de mujeres pudo sin embargo desarrollar su talento artístico con grandes dificultades. Según avanza la edad contemporánea, a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, un grupo adelantado de mujeres empieza a marcar el camino por el que luego seguirán otras hasta alcanzar su pleno desarrollo intelectual y ser más independientes. Un ejemplo de mujer que logra zafarse de las ligaduras tradicionales que le circunscriben al hogar familiar para desarrollar una actividad literaria de éxito, lo muestra la película, COLETTE, dirigida por Was Westmoreland, sobre la popular escritora francesa.


La historia comienza cuando Colette, de origen humilde y criada en un ambiente rural es pretendida por  Willy, un escritor y promotor literario de clase alta, catorce años mayor que ella, que se gana la vida encargando novelas a escritores secundarios para él publicarlas con su nombre, unos textos atractivos para el gran público pero de escasa calidad literaria. Le favorecen las buenas relaciones con la comunidad artística de París. Su carácter derrochador llevará a permitir que Colette pueda escribir como hacen otras personas a su servicio para tener el dinero suficiente para llevar tal ritmo de vida. De esta manera, comienza Colette a desarrollar su carrera como escritora, bajo la corrección formal y la firma de su marido, que no se esperaba el éxito que iba a tener la serie Claudine, unas pequeñas novelas de una joven adolescente que descubre el mundo adulto.


El éxito del personaje literario de Claudine es tal entre el público francés de la primera década del siglo XX, que convertido en un fenómeno publicitario de todo tipo de productos, le proporcionará grandes ingresos y popularidad. Por otra parte, la continua publicación de la serie supondrá una evolución, no sólo del personaje de ficción, sino de la propia escritora en su independencia y libertad respecto a su marido. Willy desde que se casó, siguió teniendo relación con otras mujeres. Colette, le llegó a perdonar su infidelidad, pero ella a medida que vivía la fama y frecuentaba los ambientes literarios, tendrá relaciones extra matrimoniales con el consentimiento del primero, que le estimula a ello, sobre todo si repercute en el atractivo de sus escritos.


La libertad que se permiten Willy y Colette llegará al límite cuando cada uno encuentre una relación que les separe definitivamente. El primero con una joven obsesionada por ser Claudine, y  Colette con una mujer, antigua aristócrata rusa con la que decidirá vivir y llevar una carrera literaria propia. La película termina cuando la protagonista se separa definitivamente de su marido que se aprovechaba de su talento literario, hasta el punto de vender los derechos literarios de la serie que le dio fama por unos pocos miles de francos, y lograr su autoría, tras recuperar los manuscritos. Colette, por tanto, logra desde principios del siglo XX, convertirse, por un lado en la escritora francesa más popular, y por otro en una mujer libre de las ataduras masculinas que le impedían desarrollar su personalidad.

DELINCUENTE JUVENIL


Según van pasando las distintas etapas de la vida, los seres humanos van interiorizando las normas sociales para convivir. La familia y la escuela son ámbitos fundamentales para el aprendizaje de lo que se puede hacer o hasta que punto llegar. Se puede dar el caso que una persona fracase en los estudios desde muy joven, sea incapaz de formarse académicamente por alguna dificultad innata o porque proviene de una familia desestructurada o con bajo nivel cultural y de ingresos. También que tenga una actitud hacia el robo sin interesarle lo que le pueda aportar el ejemplo de sus padres o de formarse para el futuro. Este es el caso del protagonista de la película argentina, EL ÁNGEL, dirigida y escrita por Luis Ortega, basada en la historia de Carlos Eduardo Robledo Puch, llamado el ángel negro, un ladrón que cometió a principios de la década de los setenta varios asesinatos.


El protagonista, Carlos, proviene de una familia humilde. Ha fracasado en los estudios y se confiesa ladrón desde el nacimiento. Tiene una apariencia que no hace sospechar sus actividades delictivas,  entrando en las casas y robando objetos para luego venderlos. Sus padres sospechan la mala vida que lleva por los numerosos objetos que posee y que el justifica como regalos. Ante esta situación, le envían a un centro de formación profesional para ver si logra encauzarse por esta vía. Sin embargo, allí conocerá a Ramón, un compañero de clase, que le estimulará más su actitud para el robo, al provenir de una familia de ladrones, que ven en él, todo un talento para el oficio, aunque con el inconveniente de ser muy imprudente y correr muchos riesgos.


La vida de Carlos, en consecuencia, dará un salto cualitativo. Dejará de robar en solitario para hacerlo en grupo, junto a Ramón y su padre, y lo que es peor, le enseñarán el manejo de las armas. A partir de este momento, no tendrá reparos en disparar contra la gente sin importarle su indefensión. Tras distintos acontecimientos, en los que se incluye la huida de la cárcel, se convertirá en uno de los criminales más famosos y buscados que acabará su intenso recorrido entre rejas. De esta manera termina una historia que el director presenta atendiendo más a un planteamiento estético que al moral, donde el protagonista lo es no solo por lo que hace, sino por la belleza propia de la juventud. Emplea una magnífica puesta en escena que nos recrea los años setenta. Las casas humildes y adineradas, los barrios acomodados y los descampados del extrarradio, donde introduce la música de aquella época con la que el protagonista baila a la vez que culmina un robo, como si mostrase la equiparación entre el talento innato y la facilidad para el delito con la armonía y la coordinación para mover su cuerpo al compás de la música.

VIOLENCIA COTIDIANA


En los barrios humildes de la ciudad, la lucha por la supervivencia supone riesgos si mantienes relaciones con personas que ejercen la violencia y comenten delitos sin importarle los demás. Es lo que le sucede al protagonista de la película, DOGMAN, del director italiano Mateo Garrone, llamado Marcello, que se gana la vida como peluquero y cuidador de perros, que debe soportar las humillaciones de un vecino camorrista, Simoncino. Este personaje se dedica a robar y extorsionar al vecindario. Se aprovecha de la bondad de Marcello que le abastece de droga para llevarse bien con él. Sin embargo, su comportamiento se vuelve cada vez más violento hasta tal punto que no puede mantenerle a raya.


De esta manera, Simoncino obligará a Marcello a colaborar en un robo haciendo de conductor. El vecindario se harta de su comportamiento agresivo, que lleva a golpear a los propietarios de algunos negocios hasta tal punto que le mandan unos sicarios que le dejan herido. El protagonista, una vez más, le curará de sus heridas, pero en vez de dejarle en paz y no meterle en líos, le pedirá las llaves de su negocio para robar la tienda de empeños que linda con la peluquería. En esta ocasión, la policía le acusa de complicidad con el matón. Le propone un acuerdo que consiste en que le denuncie como autor del robo y él, será protegido. Pero Marcello, con la idea de que recibirá una parte del botín, se niega a hablar, lo que le cuesta un año de cárcel.


El protagonista vuelve al barrio tras el tiempo en prisión. Tiene la esperanza que Simoncino le entregue la cantidad de dinero que le corresponde en relación con el botín, pero no le hace caso.  Entonces, Marcello golpea con una barra de hierro su  potente motocicleta. La consecuencias no se hacen esperar, recibe una brutal paliza por ello. Por esta razón decide hacerse valer delante de Simoncino para que le respete y no le siga humillando más. Para ello le atrae a la tienda y le encierra en una jaula de perros. Sin embargo, el plan no funciona por la fuerza que despliega Simoncino, que logra a golpes romper la jaula. Ante el peligro que le mate, Marcello le hiere primero en la cabeza y luego le ahorca aprovechando que estaba atado.


La película termina con el intento de Marcello de deshacerse del cadáver, de que alguien le apoye por haberles librado del camorrista que no les dejaba vivir tranquilos. Sin embargo, no le va a resultar fácil porque la culpa de sus males la tiene él mismo, que ha ido demasiado lejos en su complicidad  primero con Simoncino, y luego en su desafortunada venganza. Todos estos hechos violentos son contados con un lenguaje cinematográfico preciso y sobrio, asociado a la interpretación sobresaliente del actor Marcello Fonte, en el personaje protagonista, por la que recibió el Premio al Mejor Actor en el Festival de Cannes.

LA FOTOGRAFÍA DE HUMBERTO RIVAS

María, 1978

La Fundación Mapfre presenta la exposición, HUMBERTO RIVAS. EL CREADOR DE IMÁGENES, una gran retrospectiva del fotógrafo argentino, que se asentó en Barcelona en 1976, a causa de la situación política que atravesaba su país. Llegó a España al inicio de la democracia y contribuyó a impulsar la consideración de la fotografía como un medio artístico. Sirvió de ejemplo a otros fotógrafos para encontrar su propia forma de entender el medio. Por todo ello recibiría importantes premios por su obra, que se inicia, sobre todo, cuando en 1968 decide abandonar las artes plásticas para dedicarse en exclusiva a ella, con dos vertientes, una profesional, de finalidad económica, y otra personal, la esencialmente artística.

Vic, 1984

La exposición madrileña muestra un conjunto formado por copias originales realizadas por el mismo autor, debido a su costumbre de positivar varios ejemplares de cada una de las fotografías que seleccionaba, lo que denota la visión de futuro del autor sobre su obra. Una visión que nos permite comprenderla con mayor calidad en la actualidad, entenderla en sus diferentes perspectivas, porque Humberto Rivas, fue un constructor de imágenes, no un cazador de instantes que se presentan de manera azarosa delante del objetivo. Ante todo, se considera un fotógrafo que elabora una imagen a partir de la toma realizada. Un resultado que demuestra sus enormes recursos técnicos para el control de la exposición lumínica.

Valencia, 1987

A lo largo de la exposición, el espectador puede observar unos cuantos temas repetidos en los cuales manifiesta su maestría, para definir con descripción precisa, sin atender a la anécdota, el tema representado. En los retratos abundan los desnudos, los primeros planos y los fondos neutros, sin escenografías, ni atributos que diesen alguna información sobre las personas, en los que pretende indagar sobre la condición humana de cada individuo. Junto a otros temas como la captación de una estancia interior, las flores marchitas o los paisajes urbanos, que son una excusa para hablar del paso del tiempo. el silencio, el abandono o la memoria, con gran sensibilidad poética y misterio. A pesar de todo la mirada que Rivas tuvo, fue realista, pero subjetiva.

Barcelona, 1980

En sus imágenes de la ciudad, se muestra la particularidad de aparecer sin habitantes, prefiriendo las horas del amanecer o del atardecer, para centrarse en las esquinas de comercios con la persiana bajada, muros con las ventanas tapiadas o edificios en ruina, unas imágenes en blanco y negro, por ser elaboradas por el artista más fácilmente en el laboratorio, mientras que el color lo empleaba según la técnica Cibachrome, de la cuál se presentan en la exposición un grupo de ejemplos. El trabajo de Humberto Rivas con la imagen fotográfica, es por tanto, el de un auténtico artísta que disecciona y analiza la realidad en busca de la verdad de las cosas.

HÉROE DE LA FOTOGRAFÍA


El régimen nazi construyó numerosos campos de concentración y exterminio a lo largo de todas las zonas ocupadas durante la Segunda Guerra Mundial. Fueron los lugares donde acabaron con los opositores políticos, los enemigos de guerra y los judíos. Entre ellos se encontraron unos nueve mil españoles, que tras salir exiliados de la Guerra Civil española, cayeron en manos de la maquinaria represiva alemana. La mayor parte de ellos, unos siete mil estuvieron en Mauthausen y su entorno. La película, EL FOTÓGRAFO DE MAUTHAUSEN, dirigida por la directora, Mar Targarona, cuenta un hecho extraordinario de aquel siniestro lugar protagonizado por Francecs Boix, un preso republicano, que trabajaba en el departamento fotográfico. 


Los nazis hicieron fotografías de los presos y documentaron la vida de los campos de concentración. El de Mauthausen disponía de un departamento fotográfico asociado a la maquinaria burocrática del régimen totalitario alemán como un elemento más del mismo, que funcionó de manera regular hasta que el signo de la guerra empezó a volverse desfavorable en 1942, tras la derrota de Stalingrado. Luego los nazis empezaron a destruir cualquier documento que les relacionara con el genocidio y los crímenes contra la humanidad llevados a cabo en los mismos campos, a la par, que la represión se incrementaba y la llamada solución final se llevaba a efecto.


Francecs Boix, se convirtió en un auténtico héroe cuando logró salvar junto a sus compañeros numerosas fotografías que mostraban las atrocidades cometidas por los nazis en el campo, unas veinte mil, un tercio del total que se tomó en aquellos años. Algunas las ocultó en el mismo recinto, otras, al parecer, el mayor número, en la población cercana por la colaboración de una mujer alemana que las escondió en un muro entre las piedras, tras contactar con ella por medio de un grupo de prisioneros españoles que trabajaban en la cantera y disponían de un régimen de libertad vigilada. Para conseguir sus objetivos, tuvo que correr, por tanto, grandes riesgos, entre ellos, ganarse la confianza del oficial alemán encargado de las fotografías y de sus superiores, que le llegaron a encargar retratos personales.


Las imágenes conservadas realizadas por los alemanes, y por el mismo protagonista, sirvieron para acusar a los jerarcas nazis en el famoso juicio de Núremberg, que negaban cualquier conocimiento y evidencia de los hechos. Al final de la película, aparecen muchas de esas imágenes, a partir de las cuales se ha construido la historia, además de aquellas en cine, reales, tomadas, del propio Francecs Boix, participando en el juicio y señalando a los acusados. Se convertiría, así,  en el único español que intervino en el mismo, todo un reconocimiento para la actitud heroica del personaje, tras sufrir considerables riesgos y padecimientos, por la torturas y asesinatos ejercidos contra los prisioneros dentro de Mauthausen.



ARTE Y SOCIEDAD


Existen algunos artistas contemporáneos famosos cuyo arte le permite obtener grandes ingresos por la venta de sus obras. Han alcanzado el éxito y los principales coleccionistas persiguen tener una obra suya a cualquier precio. Frente al poder de estos artistas, existen otros, minoritarios, intimistas que emplean el arte como una investigación, una búsqueda de la propia identidad. Entienden el arte como expresión de la verdad.  Unos son poderosos por el estatus que han alcanzado y, otros, humildes, más auténticos en el empleo del medio plástico. La película, PETRA, dirigida por Jaime Rosales, desarrolla una historia dramática en un contexto artístico en el que se mueven los protagonistas, donde el pasado y el presente se unen por la búsqueda de la verdad. Una búsqueda que el director estructura en siete capítulos desordenados ante el espectador.


La protagonista, Petra, es una joven pintora, que obtiene una residencia en el taller de un afamado escultor catalán. En principio, pretende aprender de este artista de éxito y recibir consejo para introducirse en el mundo del arte. Tiene que residir en la casa de campo donde vive junto a su mujer y su hijo Lucas, que es fotógrafo. Desde el primer momento, se da cuenta que Jaume, el escultor, cuyas obras las compran desde los lugares más importantes de Europa, es una persona soberbia y despiadada con las personas de su entorno, especialmente su hijo Lucas a quien tiene subyugado. Esta personalidad engrandecida por el poder que confiere el éxito artístico provocará los sucesivos hechos trágicos que padecen estas personas que en alguna medida están relacionadas con él por lazos familiares o profesionales.


El primero de ellos será el suicidio de la mujer empleada en la casa, al solicitar un trabajo para su hijo en el taller del artista. Un suicidio que será el desencadenante del asesinato de Jaume por este joven, que se había convertido en el colaborador más fiel y, tal vez, un futuro escultor. Pero, sobre todo, el que se refiere a Petra, cuya intención de residir en la casa, no era la de aprender, sino la de encontrarse con su padre, cuya identidad había logrado saber por antiguas amigas de su madre recientemente fallecida. La verdad de la pretensión obligará a Jaume a negarlo en principio para luego, ratificarlo, cuando se entere que Lucas tiene una relación estable con ella, de la que nacerá una nieta. La presión del padre y la desesperación que provoca en su hijo, le llevará al suicidio.


Al final de la película, una vez fallecidos, padre e hijo, quedan solas, Petra, que ha vuelto a la actividad artística y su hija. También, la abuela, interpretada por Marisa Paredes, que en el último giro que desarrolla el argumento, descubre la verdad sobre Lucas, y por tanto, aleja la posibilidad de que Petra se hubiera emparejado con su hermanastro.

AMOR IMPOSIBLE


La llamada Guerra Fría fue el periodo histórico entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y la caída del Muro de Berlín. El mundo se dividió en dos bloques sociopolíticos y económicos diferentes, el capitalista y el comunista, uno liderado por EEUU y otro por la URSS. Las dos grandes potencias nunca se llegaron a enfrentar directamente, sino a través de guerras periféricas y de espionaje. La razón fue la capacidad destructiva de sus arsenales nucleares. Los dos sistemas fueron antagónicos, quien estaba a favor de uno, lo estaba en contra del otro. En este contexto se desarrolla la película, COLD WAR, escrita y dirigida por el prestigioso realizador, Pawel Pawlikowski, que cuenta la historia de amor apasionado entre Zula, una bailarina y cantante de un grupo folklórico, y Wiktor, el músico que la descubre entre una serie de candidatas en la Polonia comunista.


Wiktor es un músico cultivado, poco afecto al régimen comunista, pero que no se opone a la formación del grupo de baile y canto que se apoye en sus investigaciones del folclore rural polaco. Además, debía exaltar a los líderes, la paz, en aquella época amenazada, y la reforma agraria. Tras una selección de candidatos, se enamora de una joven de origen humilde que ha estado en la cárcel por intentar apuñalar a su padre que quería violarla, iniciando un amor apasionado. El éxito de la formación musical, les va a permitir viajar fuera de las fronteras de Polonia. En Berlín, acuerdan pasarse al sector occidental y huir del régimen totalitario, para continuar su relación en un ambiente de libertad.  Sin embargo, después de la actuación musical, Zula, no acude a la cita para huir juntos. A partir de esos momentos seguirá su carrera de éxito, mientras, Wiktor, se ganará la vida como músico de jazz y de cine en París.


Zula es la mujer ideal para Wiktor, pero son incompatibles para vivir en pareja. Solamente cuando están separados se echan de menos. De esta manera se inicia un periplo en el tiempo y en lugares diferentes en los que vuelven a estar juntos, hasta su reunión definitiva y fatal en la Polonia de 1964. Este recorrido en el tiempo y en el espacio comienza en Paris cuando el conjunto musical visita la capital francesa. Luego otra vez, en Yugoslavia, donde Wiktor es expulsado, a pesar de tener permiso para traspasar las fronteras. Otra vez en París se reunirán durante un tiempo. Ella se aleja de su matrimonio con un italiano, lo que le permite viajar, pero la vida entre ellos pasa del amor apasionado y la colaboración musical, a la ruptura brusca por su creciente antagonismo.


Wiktor sigue enamorado de Zula, hasta tal punto que regresa a Polonia en su búsqueda, lo que propiciará su detención y condena a trabajos forzados en una cantera por espionaje. Tras un tiempo encarcelado, ella logra conseguirle la libertad gracias a que había contraído matrimonio con un funcionario comunista. El paso de los años no ha dañado la necesidad del uno del otro a pesar que han tenido diferentes parejas, en cambio ha demostrado la incompatibilidad de temperamentos entre ellos que hizo que no tuviesen una vida en común de casados. La decisión de hacerlo, propiciará el desenlace fatal de la película. Una obra cinematográfica de gran calidad, que une lirismo y una técnica brillante.


El director utiliza un formato vertical, frente al horizontal, donde la acción se desarrolla sobre todo en la parte inferior de la imagen. Emplea con gran belleza el blanco y negro con extraordinaria definición y gradación entre las luces y los tonos. Destacan los planos generales, muchas veces con las cámara fija mientras los personajes son los que se mueven dentro de ellos. De la misma manera, habría que mostrar la carga simbólica que emplea al repetir motivos o imágenes que se mantienen en el principio o el final, como las pinturas de la iglesia en ruinas, como si hubiese una intervención divina en el destino humano, que combina el amor, la felicidad, la desesperación y la tragedia.