AMOR IMPOSIBLE


La llamada Guerra Fría fue el periodo histórico entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y la caída del Muro de Berlín. El mundo se dividió en dos bloques sociopolíticos y económicos diferentes, el capitalista y el comunista, uno liderado por EEUU y otro por la URSS. Las dos grandes potencias nunca se llegaron a enfrentar directamente, sino a través de guerras periféricas y de espionaje. La razón fue la capacidad destructiva de sus arsenales nucleares. Los dos sistemas fueron antagónicos, quien estaba a favor de uno, lo estaba en contra del otro. En este contexto se desarrolla la película, COLD WAR, escrita y dirigida por el prestigioso realizador, Pawel Pawlikowski, que cuenta la historia de amor apasionado entre Zula, una bailarina y cantante de un grupo folklórico, y Wiktor, el músico que la descubre entre una serie de candidatas en la Polonia comunista.


Wiktor es un músico cultivado, poco afecto al régimen comunista, pero que no se opone a la formación del grupo de baile y canto que se apoye en sus investigaciones del folclore rural polaco. Además, debía exaltar a los líderes, la paz, en aquella época amenazada, y la reforma agraria. Tras una selección de candidatos, se enamora de una joven de origen humilde que ha estado en la cárcel por intentar apuñalar a su padre que quería violarla, iniciando un amor apasionado. El éxito de la formación musical, les va a permitir viajar fuera de las fronteras de Polonia. En Berlín, acuerdan pasarse al sector occidental y huir del régimen totalitario, para continuar su relación en un ambiente de libertad.  Sin embargo, después de la actuación musical, Zula, no acude a la cita para huir juntos. A partir de esos momentos seguirá su carrera de éxito, mientras, Wiktor, se ganará la vida como músico de jazz y de cine en París.


Zula es la mujer ideal para Wiktor, pero son incompatibles para vivir en pareja. Solamente cuando están separados se echan de menos. De esta manera se inicia un periplo en el tiempo y en lugares diferentes en los que vuelven a estar juntos, hasta su reunión definitiva y fatal en la Polonia de 1964. Este recorrido en el tiempo y en el espacio comienza en Paris cuando el conjunto musical visita la capital francesa. Luego otra vez, en Yugoslavia, donde Wiktor es expulsado, a pesar de tener permiso para traspasar las fronteras. Otra vez en París se reunirán durante un tiempo. Ella se aleja de su matrimonio con un italiano, lo que le permite viajar, pero la vida entre ellos pasa del amor apasionado y la colaboración musical, a la ruptura brusca por su creciente antagonismo.


Wiktor sigue enamorado de Zula, hasta tal punto que regresa a Polonia en su búsqueda, lo que propiciará su detención y condena a trabajos forzados en una cantera por espionaje. Tras un tiempo encarcelado, ella logra conseguirle la libertad gracias a que había contraído matrimonio con un funcionario comunista. El paso de los años no ha dañado la necesidad del uno del otro a pesar que han tenido diferentes parejas, en cambio ha demostrado la incompatibilidad de temperamentos entre ellos que hizo que no tuviesen una vida en común de casados. La decisión de hacerlo, propiciará el desenlace fatal de la película. Una obra cinematográfica de gran calidad, que une lirismo y una técnica brillante.


El director utiliza un formato vertical, frente al horizontal, donde la acción se desarrolla sobre todo en la parte inferior de la imagen. Emplea con gran belleza el blanco y negro con extraordinaria definición y gradación entre las luces y los tonos. Destacan los planos generales, muchas veces con las cámara fija mientras los personajes son los que se mueven dentro de ellos. De la misma manera, habría que mostrar la carga simbólica que emplea al repetir motivos o imágenes que se mantienen en el principio o el final, como las pinturas de la iglesia en ruinas, como si hubiese una intervención divina en el destino humano, que combina el amor, la felicidad, la desesperación y la tragedia.

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