MADRE SIN RUMBO


El riesgo de exclusión social afecta a la población actual que sale adelante con  trabajos precarios y mal pagados. Primero las consecuencias de la grave crisis financiera internacional y luego las producidas por la pandemia, han extendido el fenómeno. La carencia de ingresos regulares impiden disponer de una vivienda en propiedad. El cuidado de los hijos se ve gravemente afectado por la falta de alimentos y de recursos para su educación. Estas difíciles circunstancias son retratadas en la película, AMA, opera prima de la directora, Julia de Paz Solvas, que cuenta la difícil existencia de una joven madre, que malvive en casa de una amiga en la costa repartiendo invitaciones para una discoteca. Un día se ve sola en la calle con su hija sin ninguna ayuda.




La película narra el tiempo desesperado de un lado para otro de Pepa, la protagonista, con su hija Leila, una vez que sus pocos amigos le han dado la espalda. Nadie quiere ya alojarla en su casa, ni prestarla dinero, pues lleva una vida sin afrontar responsabilidades. El único trabajo que tiene, igualmente lo pierde por su inconsciencia, después de una noche de diversión. Le atormenta su pasado problemático que provocó el alejamiento de la familia. Ahora, de nuevo, ha llegado al límite sin ningún punto de agarre que la sostenga. Además, le acompaña su hija que requiere atención constante en una ciudad costera llena de turistas atraídos por la playa, que causan un fuerte contraste entre la diversión y los baños de unos, frente a la mera supervivencia de las protagonistas.




La directora narra con primeros planos sobre todo, el ir y venir sin rumbo. Las protagonistas llegan a dormir en la calle el primer día. Tienen que bañarse en las duchas de la playa. Les rechazan de todos los hoteles y pensiones. La sociedad se vuelve hostil para unas personas marginadas. Nadie se pone a su nivel, están a otra onda, las de las vacaciones veraniegas bajo el sol. Sin ninguna buena perspectiva, al contrario, solamente les queda partir de madrugada a su lugar de origen. Pepa y Leila llegan al amanecer a Sevilla. Tras años de separación, la madre acoge de nuevo a una hija con la que en el pasado tubo problemas. Ya quedará tiempo para recordar, y asumir, cada una los errores que cometieron. Lo importante es el presente, que pueden afrontar de manera positiva, otra vez juntas.

SOBRE EL EXPANSIONISMO JAPONÉS

 

Las potencias fascistas que surgieron en la época de entreguerras tenían como objetivo conquistar nuevos territorios para enaltecer el nacionalismo y para obtener materias primas esenciales. Es el caso de Japón cuando se expandió, primero en Manchuria, territorio de China, para luego dirigirse al sur, a Indochina, colonia francesa. El choque con los intereses norteamericanos en el Pacífico fue una de las causas de la Segunda Guerra Mundial. Este mundo prebélico se retrata en la película, LA MUJER DEL ESPÍA, dirigida por Kiyoshi Kurosawa con maestría, que fue merecedor del Premio a la Mejor Dirección, el Oso de Plata en el Festival de Berlín. Una película que recrea con fidelidad la ciudad portuaria de Kobe, entorno a un matrimonio de comerciantes, que también se dedican al cine.



Tres amigos de la infancia van a coincidir en un momento delicado de la historia de Japón, al alinearse este país con las potencias del Eje, Italia y Alemania. Uno como jefe de la policía, y un matrimonio que se va a ver involucrado en una trama de espionaje. Japón ocupa Manchuria donde comete crímenes contra sus habitantes. Oculta, entre otras actividades, experimentos con seres humanos para difundir la peste negra. Esta situación permanece oculta a nivel internacional. La verdad la va a conocer Yusaku, uno de los protagonistas en un viaje a China, que decide difundirla en imágenes y con documentos científicos. Quiere mantener a su mujer, Satoko, al margen, pero ésta decide implicarse con su marido.



Para Satoko, la única manera de salvar la misión secreta que su marido oculta, será denunciarle ante la policía. Llegará, de todas las maneras, a sacrificar a su sobrino, que acompañó a su marido en la misión a China. Sin embargo, conseguirán que los documentos salgan de Japón, justo en los meses previos al estallido de la guerra mundial. El plan de Yusaku es escapar junto a su mujer en barcos diferentes, uno con dirección a China, y otro a San Francisco. En EEUU se encontrarían de nuevo, pero Satoko es apresada escondida cuando iba a partir. Le habían denunciado, una manera de salvarle la vida, al no encontrar pruebas concretas contra ella, y además, pasaría la guerra recluida en un manicomio. Queda en la incertidumbre, su futuro, si los protagonistas al final se encontraron tras la contienda en el país norteamericano.