LA FOTOGRAFÍA DE HUMBERTO RIVAS

María, 1978

La Fundación Mapfre presenta la exposición, HUMBERTO RIVAS. EL CREADOR DE IMÁGENES, una gran retrospectiva del fotógrafo argentino, que se asentó en Barcelona en 1976, a causa de la situación política que atravesaba su país. Llegó a España al inicio de la democracia y contribuyó a impulsar la consideración de la fotografía como un medio artístico. Sirvió de ejemplo a otros fotógrafos para encontrar su propia forma de entender el medio. Por todo ello recibiría importantes premios por su obra, que se inicia, sobre todo, cuando en 1968 decide abandonar las artes plásticas para dedicarse en exclusiva a ella, con dos vertientes, una profesional, de finalidad económica, y otra personal, la esencialmente artística.

Vic, 1984

La exposición madrileña muestra un conjunto formado por copias originales realizadas por el mismo autor, debido a su costumbre de positivar varios ejemplares de cada una de las fotografías que seleccionaba, lo que denota la visión de futuro del autor sobre su obra. Una visión que nos permite comprenderla con mayor calidad en la actualidad, entenderla en sus diferentes perspectivas, porque Humberto Rivas, fue un constructor de imágenes, no un cazador de instantes que se presentan de manera azarosa delante del objetivo. Ante todo, se considera un fotógrafo que elabora una imagen a partir de la toma realizada. Un resultado que demuestra sus enormes recursos técnicos para el control de la exposición lumínica.

Valencia, 1987

A lo largo de la exposición, el espectador puede observar unos cuantos temas repetidos en los cuales manifiesta su maestría, para definir con descripción precisa, sin atender a la anécdota, el tema representado. En los retratos abundan los desnudos, los primeros planos y los fondos neutros, sin escenografías, ni atributos que diesen alguna información sobre las personas, en los que pretende indagar sobre la condición humana de cada individuo. Junto a otros temas como la captación de una estancia interior, las flores marchitas o los paisajes urbanos, que son una excusa para hablar del paso del tiempo. el silencio, el abandono o la memoria, con gran sensibilidad poética y misterio. A pesar de todo la mirada que Rivas tuvo, fue realista, pero subjetiva.

Barcelona, 1980

En sus imágenes de la ciudad, se muestra la particularidad de aparecer sin habitantes, prefiriendo las horas del amanecer o del atardecer, para centrarse en las esquinas de comercios con la persiana bajada, muros con las ventanas tapiadas o edificios en ruina, unas imágenes en blanco y negro, por ser elaboradas por el artista más fácilmente en el laboratorio, mientras que el color lo empleaba según la técnica Cibachrome, de la cuál se presentan en la exposición un grupo de ejemplos. El trabajo de Humberto Rivas con la imagen fotográfica, es por tanto, el de un auténtico artísta que disecciona y analiza la realidad en busca de la verdad de las cosas.

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