DELIRIO EXTRATERRESTRE


 

La humanidad se ha vuelto vulnerable tras la pandemia del Covid. Se ha dando cuenta que podría perecer de forma masiva por una nueva enfermedad. Los adelantos en la investigación médica la pudieron atajar relativamente rápido mediante las vacunas. Además, fue esencial la acción de la comunidad internacional cerrando fronteras e implantando duros confinamientos. Muchos no vieron con buenos ojos lo que consideraron una privación de la libertad individual: tenerse que inyectar un producto totalmente desconocido y permanecer en los hogares sin apenas poder salir. Igualmente, se vio como la actividad de los sectores económicos se redujo, y en consecuencia, la riqueza. Por otro lado, cada vez son más evidentes, las consecuencias del cambio climático en forma de grandes catástrofes naturales, las prolongadas olas de calor y la degradación del medioambiente. No es de extrañar la proliferación de teorías conspiratorias fruto del miedo o la incertidumbre que padece la sociedad, y que son difundidas por Internet. Este es el contexto de la película, BUGONIA, del director Yorgos Lanthinos, que cuenta como dos jóvenes atenazados por una de esas teorías, deciden secuestrar a la presidenta de una compañía farmacéutica porque consideran que se trata de una extraterrestre que quiere destruir el planeta.



Teddy y su primo, Don, residen en una casa suburbana donde tienen abejas para producir miel. El primero trabaja en la paquetería de la empresa farmacéutica, a la que acusa de explotación laboral y crear substancias que afectan a las abejas y a las personas, en concreto a su madre, que se encuentra en estado terminal en una residencia. Tiene la teoría que la dirige una extraterrestre de la galaxia Andrómeda, cuyo interés es extinguir a los humanos. Para ello urden el plan de secuestrar a esta alta ejecutiva para llegar a un acuerdo con los alienígenas para que se vayan del planeta. El momento preciso para el encuentro coincidirá con el eclipse de luna que se producirá tres días después. De esta manera, la secuestran, no sin dificultades, y la mantienen atada en el sótano de su casa. Le cortarán el pelo, pues piensan que se comunica con el cabello. Antes los primos se han castrado químicamente para no dejarse llevar por la influencia de sus instintos sexuales. Los secuestradores tratan de hablar lo menos posible con Michelle, la presidenta, sobre todo Don, el menor de los primos, que no entiende muchas veces la manera de proceder de Teddy, que sufre de ira cada vez que se relaciona con la víctima. 



Al final, las cosas no salen como ellos esperaban. Michell es persuasiva, y si al principio, trata de hacerles ver las consecuencias de sus actos, después de mostrar las motivaciones de los mismos, fruto de la enfermedad de su madre y su enganche a la dark web, luego pasa a reconocer que si es una alienígena con poderes extraordinarios. Así,  mientras el sheriff les hace una visita, para averiguar si sabían algo del secuestro, Don se suicida en el sótano, convencido que será salvado por Michelle. Teddy, desesperado mata al policía, y es convencido por ella para que la lleve a su despacho, donde tiene la capacidad de llevarle delante del emperador de Andrómeda. Sin embargo, en un momento dado, Teddy estalla por los explosivos pegados al cuerpo que llevaba. Michelle, entonces, descubre quién es verdaderamente, y lo que parecía una patraña, se convierte en realidad con consecuencias fatales para toda la humanidad.

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