Novela histórica o historia novelada, según la importancia de la calidad formal del texto o de los hechos históricos que articulan la narración. Deben conjugarse los dos aspectos para que resulte un libro de calidad, que evite la banalizacion del pasado trágico. Hoy muchos éxitos de ventas son novelas históricas, que perduraran en el futuro según su calidad intrínseca, no comercial, de un momento, de una moda pasajera.
Vida y destino, del periodista y escritor ruso Vasili Grossman atiende a las exigencias mas estrictas de interés por un periodo de la historia del siglo XX, la Segunda Guerra Mundial, y en concreto, la batalla de Stalingrado, en forma de novela, pero que el autor la convierte en una obra literaria monumental que reflexiona sobre el ser humano en condiciones de extrema violencia.
El autor conoció la resistencia rusa al asedio alemán de la ciudad de Stalingrado. En ella se decidió la victoria o la derrota del ejercito soviético, el destino de toda la guerra, del estado nacido con la revolución bolchevique. Grossman se centra en esos momentos del enfrentamiento y termina con la victoria sobre las tropas de Hitler. Sin embargo, teoriza sobre el régimen soviético al mando de Stalin, que impone la férrea dictadura del partido comunista al pueblo. La revolución bolchevique se ha transformado en la defensa del estado que todo controla en favor de su propia supervivencia. Los horrores represivos de 1937 son recurrentes a lo largo del libro para los personajes, para el propio lector, que aminorados continúan durante la propia guerra. Personajes de ficción se mezclan con los reales.
El genocidio judío constituye otro de los planteamientos fundamentales del autor. Incomprensible en aquella época y siempre, por su extrema violencia. El escritor es de origen judío como los principales personajes del libro. Constituyen un grupo característico de la Rusia soviética. Las paginas dedicadas al exterminio sistemático son muy significativas. También el análisis de la elite nazi, de los ejercitos alemanes.
Vasili Grossman escribe sobre el hombre y la mujer, el ser humano víctima de las ideologías totalitarias enfrentadas. Un ser humano al limite, próximo a la muerte, en el frente de batalla, en el campo de exterminio o en el penitenciario. La condición humana es ajena a la extrema violencia que ha creado y perdura a pesar de esas ideologías inhumanas, esas fuerzas poderosas, que pretendieron la gloria, la felicidad o la victoria, lejos de la misma, de la libertad que lleva inherente.
Concluye el autor: Fuera lo que fuese lo que les deparara el futuro-la fama por su trabajo o la soledad, la miseria y la desesperacion, la muerte y la ejecución-,ellos vivirían como seres humanos y morirían como seres humanos, y lo mismo para aquellos que han muerto; y solo en eso consite la victoria amarga y eterna del hombre sobre las fuerzas grandiosas e inhumanas que hubo y habrá en el mundo.
(pag. 1093)
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