RETRATO DEL PADRE



A veces el choque generacional entre padres e hijos supone un enfrentamiento de dos maneras de mirar al mundo. Por un lado la sociedad urbana en constante cambio, y por otro, la rural, anclada en el pasado. Se oponen, igualmente, dos ideologías, una tolerante, abierta y comprensiva con los demás, y otra, que rechaza a otras personas por tener gustos y costumbres distintas. Este enfrentamiento lo padecen los protagonistas de la película, FALLING, escrita y dirigida por Vigo Mortensen, que interpreta al hijo homosexual que tiene que cuidar a un padre ultraconservador, violento, machista, al final de su vida. 




El padre abandona la granja de las montañas, donde había vivido desde la juventud, para trasladarse al sur de California, enfermo y con señales de demencia, para estar cerca de su familia. Allí desde el principio choca con su hijo que está casado con otro hombre y tiene adoptada una niña inmigrante. No los acepta cómo viven, y además, empieza a hablar del pasado de una manera cruel, especialmente de la madre del protagonista, que le abandonó por los malos tratos que le daba. Los hijos, un chico y una chica, siempre estuvieron en su casa, especialmente después de la muerte por accidente de su esposa.




Las imágenes del  pasado tanto del padre como del hijo, con quien tuvo una relación más estrecha, se mezclan con el presente. Este último tuvo que soportar siempre la carga de un padre que le veía diferente a él, sin los mismos gustos por la caza o las armas. Hoy la situación no puede ser más distinta entre ellos. Uno es defensor de una familia moderna, y el otro, del antiguo conservadurismo. Lo único que tienen en común son los recuerdos por su relación consanguínea. De esta manera, no le quedará otra opción que regresar a la granja, sobre todo, cuando se le reproduzca el cáncer que tuvo en el estómago hace años, lejos de los suyos, prisionero de sí mismo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario