EN EL LEJANO OESTE


 En las lejanas tierras de Montana, la vista se pierde en cumbres que forman extrañas figuras a la luz del atardecer. Las extensas praderas se pueblan de animales salvajes, que conviven con enormes rebaños de ganado. El mundo moderno se abre paso en medio de la naturaleza. Llegan ecos de los Felices Años Veinte que llenan de alegría los locales nocturnos de las ciudades. Los primeros coches de combustible sustituyen a los de caballos. Las hazañas de los legendarios cowboys son ya recuerdos en la memoria. En este ambiente, se desarrolla la película, EL PODER DEL PERRO, escrita y dirigida por Jane Campion, basándose en la novela de Tom Savage. Constituye una creación de un relato visual original que demuestra una maestría especial en el desarrollo de los elementos cinematográficos, que le proporcionó el León de Plata a la mejor dirección en el Festival de Venecia.




En cinco episodios, la película cuenta un periodo de la vida de dos hermanos que dirigen un rancho ganadero. Son ricos pero distintos en carácter y modales, mientras George es elegante y amable, Phil, es cruel y de difícil trato. Ambos son solteros, y la historia, dividida en cinco episodios, comienza cuando el primero se casa con la dueña de un restaurante del pueblo. Una mujer viuda con un hijo adolescente. Hasta ese momento, la ruda vida con el ganado los había privado de tener una familia. Sin embargo, la felicidad no va a ser completa. Phil, hará la vida imposible a la nueva esposa, pues cree que se ha casado para adueñarse de sus bienes. La mujer hace todo lo que puede para adaptarse al rancho, pero siente el desprecio del hermano, hasta el punto que empieza a beber para soportar su desprecio.




La situación cambiará con la llegada en verano de su hijo, un estudiante de medicina con talento. Al estar sobreprotegido por la madre, será objeto de las burlas de Phil, que le considera un afeminado. De todas las maneras, en un momento, decide cambiar su actitud para el chico y le empieza a enseñar a montar, a que participe en las labores del campo. Un día el joven descubre aspectos de su tío hasta el momento desconocidos. Que se bañaba desnudo en el río tras embadurnarse de barro el cuerpo, y que tenía escondido una maleta con revistas de hombres culturistas en una choza. Sabía que admiraba al legendario vaquero, Bronco Henry, con quien tuvo una profunda amistad, y del que conservaba su silla de montar.




El joven estudiante de medicina, al final,  se vengará de Phil de forma sutil para que su madre pueda ser feliz finalmente con su padrastro. Le hará pagar todas las humillaciones que los dos han recibido. Podrán disponer, así, con mayor libertad de los bienes que les corresponden sin problema. La directora cuenta esta historia con un ritmo en apariencia lento pero preciso, a través de imágenes de variados planos, que combinan los generales para el paisaje con los más precisos. Valora mucho la luz natural en todos los matices, especialmente los contrastes entre el interior poco iluminado y los exteriores. La naturaleza se muestra en su esplender según las estaciones del año. Los actores interpretan como nunca los contrastes de la personalidad, unos evidentes y otros ocultos, especialmente, Benedict Cumberbatch, que hace el papel del atormentado Phil Burbank.

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