INTRIGA EN LA SIERRA


 El deseo de tener hijos puede ser el más fuerte de una pareja. La infertilidad ha llevado a muchos padres a sobrepasar los límites legales, e incluso morales. A muchos de ellos les ha supuesto entrar en un programa de adopción internacional cada vez más restringido y elevado coste de tiempo y dinero, o llegar a la maternidad subrogada, que en nuestro país no está permitida. Los casos más graves fueron comprar directa o indirectamente un niño robado a sus progenitores. La pareja protagonista de la película, LA HIJA, dirigida por Manuel Martín Cuenca, se aprovechan de una menor fugada de un centro de reclusión, para que les ceda la hija que lleva en su vientre. Se aprovechan de la inconsciencia de la joven Irene, todavía adolescente, con la promesa de ser libre y tener cuidados durante el embarazo.




Javier, educador de un centro de menores, y su mujer, Adela, organizan un plan para llevar a la joven embarazada a una casa de campo aislada en la montaña. Parecería una fuga de la misma, que no regresaría de un permiso de salida para engañar a las autoridades. Quieren cuidarla, y así se lo muestran, para que lleve sin problemas su embarazo. Pero tienen una finalidad que la joven no conoce al principio. Quedarse con su bebé, con el excusa que es mejor dárselo a ellos que entregarlo a los servicios sociales. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, la joven no aguanta el aislamiento al que está sometida. Además, la salida de la cárcel de su novio, le va a hacer cambiar de opinión. Quieren tener una vida juntos con su hija.




Osmán, el joven padre, hará todo lo posible por encontrar a Irene. Javier propiciará el encuentro de ambos, para que los dos sean conocedores de sus planes de quedarse con el bebé. Pero ellos tienen pensado otra cosa, y nada les va a convencer, y menos ahora que han logrado reunirse juntos. Entonces, se iniciará una espiral de violencia entre los protagonistas. Javier despeñará a Osmán desde lo alto de una montaña, e  Irene quedará privada de libertad en la casa hasta dar a luz a su hija. Pero estos sucesos son el comienzo del final, que pasan por la marcha de Adela de la casa con la niña para inscribirla en el registro, y su encuentro con Javier, tras la desaparición, tal vez, de la madre prisionera. Irene, cuando le quitan a su hija, reacciona, en consecuencia, frustrando los planes de sus secuestradores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario