PARA LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA


 

La Biblioteca Nacional, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y la Fundación 1º de Mayo, organizan la exposición, PARA LA LIBERTAD. EL PROCESO 1001 CONTRA LA CLASE TRABAJADORA, en el cincuentenario de aquel famoso acontecimiento que supuso la condena en diciembre de 1973 de diez destacados miembros de Comisiones Obreras. El desarrollo industrial de España a finales del franquismo no vino acompañado de una mejora de las condiciones y de los derechos de los trabajadores de acuerdo con los niveles europeos. Corresponde a una época de conflictividad laboral y social en el que participaron además de los trabajadores, las asociaciones de vecinos, las estudiantiles y profesionales. Se pretendía mayor libertad y democracia a través de la amnistía de los miles de presos políticos que había por entonces en las cárceles. El régimen actuaba con represión ante cualquier intento de apertura. Su mano ejecutora era la Brigada Político y Social con el Tribunal de Orden Público.



Esta pequeña exposición nos recuerda a los diez detenidos en 1972 en primer lugar a modo de entrada con sus retratos y biografías, cuando estaban reunidos en el convento de los frailes oblatos de Pozuelo de Alarcón. Luego reúne una serie de documentos, publicaciones periódicas de la época como Cambio 16, diarios como el Ya, y otras clandestinas, además de los textos internos de Comisiones Obreras, y las sentencias, tanto las del TOP como la del Tribunal Supremo. Igualmente llamativas las fotografías y dibujos, en una decoración que nos transporta a las calles madrileñas con pintadas que aluden a los encausados y a la famosa cárcel de Carabanchel donde estuvieron privados de libertad. Un vídeo con las intervenciones de sus protagonistas nos aclara distintos aspectos. El juicio oral se abrió a finales de 1973 y coincidió con el asesinato del Presidente del Gobierno, Carrero Blanco. En esta circunstancias, las defensas de cada uno de los procesados que representaban al espectro político de entonces, solo pudieron ser testigos de unas condenas más propias de los primeros años de la dictadura que aquellas que corresponderían a los cargos que se les imputaban.



Desde ese momento, se inició una ola de solidaridad nacional e internacional, especialmente en Europa , en favor de su puesta en libertad. Las mujeres de los presos jugaron un papel esencial en esta lucha, enviando escritos o viajando al extranjero. La revisión de la sentencia del Supremo se produjo en febrero de 1975, que rebajaba considerablemente las condenas. Esto propició la liberación de cuatro de los diez miembros condenados. Será con el indulto por la proclamación del rey, tras la muerte de Franco, cuando sean liberados los seis restantes. Por aquel entonces continuaban las movilizaciones y huelgas en favor de los derechos humanos, la libertad y la democracia que pasaba por una amnistía. Esta situación empezó a cambiar con la dimisión de Arias Navarro como Presidente del Gobierno que encarnaba la continuidad del régimen, siendo sustituido por Adolfo Suarez que inició el camino de la llamada Transición mediante la convocatoria del referéndum por la reforma política.


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