HISTORIA DE LAS NOTICIAS FALSAS


 

La Fundación Telefónica organiza la exposición, FAKE NEWS. LA FÁBRICA DE LAS MENTIRAS, sobre una de las características más relevantes de nuestro tiempo, la sobreinformación, gran parte falsa o tergiversada, que recibimos de múltiples canales o medios, los tradicionales, radio, televisión y prensa, más los modernos, las redes sociales, especialmente la mensajería instantánea que la disponemos en el móvil a través de internet. Sin duda, un tema relevante para un mundo convulso por la guerra de Ucrania y sus consecuencias, el crecimientos de la extrema derecha, el cambio climático y la crisis de la democracia. De esta manera, los actores mundiales tratan de posicionarse para favorecer sus intereses en la multitud de información que reciben los ciudadanos. Para explicar el tema, la muestra se divide en cinco ámbitos, siendo el primero referido al concepto de noticia falsa, cuyo nombre en inglés, se empezó a utilizar a raíz de la campaña electoral norteamericana de 2016 por el candidato Donald Trump, principal usuario de las mismas.



El segundo ámbito nos habla de cómo las noticias falsas afectan al cerebro, y los sesgos cognitivos que éste tiene que favorecen su propagación. Un conjunto de escritores, filósofos, y personajes históricos se dieron cuenta de la facilidad de manipulación del ser humano. Joseph Goebbels, el jerarca nazi, destacó que la repetición de una mentira la hacía convertirse en verdad. Martin Lutero destaca, en el mismo sentido, el comportamiento como una bola de nieve que al rodar se hace más grande. El tercer ámbito hace un recorrido histórico desde la Edad Antigua hasta la Contemporánea. La desinformación evoluciona desde métodos rudimentarios hasta los sofisticados de hoy. El Imperio Romano empleó a sus historiadores para proporcionarnos una información de distintos emperadores y otros personajes, que hoy podemos cuestionar. Por ejemplo son criticables las referidas a Cesar Augusto, Nerón, Calígula, Claudio, y Cleopatra.



En la Edad Media fue llamativa la mentira de la Donación de Constantino que prevaleció hasta el siglo XV, como la existencia de animales fantásticos en los contornos del mundo conocido. En la Edad Moderna sobresalen las que atañen al Imperio español, como la Independencia de los Países Bajos y la Armada Invencible. Será en el siglo XIX, en la Guerra hispano-norteamericana, cuando el poder de la prensa se deje notar, al acusar a nuestro país del hundimiento del Maine, que provocó el conflicto. La radio en la Segunda Guerra Mundial sería un medio imprescindible del momento. Luego la Televisión a partir de los años 50 del siglo XX. Una instalación artística de la exposición que reproduce una habitación de los años sesenta con una pantalla muestra imágenes del discurso del presidente Nixon manipulado con inteligencia artificial, que en vez de felicitar de la llegada a la Luna, anuncia su fracaso.



En el cuarto ámbito de la exposición observamos obras de arte contemporáneo que tratan sobre las noticias falsas y la desinformación, que se extienden por las redes sociales. La fotografía desde sus inicios colaboró en la manipulación de la verdad, tanto en regímenes democráticos como totalitarios, circunstancia que ha llegado hasta nuestros días. La aplicación de la Inteligencia Artificial ha provocado la creación, dentro de este ámbito, de los deepfakes, producciones multimedia, que pueden reproducir la cara de la gente y su forma de hablar. Finalmente, la exposición nos plantea el reto de detectar y combatir las noticias falsas. A través de los recursos que pone a disposición del público, sabemos que hay organismos que trabajan en la misma tarea.

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