ATADOS A LA TIERRA


 
Durante siglos la mayoría de la población ha vivido directamente del campo. Ha sido campesina. Su vida estaba vinculada a las distintas labores según las estaciones del año. Era una vida elemental, sin excedentes, ni consumismo. La economía era prácticamente de subsistencia. La Revolución Industrial cambió esta forma de vida y los campesinos empezaron a emigrar a las ciudades para trabajar en las fábricas. Sin embargo, todavía hay zonas del mundo donde se depende de pequeñas cosechas anuales y del trabajo sin máquinas. Están caracterizadas por la pobreza material, a pesar que van llegando los avances técnicos de nuestro tiempo. En este contexto se sitúa la película, EL REGRESO DE LAS GOLONDRINAS, que narra durante un año la vida en común de dos personajes marginados por sus familias, que son casados por conveniencia en una zona árida de China.






El matrimonio de Ma y Cao se produce en invierno. Las primeras semanas son difíciles para los dos. Uno por su timidez, y otro por su discapacidad, que le impide caminar. Apenas hablan, y tienen que comenzar desde cero. Ma es un buen agricultor, que con apenas un burro de carga y un carro, quiere cultivar su pequeña propiedad. Para ello piden prestado lo suficiente para sembrar trigo y maíz. También unos huevos  para incubarlos y tener gallinas ponedoras. Viven en una casa abandonada de barro, una de tantas, que el gobierno de la región está derribando para eliminar la pobreza. El paso del tiempo consolida la relación de la pareja. Cada vez se entienden mejor y colaboran en las tareas del campo. Primero la siembra, luego la recolección.






Coincide esa época que el jefe de la región necesita transfusiones de sangre. Un tipo raro que sólo tiene Ma, y periódicamente, su hijo le recoge para ir al hospital y realizar una transfusión. El no quiere ninguna compensación, ningún regalo por las donaciones. Ma es un campesino honesto que devuelve todas sus deudas. Ma y Cao con su duro trabajo y superando las inclemencias del tiempo, han logrado construir una casa de su propiedad. De la misma manera, ha florecido entre ellos un amor eterno. Sin embargo, todo se vendrá abajo cuando Cao caiga enferma, que le obliga a permanecer en la cama mientras Ma trabaja en el campo. Un día cuando éste regresa a casa, Cao le va a esperar como otras ocasiones, pero por su debilidad cae en la acequia y se ahoga. Su desaparición causará una enorme tristeza en Ma, que le obliga a desprenderse de todos sus bienes; a marchar a la ciudad, y cambiar una forma de vida que había jurado nunca abandonar.

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