El derecho a una muerte digna está reconocido en muy pocos países. Hay personas que desean acabar con su vida mientras padecen enfermedades mortales irreversibles que les provocan sufrimientos innecesarios. La decadencia del cuerpo y las capacidades cognitivas les motivan para solicitar la eutanasia en un momento de no retorno al estado de salud o bienestar. Para no ser reconocido como un suicido asistido, existe un proceso de diagnóstico emitido por varios facultativos, siendo firme la decisión por parte del paciente. La película, LA HABITACIÓN DE AL LADO, escrita y dirigida por Pedro Almodóvar, cuenta un suceso en el cual una mujer pone fin a su vida cuando le atenaza un cáncer que se ha extendido por su cuerpo sin posibilidad de curación. Renuncia a prolongar más su tratamiento tras fracasar un primer método innovador.
Ingrid, escritora, le llega la noticia que su vieja amiga Marta, a la que hace años no ve, está ingresada en un hospital con cáncer. Después de visitarla, como ambas se encuentran solas, deciden estrechar su amistad. Es el momento de recordar su vida pasada. Marta fue una periodista destinada siempre en conflictos armados, que tuvo, muy joven, una hija con la que no se lleva bien. Esta hija fue fruto de una relación esporádica con un chico tras estar destinado en la guerra de Vietnam, que al regresar, asediado por las secuelas del combate, decidió marcharse lejos y rehacer su vida. Sin embargo, tuvo un trágico final en un incendio, con lo que su hija creció sin padre y con una madre ausente por el trabajo. También, entre ambas recuerdan a un hombre, Damian, con el que tuvieron una relación, primero Marta, luego Ingrid.
Un día, Marta, recibe la noticia que ha recaído en el cáncer que padece, y además se ha extendido a otros órganos. Entonces, decide poner fin a su vida tomando una pastilla que uno de sus amigos ha obtenido en internet. Lo va a hacer en un momento dado en una casa apartada junto a una amiga, que le acompañará en la distancia pues es ilegal cualquier ayuda. Para ello elige a Ingrid, aunque ésta siente horror ante la muerte, después de haberla rechazado otras amigas más cercanas. De esta manera, se trasladan al campo en un bello paraje en medio del bosque. Vivirán en una casa amplia de diseño contemporáneo mientras Marta combate el dolor con parches de morfina. Apenas puede hacer nada, y un día sin avisar, dejará la puerta de su habitación cerrada. Será un signo de que ha tomado la decisión de morir.
Ingrid trata de pasar esos días lo mejor que puede. Se lleva libros para leer y se inscribe en un gimnasio para mantenerse en forma. Además, sigue en contacto con Damian, que hoy es un abogado que lucha contra el cambio climático y los riesgos que supone, y que critica las soluciones que algunos gobiernos encuentran en la extrema derecha y en el neoliberalismo. Los días pasan mientras llega el momento fatídico. Ven películas juntas de Buster Keaton, o Los Muertos, de John Huston, sobre la obra literaria de James Joyce, cuya escena de la nieve, será inspiradora de las últimas imágenes de la que estamos contando, cuando Marta ya ha tomado la pastilla en la terraza de su habitación y ha fallecido frente al bosque. Como estaba previsto, Ingrid fue interrogada por la policía, si ella conocía sus intenciones de poner fin a su vida, y si le había ayudado, pues era un delito. También, llevó a su hija a la casa para que conociera el lugar de la muerte de su madre y se hiciera cargo de sus objetos, además de reconciliarla con ella. Finalmente, el argumento, la armonía y el ritmo de las imágenes, junto a la interpretación de los actores, ha merecido el León de Oro en el pasado Festival de Venecia.
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