LA FAMILIA DE ACOGIDA



Ser una persona callada denota introversión, pero también un reflexión particular para entender su entorno. Mejor que precipitarse en juicios y opiniones inadecuadas. Pudiera ser, por otra parte, que fuera signo de abandono y soledad. Entonces, la falta de palabras expresaría un sufrimiento interior por lo que le sucede ante un contexto hostil que en cierto modo no le comprende y le margina. Esto le sucede a la niña protagonista de la película, THE QUIET GIRL, escrita y dirigida por Colm Bairéad, que en la Irlanda rural de 1981, es enviada con una familia lejana para pasar el verano. Las circunstancias de su casa son difíciles, muchos hermanos y pobreza. Apenas recibe alimento y es atendida por su madre que espera otro hijo. A sus nueve años, no tiene amigas y apenas habla. Es frágil y se esconde de quienes le rodean.






En medio de la campiña irlandesa, a orillas del mar, la nueva familia, no tiene hijos, y le ofrecen hospitalidad. Son primos lejanos de la madre. Al principio, sobre todo el padre, le extraña mucho por ser chica. La nueva madre le  viste como puede. Lo primero que encuentra en el armario, ropas de chico de su misma edad. Poco a poco se da cuenta de las diferencias con su familia. Le cuidan en todo lo posible con la alimentación y la higiene. Le compran vestidos de chica y le dan dinero para que se lo gaste. Le enseñan los trabajos de la granja para ayudar en la medida de lo que pueda. Limpiar los establos de las vacas y traer el agua del pozo. También es bien recibida por los vecinos de la comarca que se apoyan mutuamente en las labores ganaderas y en los acontecimientos sociales.






En uno de estos acontecimientos, descubrirá que su nueva familia tuvo un hijo que murió accidentalmente. Por eso que le vistiesen al principio con ropas de chico y la decoración de su habitación tuviese pintado en el papel de las paredes pequeños trenes. Sin embargo, el verano llegará a su fin, y la estancia idílica con su familia de acogida. Un día recibe una carta de su madre que debe regresar porque pronto empieza el colegio. Le espera, otra vez, un entorno difícil y descuidado, rodeado de sus hermanos, con su madre desbordada por las laboras de la casa con un padre ausente, más preocupado por la bebida y el juego, que por el trabajo. Sin embargo, habrá descubierto el amor que se tiene por un padre y una madre, un ambiente saludable para ser feliz y hacerse mayor emocionalmente con tranquilidad.
 

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