POSTERS DE ANDY WARHOL


 

La Fundación Canal presenta la exposición, ANDY WARHOL. POSTERS, sobre una de las facetas más características y medio de expresión del famoso artista pop, durante dos décadas y media, desde que consiguió la fama hasta su repentina muerte en los años ochenta. Antes de conseguir su aureola artística a mediados de los años sesenta, fue un reputado ilustrador publicitario, que se transformó en ese adalid de un nuevo movimiento artístico, que ha perdurado hasta nuestros días.  Un movimiento adaptado al desarrollo de la sociedad de consumo, impulsada por los medios de comunicación de masas, que elevan a iconos de la cultura popular, personajes y mercancías cotidianas. Su aportación personal fue la forma que empleó, la repetición de las imágenes, y la técnica empleada, la pintura a partir de una fotografía, para imprimirla en distintos soportes, en concreto, utilizó la serigrafía, y diferentes sistemas de impresión para la reproducción masiva. El cartel, por tanto, va a ser constante en su trayectoria, con distintas finalidades: anunciar una exposición suya, los más comunes, con su firma destacada; un producto comercial; un evento cultural o deportivo; una celebridad política, cinematográfica o musical, entre otras.





La exposición reúne unas 133 obras, la mayoría carteles, aunque también portadas de discos y revistas, desde los más recientes en los años sesenta, hasta sus obras finales. Parece ser que Warhol diseñó unos 33 carteles en dos décadas y media, pero supervisó y dio instrucciones para más del doble de impresiones. Sabemos que tuvo que adoptar un método de trabajo en equipo para poder afrontar todo tipo de encargos, centralizado en el famoso estudio, The Factory. De esta manera, la exposición madrileña, organizada a partir de los fondos donados al Museum für Kunst und Gewerbe, nos permite acercarnos a la figura multifacética del artista norteamericano, que se ocupó igualmente, de la fotografía y del cine, para centrarse en una multitud de temas, que van de objetos de lujo a los de consumo cotidiano, de la realeza a la farándula, del capitalismo al comunismo, de la actualidad del cine y la televisión, del deseo sexual, la música y la moda, todos frutos de sus obsesiones que conforman un universo propio, organizado en seis secciones temáticas, según la tipología de las obras.






Las cuatro primeras secciones, Primeros carteles; Papeles pintados; Adaptaciones y series gráficas; y Carteles tardíos, ocupan un amplio espacio central, tras un vestíbulo de introducción limitado con barriles metálicos. Un espejo al fondo amplifica la visión del visitante, que encuentra las series de carteles a un lado y otro, como si estuvieran, así dispuestos, para su venta. Una solución ingeniosa para contemplarlos sin dificultad. El valor de la exposición se descubre según inicias el recorrido, pues te encuentras imágenes icónicas del artista, como el retrato de Lyz Taylor, o el motivo Flowers. A partir de ahí, una secuencia de toda la iconografía conocido del artista: el cartel de la película Couch, dirigida por el artista en 1964, de carácter pornográfico; aquél que representa a la Pastillas de Jabón Brillo, de 1970. Por otra parte, enfrente ejemplos de wallpapers y carteles de la Vaca en diferentes combinaciones de colores; y de Mao, y del candidato contra Richard Nixon, McGovern





En la tercera sección, observamos adaptaciones de sus obras para sus nuevos contextos de exposición;  creaciones originales, como el cartel de la película de Fassbinder, Querelle, realizado a partir del posado de dos jóvenes, y proyectos como Reina Reinantes, con la icónica imagen de Isabel II. La sección dedicada a los carteles tardíos corresponden a aquellos que reproducen las imágenes muy conocidas del ya célebre artista, como las latas de sopa Campbell, los Dollard Signs, así como carteles publicitarios para conocidas marcas como Levi´s, Absolut Vodka o Playboy. Ya en otra sección, Retratos, el visitante puede admirar una de sus iconografías más célebres, y por la que recibió numerosos encargos. Podemos destacar los dedicados a Marilyn o Elvis Presley. Finalmente, el recorrido termina con las portadas de discos, como los icónicos de The Velvet Underground y Nico, y de Rolling Stones, como las de las revistas Time e Interview, que él mismo editaba. Un cartel realizado cuatro meses antes de su muerte compuesto por su autorretrato, nos da la despedida.




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