Los papas tienen un poder absoluto dentro de la Iglesia. Su sucesión viene motivada por su muerte o su renuncia al cargo, normalmente producida por la enfermedad o la vejez. Cuando esto se produce, se inicia el proceso de elección de un nuevo papa entre los cardenales, que son llamados a Roma para esta labor. Para ello se aíslan dentro del Vaticano, y se reúnen dentro de la Capilla Sixtina, hasta encontrar a un nuevo representante de la Iglesia con los suficientes apoyos. La fumata blanca es el signo externo que señala que se ha ocupado de nuevo la silla de san Pedro. La película, CÓNCLAVE, dirigida por Edward Berger, sobre la novela homónima de Robert Harris, nos cuenta este intrigante proceso, determinado por los intereses personales de los cardenales, sus aciertos y errores, y la necesidad de establecer un rumbo concreto para la milenaria institución.
En la Iglesia católica pesa la tradición de la doctrina cristiana y de su organización jerarquizada desde tiempos inmemoriales. De todas las maneras, se ha tenido que adaptar a los cambios políticos, sociales y económicos, según evolucionaba el mundo circundante. Así fue durante el feudalismo, las monarquías absolutas, las sociedades industrializadas, en la paz o en la guerra. Los distintos concilios han dado respuesta a los nuevos problemas planteados por el paso del tiempo. La Iglesia está protagonizada por seres humanos con sus errores y aciertos; también expresión de concepciones en boga en ese momento o intereses concretos. El cristianismo católico, una de la religiones con mayor número de fieles en el mundo, está influenciada por las circunstancias que se viven en cada momento. Todos los papas no son iguales, los hay conservadores o reformadores, los que piensan en el pasado principalmente, o los que miran al futuro.
En los techos y las paredes de la Capilla Sixtina se resume la doctrina cristiana. En el techo, una de las escenas más relevantes, fue la creación de Adán por Dios, luego de Eva. El ciclo de pinturas terminan con el Juicio Final, presidido por Cristo resucitado, próximo a su madre la Virgen María, todas ellas realizadas por Miguel Ángel en el siglo XVI. En la película, los cardenales reunidos, en esta sala, tienen que decidir quién será un nuevo papa. Una tarea compleja de encontrarlo pues tiene que reunir mayoría de más de setenta votos. El cardenal decano Lawrence, además, descubre, que se tienen que descartar varios candidatos que van teniendo más apoyos por diversos hechos. Uno por su vida antes de ser cardenal; otro por dirigir una trama de sobornos; todos contra el cardenal italiano ultraconservador, que quiere volver a los tiempos preconciliares cuando la misa era en latín. Al final, motivados por los atentados terroristas islámicos en las calles de Roma, eligen al candidato más inesperado, el desconocido cardenal de Kabul de origen mejicano, que guarda un secreto personal, y proporciona una perspectiva nueva al papado, muy acorde con las personas del siglo XXI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario