Una CEO, la ejecutiva principal de una empresa, ejerce su poder omnímodo sobre el trabajo de los demás. Están a su servicio en el cumplimiento de sus obligaciones con el objetivo de conseguir la máxima rentabilidad. Seguramente, tiene una carrera envidiable procedente de alguna universidad de prestigio donde alcanzó los mejores resultados. Luego fue captada por una gran empresa atraída por su talento. En el presente dirige su propio proyecto con magníficos resultados. Sin embargo, tal carrera de éxito, junto a su marido disfrutando un excelente nivel de vida, no se corresponde con la plena satisfacción íntima. Se encuentra sujeta por la rutina laboral y familiar. Si su marido e hijos son felices dentro de su trayectoria vital, ella, que está en el culmen de su carrera, se siente sin alcanzar del todo la felicidad, sobre todo ahora que va cumpliendo años. Es el caso de la protagonista de la película, BABYGIRL, escrita y dirigida por Halina Reijn, que cuenta su relación extramatrimonial con un becario de su empresa.
A Romy, la protagonista, un día le sucede, un incidente en la calle al entrar en la oficina. Una perra suelta, enfurecida, ladrando, atemoriza a los viandantes como si quisiera morderlos. Se dirige a ella, pero en un preciso instante antes de atacarla, un silbido la hace callar y volver. Un joven la acaricia y la calma con una galleta. En ese momento viene su dueña que la estaba buscando después de haberse escapado. Este incidente es una metáfora del trasfondo de la película. El joven es Samuel, uno de los becarios, con quien tendrá una relación tórrida, donde ella alcanzará la satisfacción sexual, pues era incapaz de alcanzar el orgasmo con su marido. Con quien se liberará a nivel íntimo, pero a costa de ser ella quien sea dominada como un animal. Para ello, la película cuenta un proceso complicado, pues Romy tiene que aceptar la voluntad del joven de sumisión sexual, cuando ella es la jefa de la empresa, que de forma azarosa es su mentora. De esta manera, pasará de líder a ser dominada, para alcanzar la felicidad y su propia liberación íntima.
Esta infidelidad no tarda en ser descubierta porque las rutinas de Romy se ven alteradas. El propio Samuel, ante las reticencias de ella, le amenaza continuamente que lo va a contar, lo que supondría su despido. También, porque el joven se ve con otra mujer directiva de la empresa que aspira a subir de escalafón. Su propio marido, Jacob, provoca la separación de ambos. Entonces, vuelve la calma, Romy logra despejar el peligro de perder su puesto como CEO al conseguir silenciar a quien sabía de su aventura. Samuel ahora ha sido trasladado lejos de la empresa. En esta historia destaca el papel protagonista de Nicol Kidman, que desde la película de Stanley Kubrick, Eyes Wide Shut, no mostraba su desnudez en un tema sexual. Sus ojos femeninos sustituyen a los masculinos que una vez protagonizaron el género de los thriller eróticos como 9 semanas y media de Adrian Lyne o Institnto Básico de Paul Verhoeven. Su personaje ha conseguido un nuevo éxito personal e íntimo de manera transgresora en favor de la igualdad de género.
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