El Museo del Traje presenta la exposición, FERRATER. FOTO. MODA. FUERZA, que constituye una retrospectiva de la obra de este fotógrafo que revolucionó esta disciplina desde hace cinco décadas. A través de su trayectoria podemos contemplar, por una parte, la evolución personal del artista, además de definir sus características propias, su estilo personal, junto con sus inquietudes; por otra, la evolución de las técnicas fotográficas, de las marcas y de la publicidad. Cabe definir dos recorridos distintos: las paredes muestran grandes fotografías de sus proyectos, y pantallas, que exhiben vídeos de sus spots y Fashions films; y las mesas, que contienen fotografías más pequeñas o impresas en revistas, porfolios o libros, según el periodo de su biografía desde finales del siglo XX, hasta comienzos del XXI. También se centra en aspectos temáticos y técnicos, como su metodología de trabajo en equipo. La diferencia entre fotografía de encargo y sus trabajos más libres.
José Manuel Ferrater Lambarri es uno de los grandes nombres de la fotografía de moda en España, creador de un estilo propio con reconocimiento nacional e internacional, de la que da cuenta la presente retrospectiva. Trabajó para las marcas más señeras y las revistas del medio más prestigiosas; se le requirió para desarrollar su estilo publicitario en otros productos como los perfumes o los automóviles. No solo fue un fotógrafo, también diseñador gráfico, interesado en la la arquitectura, y sobresaliente en el vídeo. En los años noventa, en el punto álgido de su carrera, decidió dedicarse a otras facetas artísticas sin olvidarse de la fotografía. Se interesó por el dibujo, la pintura expresionista con influencia de Francis Bacon, la escultura, la poesía y la narrativa. Buscó una obra de arte total que denominó, La Causa.
Las características esenciales de su estilo fotográfico superan las convenciones del género más próximas a la fotografía documental. Se resumen en varios conceptos. El primero es Fuerza, asociado al dinamismo y la expresividad, la emoción, la osadía y la transgresión que debe transmitir la imagen de la modelo. Un movimiento que estimula el propio autor para que sea devuelto al espectador. Prefiere un contexto transgresor proveniente de lo marginal. El segundo es Estructura, es decir, cuidar la composición, determinada por la luz, preferiblemente natural, unido a las posturas de los modelos, con planos inesperados, líneas de fuga y escorzos. Prefirió siempre el blanco y negro al color, que causa desorden y ruido. La tercera característica, es el Relato, que imprime a sus fotografías de moda, que no las quiere idealizadas, ni exclusivamente para mostrar las prendas, sino insertas en la vida. Forma secuencias que muestran una visión del mundo, una forma de vivir, en escenarios cotidianos; personas fuertes, modernas y libres, que son dueñas de su destino. Cuenta historias alegres como tristes.
La cuarta característica de su estilo es su maestría en el Retrato, una representación de la persona verdadera, de su psicología auténtica. Ante su cámara han pasado modelos famosas, diseñadores, artistas, deportistas y numerosas personalidades públicas, donde también hace un retrato de sí mismo. Fisonomías perfectas y disruptivas, jóvenes y mayores, la belleza no es unívoca, está siempre presente, pues está asociada a la humanidad. A veces su fotografía de moda, del vestuario es un retrato en primer plano, que es más definitorio. José Manuel Ferrater como fotógrafo de moda, en definitiva, supo captar siempre las tendencias del futuro a través de sus imágenes transgresoras, pero llenas de humanidad, verdaderas, tomadas con pocos disparos, pero finalmente elaboradas. Supo representar una sociedad más justa, abierta a los distintos roles de género, saltándose muchas veces, las imposiciones de las empresas. Entendió, y se adaptó, ya sexagenario, el mundo digital que se desarrollaba, sin dejar de mostrar su enorme talento artístico.
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