EL MADRID DE ALMODÓVAR


 

El centro cultural Condeduque organiza la exposición, MADRID, CHICA ALMODÓVAR, un recorrido por su filmografía a través de fotografías, vídeos y publicaciones, que muestran la importancia de la capital y sus gentes. De hecho para el director manchego, su vida y sus películas están ligadas a Madrid como dos caras de una misma moneda. La ciudad es una de sus protagonistas esenciales con sus características peculiares. Difícil de capturar en su totalidad porque es tan variada como tantas personas que viven en ella. Madrid al final de la Transición era una ciudad acogedora sin rasgos distintivos que la hicieran inhóspita a los numerosos inmigrantes que llegaban para trabajar. Uno de ellos fue Almodóvar desde un pueblo de La Mancha, que sin poder estudiar cine, fue empleado de Telefónica durante más de diez años. Llegó, al comienzo de la década de los ochenta, la oportunidad de dedicarse al arte. Encontró unas circunstancias favorables. Un  grupo de jóvenes con las mismas pretensiones de desarrollar esta faceta: músicos, dibujantes, pintores, y fotógrafos. Un ambiente de consolidación progresiva de las libertades.



Almodóvar como director de cine se inspira en los más inmediato. En su experiencia personal y en los espacios que habita normalmente. Su trayectoria da cuenta de los lugares donde rueda: las casas de sus amigos artistas, las plazas de centro de la capital. Muchas veces de noche, pues resultaba más barato, y sin duda, cuando la vida tenía otras facetas. Sus películas, por tanto, muestran la evolución de la sociedad y las costumbres en la capital. La influencia que ejercen en su cine, y éste, en la propia ciudad. Almodóvar contribuyó a la fama de Madrid como una de las urbes donde todo era posible. Mostró un dinamismo cultural y festivo que atrajo la atención mundial. La exposición dedica un panel a cada película desde la década de los ochenta hasta la actualidad. Destaca, en cada una, un aspecto peculiar, que se constituye como elemento esencial de su cine o su evolución.



Sus dos primeras películas evidencian a un director joven en un ambiente novedoso temática y estéticamente. Al comienzo de los ochenta, las películas, Pepi, Luci, Boom y otras chicas del montón y Laberinto de pasiones rebosan de cultura pop y posmodernidad. Ambas cintas se estrenan en pantalla grande. Almodóvar se hace famoso. En la calle se dicen las frases, Madrid me mata, y de Madrid al cielo. Las películas, Entre tinieblas y ¿Qué he hecho para merecer esto?, desarrollan esta dirección.  La consolidación serán, Mujeres al borde de un ataque de nervios y La ley del deseo. La nueva década arranca con fuerza con la película, Átame, y termina igualmente, con Todo sobre mi madre, y, a su vez, arranca una serie de obras maestras. a comienzos del siglo XXI. , como Hable con ella, La mala educación y Volver,  Después, su interés por el arte se muestra en la película, La piel que habito; su compromiso con la memoria democrática, en Madres paralelas; y finalmente, en Dolor y gloria, una peculiar autobiografía ambientada con sus espacios más personales,. Por fortuna, su trayectoria cinematográfica continúa, y de ser ya un director con el Premio Oscar, lo es también con el León de Oro concedido a su nueva película todavía no estrenada.




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