EL EQUILIBRIO ALTERADO DE LA NATURALEZA


 

La naturaleza tiene un delicado equilibrio. Animales salvajes y plantas viven interrelacionados dentro del ecosistema. El ser humano forma parte del mismo, pero su desarrollo económico ha venido a alterar el ritmo normal de la evolución terrestre. Se observa desde la época contemporánea al aplicar las innovaciones tecnológicas e industriales, que producen contaminantes. Hoy todavía se mantienen paisajes primigenios o muy similares en las selvas amazónicas o en bosques continentales o montañosos, pero el afán de sacar provecho económico, tiene como consecuencia que se encuentren en peligro de una transformación irreversible. Nada es comparable al agua cristalina que discurre entre las piedras en un bosque frondoso. La superficie helada de los lagos en las montañas. Los animales salvajes que abrevan entre el hielo. Sin embargo, los cazadores alteran el silencio y la paz que transmite este paisaje. Solamente algunos ganaderos aislados, luchan para preservar, estos lugares tan frágiles. Este es el contexto de la película japonesa, EL MAL NO EXISTE, escrita y dirigida por Ryusuke Hamaguchi. 



Takumi, el protagonista, vive junto a su hija pequeña en una cabaña en el bosque. El pueblo mas cercano se encuentra a unos pocos kilómetros. Su vida es sencilla, uno hace diversos oficios para los habitantes del distrito, y la niña, va al colegio a diario. La recoge el padre, pero habitualmente se le pasa la hora, y ella, regresa a casa sola entre los árboles y los prados de hierba. En otras ocasiones caminan juntos. Es el momento que le enseña los nombres de las plantas y los lugares más señalados. Los habitantes del lugar viven en armonía con la naturaleza salvaje. Aprovechan el agua cristalina de los riachuelos y los frutos vegetales para complementar la comida. Tratan de mantener limpio el entorno, y ahora al final del invierno, cuando todavía hay nieve en el suelo, cortan la madera para calentar las casas. 



Todo se ve alterado por el proyecto de instalar un camping de lujo junto al lago. La promotora trata de convencer a sus habitantes con el fin de atraer nuevos visitantes e inversiones al lugar. Ellos responden que el proyecto se ha hecho con bastante desconocimiento, ya que puede provocar la contaminación de las aguas de las que beben y alterar los ritmos de vida de los animales. El lugar elegido no es el más adecuado al ser un lugar de paso de ciervos para beber. Entonces, tratan de convencer a la población, centrándose en Takumi, uno de los defensores más acérrimos de preservar el entorno. Para ello deciden pasar un día junto a él, hacer su vida, para que acepte colaborar. Es el momento que se produce el dramático suceso que pone fin a la película y sorprende al espectador. Un suceso relacionado con los ciervos salvajes, que no son peligrosos para el ser humano, si no están heridos o tratan de proteger a sus crías. En el mítico paraíso terrenal no existía el mal como en el bosque del protagonista, hasta que los seres humanos en su intento de alterar la naturaleza, lo desencadenan de manera trágica. El tratamiento de las imágenes en busca de la belleza de luces y plantas; el ritmo de las escenas que evocan la serenidad del campo, fueron merecedores del Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia.

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