EL DRAMA DE LA INMIGRACIÓN




 
En la actualidad, se produce la paradoja que países tradicionalmente emisores de emigrantes, se conviertan, a su vez, en receptores de ellos. Los trabajadores mejor cualificados o con una formación profesional específica buscan mejores salarios fuera de su país, mientras en el suyo, contratan a otros por una remuneración mínima, desesperados por mejorar su nivel de vida. Igualmente, nos encontramos con los problemas de racismo y xenofobia a doble nivel. El que padecen los trabajadores cualificados o no en el país tradicionalmente emisor de emigrantes, y el que sufren aquellos que llegan a éste. Estos fenómenos nos lo cuenta la película, R.M.N. escrita y dirigida por Cristian Mungiu, fenómenos que se producen en la Unión Europea, donde los rumanos han emigrado a países como Alemania o Francia de forma masiva, cuando en su país se necesita mano de obra para cubrir puestos de trabajo.






Ante esta circulación de trabajadores, el problema de la xenofobia y el racismo es el más importante. La película cuenta cómo a Matthias, el protagonista, le llaman gitano en Alemania, cuando inquieto por una llamada de su país, abandona su puesto de trabajo en un matadero. Golpea a su jefe y vuelve rápido a su pueblo natal en Transilvania. Su padre se encuentra enfermo, apenas habla y sufre desmayos. Por otra parte, su hijo también ha dejado de hablar porque se ha asustado en el bosque. Se lleva mal con su mujer y busca consuelo en su antigua pareja, que dirige la fábrica de pan. Una empresa que busca trabajadores para así beneficiarse de las subvenciones europeas. Al no encontrarles porque pagan un salario mínimo, contratan a tres empleados procedentes de Asia. Csilla, como se llama la exmujer del protagonista, se encargará de que todo les vaya bien.






Pronto surgirán problemas en el pueblo ante la llegada de los trabajadores asiáticos. El racismo y la xenofobia se extiende por casi todos los vecinos en una zona tradicionalmente multicultural donde conviven personas de origen rumano y húngaro. Además, la mayoría piensa en algún momento en emigrar y en recibir los subsidios de Europa. Llegarán a boicotear el pan de la fábrica que los emplea y a quemar la casa donde viven los inmigrantes. Presumen de haber expulsado a los gitanos. Este conflicto afecta a la pareja protagonista, a Matthias que se alía con la mayoría racista, mientras Csilla, defiende a los trabajadores que han contratado legalmente, y que merecen ser respetados como seres humanos. Triunfará, al final, la irracionalidad y el miedo al extranjero, los comportamientos más viscerales. De la misma manera que los bosques del pueblo están poblados por osos y otra fauna salvaje, hasta cierto punto peligrosa, los seres humanos muestran su lado más violento. 

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