ANTE EL FINAL DE LA VIDA


 
Un accidente grave o una enfermedad sin remedio puede hacer que una persona inicie el tránsito hacia la muerte. La situación cambia de la noche a la mañana, no sólo para el afectado, sino para su entorno más próximo, pues necesitará cuidados diariamente. De ellos se ocupa normalmente la familia, que aportan su tiempo y sus recursos. Este es el contexto de la película, LOS DESTELLOS, dirigida y escrita por Pilar Palomero, basándose en el relato de Eider Rodríguez, Un corazón demasiado grande, donde un hombre está afectado por una enfermedad terminal que requiere la ayuda constante de oxígeno. Vive solo en la vivienda de siempre. Le ayuda su exmujer que le visita de vez en cuando. Tuvieron en común una hija, ya universitaria, que también colabora en los cuidados. Isabel tiene su propia vida ahora junto a Nacho, profesor de música en un instituto de la zona. Restauran una casa de campo para alquilar en el futuro. Viven fuera de la ciudad en medio de un paisaje de olivos y al lado de una pequeña huerta.






La película cuenta las últimas semanas antes de morir de Ramón. Primero, la decisión de Isabel de estar más tiempo con su exmarido, pues él casi no puede hacer nada. Le ha motivado su hija Madalen, que ha decidido vivir con su padre los fines de semana que no tiene que ir a la universidad en Valencia. Tanto la madre como la hija pretenden acompañar a Ramón y hacer sus últimos días más felices. Apenas se cuenta nada del enfermo. Sabemos que fue un escritor frustrado, que tiene una extraordinaria biblioteca en casa, donde no hay un lugar libre, también, para la cantidad de objetos y recuerdos acumulados. Sin duda que cada uno hablaría de un trozo del pasado como las fotografías de la hija cuando era pequeña. Isabel ha decidido ayudar a su exmarido. Se ha llevado a su perro a su casa de campo. Le hace la compra y le ayuda a asearse. También, tras un pequeño susto que le lleva al hospital, pasa casi todo el día a su lado, a veces bebiendo con sus antiguos amigos como una más.






Isabel protagoniza cada una de las escenas de la película. Apenas expresa sus sentimientos ante su nueva rutina junto a Ramón. Un día visitan el campo. Anochece mientras están entre los árboles. Otro, se encuentran en una cantera, donde hallan un pequeño fósil, que será el nuevo recuerdo para integrar su galería de objetos. En casa oyen la música popular de la calle en plenas fiestas. Será ocasión para que Madalen baile con su padre. Finalmente, Ramón muere una noche mientras dormía. Su hija, que estaba a su lado, es la primera que se da cuenta por la mañana. Avisa a su madre y su pareja que ese día estaban allí, sabiendo el delicado estado del enfermo. Las últimas imágenes de la película son los sonidos en la habitación de al lado de la funeraria recogiendo el cuerpo. De ellos, días después, vaciando la casa de Ramón y sus innumerables libros. También, de la protagonista, Isabel entre los olivos con la mirada perdida entre la luz del atardecer.

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