LA HISTORIA DE PRISCILLA


 

A finales de los años cincuenta y comienzos de los sesenta a la vez que se desarrolla la sociedad de consumo y la cultura pop, surgieron una serie de artistas de los nuevos estilos de la canción o de artistas considerados luego un mito por su muerte prematura. La incidencia de los medios de comunicación, la televisión, el cine y la publicidad, reforzaron su imagen una y otra vez a la par que se multiplicaron sus seguidores. Personajes como James Dean, Marilyn Monroe o el mismo Elvis Presley se convirtieron en estrellas, y en auténticos mitos de millones de seguidores. Ellos encarnaban la rebeldía, la belleza femenina o la perfección como cantante. Tras el paso del tiempo ha perdurado su fama como iconos de una época, símbolos de vida intensa, muchas veces al límite, que les provocaría su muerte anticipada. Su lado humano se ha tardado en descubrir pasados muchos años. La película, PRISCILLA, escrita y dirigida por Sofía Coppola, nos abre una ventana a esos aspectos personales de Elvis Presley, y de ella misma como su esposa. Para ello se basa fielmente a sus memorias y en sus consejos durante el rodaje.



Priscilla, la protagonista, aparece como una chica normal en todo momento, situada en un lugar aparte de la fama de su marido. Siempre dentro del espacio personal e íntimo del cantante. El artista quiso preservarla de su forma de vida vinculada a la canción o al cine. En cierto modo porque no era positivo según su manager, por las numerosas fans. La pareja se conoció en Alemania mientras el cantante pasaba un tiempo en el ejército. Ella tenía sólo catorce años, y el cantante se quedó prendida de ella. Los dos tuvieron que saltar las reticencias de sus padres, que se preocupaban de su bienestar para terminar sus estudios. Elvis hizo todo lo que pudo para pasar el mayor tiempo juntos. La trajo a EEUU, hasta tal punto que su padre se convirtió en su tutor para que se graduase a los diecisiete años. Por aquellos años, después de las giras, permanecían mucho tiempo en el dormitorio, sin llegar a consumar su unión. El cantante decía que era pronto, que llegaría el momento también de casarse.




Esta circunstancia provocó numerosos celos en Priscilla, que veía a su amado en las revistas con otras mujeres, entre ellas, Nancy Sinatra. De todas formas era la manera de proceder de Elvis Presley. Considerar a su mujer de una manera distinta a otras con las que podía ser infiel, desfogarse sexualmente. En un momento dado, se llegaron a casar, y pronto tuvieron una hija. La protagonista, en general, no participó en ningún momento en la actividad de su marido, incluso cuando éste le pidió en alguna ocasión consejo para elegir las canciones a interpretar. Ella le respondía que no sabía, lo que le supuso en una ocasión que le lanzase una silla. La relación entre ambos se centró en un ámbito privado con altibajos producido por las largas giras por EEUU del cantante. Sin embargo llegó el momento que ella se fue haciendo más independiente de él. Pasó largas temporadas fuera de Graceland con su hija y las amigas. Influyó la dependencia de Elvis de los contratos leoninos que firmó su famoso manager el Coronel Tom Parker, sobre todo el que le vinculaba con Las Vegas.



Priscilla y Elvis Presley se fueron alejando mutuamente. El cantante prisionero de su fama y su trabajo, además del consumo de drogas que le mantenían en pie. Pastillas para dormir y para despertarse. Llegó, entonces, el día en el que ella decidió separarse. La última escena es la de ella yéndose en coche de Graceland, entre tristeza y alivio con las fans y los periodistas siempre en la puerta. Atrás quedaba una relación que le cambió definitivamente su vida. Por otra parte, las interpretaciones son comedidas, especialmente, la de Priscilla, muy humana y sencilla, enfrente la del Rey del Rock, como estrella, que a la vez que da órdenes, se muestra dependiente de su padre y de su mánager, teniendo que hacer cosas que no quiere. Todo el conjunto se completa con una banda sonora de música de la época, sin aparecer las más esperadas, las de Elvis Presley.

No hay comentarios:

Publicar un comentario