GENOCIDIO EN BOSNIA

 

 Después de la Segunda Guerra Mundial, y las atrocidades producidas en los campos de batalla, en los bombardeos de la población civil en las ciudades, y en los campos de exterminio, se pensaba que no se repetirían  episodios sistemáticos de exterminio contra las personas. Sin embargo, volvieron a suceder en varias ocasiones hasta nuestra época. Un caso de genocidio o crímenes contra la humanidad se vivieron en la Guerra de los Balcanes en la década de los noventa del siglo pasado. Lo cuenta la película, QUO VADIS, AIDA?, de la directora Jasmila Zbanic, en la que el ejército serbobosnio liderado por el general Mladic, mandó asesinar a más de 8 mil varones en la ciudad de Srebrenica, ante la pasividad de las fuerzas holandesas de los cascos azules de la ONU. Se convirtió en el mayor asesinato en masa cometido en suelo europeo desde la guerra mundial.




La ciudad de Srebrenica estaba protegida por las fuerzas militares de la ONU en plena guerra civil entre las distintas nacionalidades de la antigua Yugoeslavia. Los civiles musulmanes corrían grave peligro ante el avance de las tropas serbias lideradas por el general Mladic, tras la crueldad manifiesta en el asedio de Sarajevo. Ante la llegada de los serbiobosnios, la población musulmana fue en masa a refugiarse a la instalaciones del destacamento de Naciones Unidas. Allí reunidos vivieron en condiciones infrahumanas, sin apenas alimento, ni refugio. El destacamento holandés pidió repetida ayuda, que consistía en el bombardeo de las posiciones hostiles ante el avance sobre la población civil indefensa como habían prometido.




Lo único que hicieron fue logar salir indemnes de la crueldad manifiesta de la que fueron testigos. La separación entre hombres y mujeres, para luego fusilar, sin piedad a los primeros, entre los que se encontraban los niños. Acabaron en fosas comunes, que años después, tras el fin de la guerra, fueron abiertas para enterrar dignamente a los asesinados. Aida, la protagonista es una maestra que hace de traductora entre la fuerzas de la ONU y los bosnios. Ella es la única que logra salir con vida por este trabajo. Sin embargo, tiene que ver como le llevan a la muerte a su marido, también profesor, y sus dos hijos jóvenes.




Años después del trágico acontecimiento de julio de 1995, volverá a Srebrenica. Aida quiere reencontrarse con su pasado. Coincide con la apertura de la fosa donde se encuentran su marido y sus hijos enterrados. Logra reconocer los restos y sus pertenencias deterioradas. Vuelve a recuperar su casa ahora ocupada por serbobosnios, que se aprovecharon de los bienes musulmanes para usurparlos. Las última escena de la película es un festival infantil que ella ha organizado. Los niños y sus padres se divierten, alguno antiguo verdugo en la guerra. Parece que la convivencia se ha recuperado entre las distintas culturas. Reconforta pensar que el general Mladic fue condenado por el Tribunal Penal Internacional a cadena perpetua.

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