MIEDO AL FUTURO


El mundo está tomando cada vez más conciencia que hay que luchar por preservar el planeta. Hay síntomas claros de la degradación ambiental producida por el sistema económico. El uso de las energías sucias y el creciente consumismo son factores esenciales que refuerzan la creciente contaminación atmosférica y terrestre. Las medidas que están tomado los gobiernos del mundo tardan mucho en ser, primero, aplicadas, y luego, efectivas. De ahí, que en los últimos meses haya surgido un nuevo intento por parte de los adolescentes sobre todo, de impulsar medidas radicales contra la situación de degradación de la Tierra. En este contexto, se puede situar el argumento de la película, LA ÚLTIMA LECCIÓN, del director francés, Sébastien Marnier, basado en una novela de Christophe Dufossé.


La película arranca cuando un profesor se intenta suicidar arrojándose por la ventana de un aula mientras los alumnos hacen un examen. El sustituto, Pierre Hoffman, tiene que afrontar la dura impresión que ha causado el suceso entre los alumnos de altas capacidades en el prestigioso colegio  St. Joseph. Intenta averiguar la razón que tuvo para hacerlo. Pronto descubre que el grupo selecto al cual impartía literatura, además de buenos estudiantes, tienen un comportamiento perverso con sus compañeros, e incluso con el mismo. En este sentido, un encuentro casual por los alrededores donde vive, le lleva a averiguar, en secreto, que se dedican a grabarse en vídeo, golpeándose o pasando pruebas peligrosas. Los vídeos resultantes los guardan en una caja enterrada en la cantera donde se dan cita.


Pierre observa en los vídeos una mezcla de escenas sacadas de Internet de la contaminación de la industria, de ataques terroristas, o el sacrificio cruento de animales de granja, con intervenciones de los jóvenes que exaltan el caos y la decadencia de nuestro mundo. Las escenas que graban demuestran como si estuvieran preparándose para una tragedia global que estuviera por llegar. Igualmente, que están llenos de miedo al futuro. Un temor que les ha trastornado, hasta el extremo de aislarse del resto de los compañeros de colegio. Una postura que afecta al protagonista de la misma manera, cuando les sigue en sus escapadas por el campo, y percibe un ambiente perturbador en la escuela.


Al final, las sospechas de Pierre están fundadas. Descubre que el grupo de alumnos superdotados pretenden suicidarse el mismo día de la fiesta de entrega de notas en la que ellos han obtenido las máximas calificaciones de la comarca. De esta manera, tras una noche de espanto en el que los jóvenes salen mal heridos, el protagonista logra salvarlos la vida. Sin embargo, un día cualquiera de verano, cuando estaban de vacaciones, a la vera del lago, los temores irracionales a un hecho catastrófico, que les pudiera afectar radicalmente, se cumplen.


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