China en pocos años se ha convertido en una de las superpotencias mundiales junto a EEUU y Rusia. Su economía ocupa el segundo puesto mundial y los productos que fabrica se distribuyen en todos los mercados. Ha sabido conjugar el esfuerzo de los trabajadores y la investigación tecnológica. En la actualidad en la más ferviente defensora, junto a Europa de la Globalización económica, ahora amenazada por las políticas de Trump. Este fenómeno ha supuesto un cambio vertiginoso en la sociedad china, que ahora combina la experiencia de una economía capitalista y el gobierno del partido comunista, además de la apertura al exterior. La película, LA CENIZA ES EL BLANCO MÁS PURO, escrita y dirigida por Jia Zhang-Ke, muestra esos cambios que sufre la población china desde la perspectiva de las antiguas sociedades secretas, el jianghu, hoy convertido en el hampa.
Bin es un cabecilla de un grupo de gánsteres en un pueblo de China, que sigue el antiguo código de honor del jianghu, basado en la lealtad y la rectitud, Se llaman entre ellos hermanos y viven de negocios ilegales, además de prestarse ayuda mutua al margen de la sociedad. Qiao, la protagonista, es la pareja de Bin del que está enamorada. Tiene como objetivo formar una familia. También se ocupa de su padre un antiguo minero ahora sin trabajo por el cierre de los pozos de carbón. Todo va bien hasta que una de las bandas rivales les ataque mientras Bin y ella iban en el coche juntos. Qiao logra salvar la vida de Bin que sale malherido de una violenta paliza, pero el uso de una pistola le llevará a la cárcel cinco años.
Tras salir de la prisión, Bin no quiere saber nada de ella. Tiene otra mujer, la hermana de un antiguo socio. Ha abandonado los antiguos negocios. Entonces, Qiao, tras deambular perdida y sin dinero por el país, vuelve a su lugar de origen donde logra ponerse al frente de la banda de la que formaba parte. Un día, regresa Bin, medio paralizado por un derrame cerebral. Ella acepta cuidarlo por el antiguo código del honor de prestarse ayuda, aunque ya no le ama. Consigue que le atienda uno de los mejores médicos. Una vez recuperado, Bin, se vuelve a apartar de ella por segunda vez. Un hecho que demuestra la personalidad inconsistente del antiguo jefe, que no era lo suficientemente sólido para mantener una relación amorosa, ni para ostentar la categoría de líder, ser ejemplo de lealtad y rectitud, virtudes que Qiao reúne a lo largo del relato y ante cualquier circunstancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario