LA TASACIÓN DE LA VIDA

El título de la película, EL CAPITAL HUMANO, dirigida por el realizador italiano, Paolo Virzì, alude a la indemnización que tiene que pagar una compañía de seguros cuando el conductor ha provocado la muerte de una persona, en este caso, de un ciclista que en una carretera nevada la víspera de Navidad es arrollado por un automóvil. Así comienza la película, cuyo desarrollo muestra en tres capítulos los personajes que directa o indirectamente se relacionan con el hecho. Un capítulo final que recibe el mismo título de la película aclara quién es el culpable y las consecuencias.


Los protagonistas pertenecen a dos familias: una multimillonaria que vive privilegiada en una gran mansión, cuyos ingresos provienen de la especulación en los mercados financieros. El padre lleva los negocios, mientras la mujer, Carla (Valeria Bruni), se encarga de gastarlo en antigüedades o en la promoción cultural. El hijo mayor estudia en un colegio privado en el que ha conocido a Serena, la hija adoptada de la otra familia protagonista, los Ossolas, de clase media. La madre, Roberta (Valeria Golino) es psiquiatra, y el marido, Dino, (Fabrizio Bentioglio) es agente inmobiliario.


Las historias entremezcladas de las familias giran en los negocios de Dino que pide un préstamo para invertir en el fondo de inversiones de alto riesgo de la familia rica, aprovechando que los hijos son buenos amigos. Por otra parte se centra en las relaciones de Carla con la promoción del teatro y en una vida de lujo independiente del marido. La noche del accidente las dos familias habían estado juntas en la ceremonia de entrega de premios del colegio donde estudian los hijos, y queda claro, que la relación que tenían había terminado. Llama la atención del espectador el montaje de la película, dividido en capítulos narrados desde diferentes perspectivas, según los personajes, hasta cierto punto repetitivos, que confluyen en el mismo hecho dramático.


A los personajes principales les mueve el dinero que sustenta sus vidas de clase alta o media. Las  relaciones sociales están motivadas por el estatus alcanzado por éste. A la vez, se encuentran los sentimientos de fidelidad o infidelidad entre los matrimonios, o de amor, entre Serena y el joven con trastornos mentales que va a provocar el accidente, por el que va a ser condenado. Éste es el único que puede cambiar o revolucionar esas vidas determinadas por las reglas del sistema económico, que tasa su pérdida, en un precio irrisorio si lo ponderamos de forma adecuada, a lo que supone, si vemos las cualidades de los protagonistas.

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