EL DRAMA DE LOS DESAHUCIOS


 
La crisis financiera internacional fue provocada por el hundimiento del mercado inmobiliario, primero en EEUU y luego en España. Las viviendas redujeron considerablemente sus precios a los que habían llegado por una fuerte demanda de compradores alimentada por hipotecas a bajo precio. Numerosas personas se quedaron sin trabajo al caer la construcción y la venta de viviendas, con todas sus industrias asociadas. Un número elevado de trabajadores, se quedaron en paro y no pudieron pagar la hipoteca, que provocó que fueran desahuciados de sus hogares, pues éstos valían menos, en algunos casos, que la cantidad recibida por el préstamo. Por otra parte, las antiguas cajas de ahorro y algunos bancos quebraron, y los salarios retrocedieron, en un ambiente de deflación y recesión económica. Los gobiernos europeos impusieron una dura política de austeridad. Las consecuencias son las que muestra la película, EN LOS MÁRGENES, escrita y dirigida por Juan Diego Botto.




La película se desarrolla en 24 horas y cuenta tres historias entrelazadas por el personaje principal, Rafa, un abogado comprometido con la gente en riesgo de exclusión. La primera es una madre de origen marroquí que está todo el día fuera de casa, que tiene una niña, y que está en el punto de mira de los servicios sociales. El protagonista tiene que localizar a la madre como sea porque si no, pierde la custodia. La segunda es un desahucio que amenaza las vidas de otra familia. El padre ha perdido el trabajo y el salario precario de la mujer ha provocado que no pagasen la hipoteca. Quedan pocas horas para ser expulsados de su casa. Azucena, hace todo lo posible en su mano para hablar con el banco, y frenar el desahucio. De todas maneras, Rafa y una organización intentarán parar a la policía para que no les expulsen de casa.




En la tercera historia, los protagonistas, no reciben apoyo de nadie. Cuenta el caso de una madre que avaló a su hijo para un negocio. Ahora, solitaria en su vivienda ha recibido la carta del inminente desahucio de la misma. Trata de contactar, desesperada, con su hijo que malvive en trabajos precarios, que no quiere hablar con su madre por el sentimiento de culpa. No le va bien y subsiste a duras penas. El propio protagonista va a sufrir las consecuencias de desatender a la familia por su afán de solucionar todos los problemas a los que se enfrenta. La película, por tanto, muestra tres situaciones, que en los años posteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria fueron comunes, y que tuvieron graves consecuencias sociales, de las que todavía no nos hemos recuperado del todo.

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