EL DRAMA DEL ABORTO


La década de los sesenta supuso en el mundo occidental la llegada de la libertad sexual. La música  y la moda unía a los jóvenes en manifestar sus señas de identidad. La nuevas generaciones rompían con la de sus padres de forma abrupta ya lejos de la guerra mundial. Quedaban pocos años para el famoso lema del mayo del 68, prohibido, prohibir. Pero al principio hubo un desajuste en lo que permitían las leyes y los avances en las costumbres, en los deseos y aspiraciones de las mujeres, que se respetase la independencia a la hora de elegir la maternidad. De esta manera, quedarse embarazada sin derecho al aborto suponía un problema grave, si eras joven y considerabas que te iba a modificar radicalmente tu vida. Este es el planteamiento de la película, EL ACONTECIMIENTO, escrita y dirigida por Audrey Diwan, basándose en la novela autobiográfica de Annie Ernaux, 



La película recibió el León de Oro en el Festival de Venecia, un premio merecido porque retrata la desesperación de Anne, una joven estudiante de letras en la universidad, cuando descubre que se ha quedado embarazada. En 1963 estaba prohibido el aborto en Francia. Los médicos le niegan su apoyo si quiere interrumpir el embarazo porque acabarían en la cárcel. Ella decide en principio guardar silencio con su problema. Está terminando el último curso en sus estudios. Ha destacado siempre entre sus compañeros, y los profesores la ven como una futura docente, aunque desea ser escritora. La angustia que siente y la preocupación le obliga a dejar de estudiar por una temporada. Al final pedirá ayuda a sus amigos, hasta encontrar un caso similar, la de una joven universitaria que tuvo que recurrir a un aborto clandestino.



Tiene que dedicar tiempo a conseguir el dinero imprescindible vendiendo alguna joya y libros. Ha llegado a las doce semanas del embarazo, y está en el límite para cualquier intervención clandestina. Por fin una señora, en un piso de un lugar apartado de la ciudad le hace el aborto, pero en un primer intento no tiene efecto. Será la segunda vez, cuando lo vuelva a repetir. Sin embargo, una hemorragia y unos fuertes dolores, la llevarán al hospital. Es un alivio que se considere aborto espontaneo. Puede salvar, así su vida, y recuperar esa libertad que tanto añoraba. La directora muestra todos estos hechos con extraordinaria crudeza, que impresiona al espectador, siempre centrándose en la protagonista, en su rostro y en su cuerpo desnudo, sufriendo una auténtica tortura, emocional y física. 



Por tanto, la película, se convierte en un alegato contundente, por una parte, de la libertad de la mujer, por otra, del derecho al aborto, a decidir sobre la maternidad, y sobre su propio cuerpo. La protagonista, junto con sus compañeras de estudio lo tienen claro desde el principio, y no entiende la actitud de los médicos, que rechazan su petición. El recurso a la clandestinidad se muestra injusto por los riesgos para su vida. Un sufrimiento innecesario que expresa la opresión y control del cuerpo de la mujer que ejerce la sociedad.

 

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