VIOLENCIA EN LOS SUBURBIOS


Ricos y pobres se unieron en la celebración del mundial del fútbol conquistado por la selección francesa. El centro de París fue el punto de reunión para festejar el éxito. Muchos jóvenes venidos desde el extrarradio cubrían sus espaldas con la bandera nacional. Todos llegaron a cantar La Marsellesa, el himno de la república. Sin embargo, fuera de estos momentos de alegría, la diferencia entre ricos y pobres se encuentra en la vida diaria, en el lugar donde residen en la gran ciudad. Las calles pulcras y bien cuidadas con edificios señoriales contrastan con las casas llenas de pintadas y la basura acumulada en los suburbios. La película, LOS MISERABLES, dirigida por el director, Ladj Ly, retrata la vida del barrio de Montferneuil, a las afueras de París, por la que recibió el merecido Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes.


La existencia en la banlieue no es segura. Las familias se hacinan en edificios modestos y descuidados. La municipalidad de París apenas tiene el control de sus calles. Son los propios habitantes con sus representantes quienes mantienen un cierto orden. La policía dispone de dos patrullas, una para el día y otra para la noche para resolver los problemas que puedan surgir. Los más jóvenes apenas estudian y vagan fuera de sus hogares cometiendo pequeños hurtos. Tres policías de la Brigada de Lucha contra la Delincuencia (B.A.C), protagonizan la historia. Está formada por dos miembros experimentados, y otro recién llegado, que se va a sorprender de los métodos tan poco ortodoxos que emplean. Un simple robo de un cachorro de león al circo ambulante que se establece en el suburbio desencadenará los acontecimientos.



Los policías no tardarán en averiguar quién cometió el robo. Fue un joven quien se lo quitó a los gitanos del circo. El problema va a ser que al llevarlo esposado uno de los protagonistas le dispara con una pelota que se emplea para disolver manifestaciones, mientras son atacados por un grupo de jóvenes. Los policías tratan de ocultarlo para no dar pie a una revuelta, pero se encuentran que la escena ha sido grabada con un dron. Entonces, tratan por todos los medios de encontrar el vídeo antes de que se publique en Internet. Para ello contactan con los grupos en los que se organiza la comunidad, los líderes religiosos y los empresarios de negocios turbios, que no quieren problemas en el barrio. Al final, obtienen la grabación, pero no será suficiente para calmar los ánimos de los más jóvenes, que se sienten agredidos, una vez más por las fuerzas del orden.


Los barrios pobres tienen escasos servicios. Allí logran sobrevivir aquellas personas con menos recursos. Se han convertido en espacios urbanos multiculturales por la fuerte inmigración. Los poderes públicos no deben condenarlos al abandono. Tienen que sembrar la cultura, el desarrollo humano, especialmente el cuidado de los más jóvenes, sino estarán abocados a la violencia, en señal de protesta, y la delincuencia como único futuro. Unos jóvenes criados en la calles que tienen como ejemplo a otros, como Mbappé y Dembélé, que han logrado llegar a lo más alto en la sociedad a través del deporte.

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