LA PINTORA DEL ART DÉCO

Chicas jóvenes, 1930

En el Palacio de Gaviria se exhibe la exposición, TAMARA DE LEMPICKA. REINA DEL ART DÉCO, una retrospectiva de la artista polaca, contextualizada dentro de vestidos, muebles, esculturas, guantes, sombreros, joyas, pertenecientes a esta estética, predominante en los llamados, felices años 20. Constituye un conjunto de unas 200 piezas, organizadas principalmente según el tema. El recorrido que propone la comisaria, Giola Mari, para la empresa Arthemisia, sumerge al espectador en aquellos años, teniendo como hilo conductor la biografía intensa y apasionada de la pintora. Una de aquellas mujeres independientes, modernas y vinculadas al arte, que logró la fama. 

Bailarina rusa, 1924

Partió su carrera con el descubrimiento de su vocación en un viaje a Italia. Luego vendría el primer matrimonio con un aristócrata ruso. Tras la revolución, tuvo que instalarse en París. Allí entraría en contacto con la efervescencia cultural más vanguardista de Europa. Estudió pintura con Maurice Denis y André Lothe. Se vió influenciada por el cubismo y los planteamientos del futurismo de buscar la belleza en la vida moderna, en los diseños de los coches, en las nuevas máquinas recién inventadas, que proporcionaban más libertad y goce al ser humano. Además, la influencia de los pintores del Renacimiento y Barroco, le llevan a crear un estilo personal, clásico y figurativo, comprendido dentro de la estética del Art Déco.

La bella Rafaela, 1927

Desde joven estuvo vinculada al mundo de la moda como ilustradora. Las numerosas fotografías de los años 20 y posteriores, nos informan de una artista, no sólo en cuanto pintora, sino en la manera de vestir, perteneciente a la alta burguesía y la aristocracia, mundo en el que entraría definitivamente con su segundo matrimonio, al casarse con un rico coleccionista de su obra y amante, el barón Raoul Kuffner. En la Exposición Internacional de París de 1925, logró exponer cuadros de su mano. Por aquellas fechas consigue un gran éxito entre el mundo del glamour y la cultura. Llegó a tener como modelos a escritores, nobles y reyes, compartido con el ambiente bohemio proporcionado por sus numerosas amantes debido a su bisexualidad, expresión de la mayor libertad alcanzada por la mujer en esa época.

Con Salvador Dalí, 1941

En 1932, Tamara de Lempicka realizó un viaje por España. La exposición madrileña es la primera que se lleva a cabo en nuestro país. Presenta como novedad, el retrato inacabado del rey Alfonso XIII, exiliado en Italia, para quien posó varias veces, a quién recuerda como muy hablador. La consolidación de los fascismos en Europa y la amenaza de la guerra, hizo que emigrara con su marido a EEUU, donde terminaría su carrera en el mundo del arte y la moda, después de entrar en contacto con la edad dorada de Hollywood, y luego con el Nueva York que se abría al mundo como nuevo centro del arte moderno internacional.

La artista coloca a la modelo, 1940

No hay comentarios:

Publicar un comentario