EL MADRID DE SANTOS YUBERO. Crónica fotográfica de medio siglo de vida española. 1925-1975, es el título de una importante exposición que se desarrolla en la Sala Alcalá, 31, en honor del fotoperiodista Martín Santos Yubero, cuyo archivo es propiedad de la Comunidad de Madrid. Comisariada por el fotohistoriador Publio Lóper Mondéjar, reune más de 160 fotografías de este autor, a las que se añaden otras de sus colaboradores o tomadas por otros fotógrafos que captan su imagen.
La exposición se divide en dos ámbitos, España entre dos dictaduras y Los días del Franquismo, y constituye un extraordinario conjunto de imágenes en gran formato, no muy conocidas hasta el momento por el público en general. Santos Yubero trabajó durante la II República y los trágicos días de la Guerra Civil en Madrid, para algunos diarios de aquella época, y luego, durante el Franquismo, donde llegó a ser apreciado y condecorado por el propio Régimen.
Todas las imágenes se pueden considerar como documentos históricos, algunas captadas poco después de producirse un importante suceso. Como la secuencia de la muerte de Calvo Sotelo y la de su velatorio. Las que representan la vida cotidiana durante la proclamación de la República, la Guerra Civil y los años de la Autarquía y la represión, son auténticas fuentes de información desde muchos puntos de vista, incluso las referidas al mundo del toreo o del deporte. Merecen ser difundidas. Aportan mucha información sobre aquellos años, sobre lugares y personas hoy desaparecidos. Hay fotografías totalmente desconocidas incluso para los entendidos.
El conjunto se completa con imágenes antiguas de su familia, de su propia vida. También con las cámaras que empleó a lo largo de su carrera. Nos informan de un fotógrafo que recogía y conservaba cualquier anotación sobre las fotografías que captó, incluso los documentos, pasaportes y emblemas que tuvo para el ejercicio de su profesión en esos difíciles años. Le podemos considerar como un auténtico artista. Algunas imágenes sobrepasan el concepto periodístico para convertirse en Arte con mayúsculas sobre la realidad cotidiana.
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