
Mayor mérito otorgo a la primera película que posee una trama más verosimil. El mayor acierto son, sin duda, el periodista de investigación Mykael Blomkvist, tal vez el alter ego del autor, y sobretodo, Lisbeth Salander, una mujer independiente con un pasado y un presente difícil y violento, al que el dominio de la informática, le permite sobrevivir y esclarecer, los distintos asuntos en los que se ve envuelta.
Me llama especialmente la atención, un tema de fondo, recurrente, que proponen ambas películas, y que encarna la protagonista con mayor relevancia, el maltrato a la mujer en la sociedad contemporánea, en el ámbito de la familia, madre e hija, y en la sociedad, la explotación sexual. Además, expone un rol de la mujer actual, libre, estética y moralmente.
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