Las antiguas casas son como seres vivientes. En su interior pasaron los años hombres y mujeres, niños y niñas de varias generaciones de la misma familia. Sucederían momentos de alegría como de tristeza, tanto en la infancia como en la juventud o en la vejez. Se daría a luz a nuevos integrantes. Otros dejarían este mundo. Los espacios son siempre los mismos. Tal vez un jardín de entrada; un salón principal al que se abren unas habitaciones; y una escalera que comunica con el piso superior. Eso favorece los recuerdos del pasado mientras los visitas. De la misma manera que el paso del tiempo influye a sus residentes, ocurre con los hechos históricos, a veces traumáticos, que se produjeron en el pasado, donde aquellos muros fueron testigos. Así les pasa a los protagonistas de la película, VALOR SENTIMENTAL, escrita y dirigida por Joachim Trier, que una antigua casa familiar es el lugar donde han crecido sus vidas y hechos fundamentales que les han marcado hasta el presente. La profundidad y la originalidad del argumento, junto a las interpretaciones, le hizo merecer el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes.
La madre de Nora y Agnes ha muerto recientemente tras una larga enfermedad. Fue una prestigiosa psiquiatra que recibía a sus pacientes en el salón de la casa. Ellas escuchan las consultas si dejaban la chimenea abierta. Ahora se reúnen para decidir qué hacer con ella, aunque saben que es propiedad de su padre. Un padre ausente siempre entregado a su trabajo como director de cine. Agnes es profesora de historia y Nora actriz de teatro, que sufre a menudo problemas de ansiedad, miedo escénico, fruto de la soledad y la frustración de no haber logrado formar una familia como su hermana, que está casada y tiene un hijo. En el velatorio se encuentran de nuevo con su padre, que tiene la intención de rodar una película en la casa, cuyo argumento se basa en su propia vida. La protagonista es una madre independiente cuyo hijo es testigo de su suicidio. Su hija Nora rechaza el papel, todo lo que venga de su padre a quien acusa de haber abandonado la familia.
Gustav Borg, el padre, entonces elige a una joven actriz de Hollywood, pero tras la lectura del guion y los largos ensayos, descubre que no se hace del todo con un personaje escrito especialmente para su hija. Rachel, en consecuencia, renuncia a protagonizarla, sumiendo el proyecto en la incertidumbre. Además, de la negativa de Agnes para que su hijo participe. A partir de ese momento, se precipitan los sucesos, Gustav sufre un infarto, lo que causará que Nora, se replante, su actitud, y ambas hijas ayuden a su padre. Por otra parte, merece destacar el lenguaje narrativo de la película, donde las imágenes del presente se unen a las del pasado en flash back, junto a una voz en off, que narra los acontecimientos. Hechos que están presentes en la memoria o influyen en aquel de una u otra manera, y justifican o aclaran las acciones, los sufrimientos o las alegrías.






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