El CaixaForum Madrid organiza la exposición VENERADAS Y TEMIDAS. EL PODER FEMENINO EN EL ARTE Y LAS CREENCIAS, que reúne 166 piezas históricas procedentes del British Museum, que ilustran un recorrido por la representación de la mujer en el arte a través de diferentes culturas y continentes. Desde hace miles de años hasta la actualidad del siglo XXI, la mujer es advocación de un poder espiritual con incidencia en la naturaleza humana de varios significados y múltiples capas. Unos de carácter positivo otros negativos. Sin duda complementarios. Supone una percepción de lo femenino y de la identidad de género, encarnado en diosas, demonios, brujas y otros seres espirituales. Está muy presente a lo largo del recorrido de la exposición la cultura griega, la civilización egipcia, e incluso la mesopotámica, la hindú y la budista, mediante obras maestras como la escultura romana de Venus púdica en mármol. Componen un conjunto de piezas antiguas que entran en diálogo con obras de nuestra cultura contemporánea que se interrogan sobre los temas del pasado, ahora desde una perspectiva actual.
La exposición se distribuye en cinco secciones o espacios. El primero se titula Creación y Naturaleza, encarnado por obras que representan los procesos biológicos en la naturaleza con la imagen de una deidad, que no sólo alude a la vida o la abundancia, sino a la muerte y la destrucción. Una talla en piedra de la Irlanda medieval de Sheela-na-gig muestra a una mujer con una vulva prominente. Adornaba una iglesia o un espacio público y presenta varios significados como alentar contra el pecado de la lujuria o símbolo de la fertilidad. El segundo apartado, uno de los más conseguidos, denominado Pasión y deseo, entendidos como valores que unen a las mujeres y hombres en lo divino, o en su contrario, el mal. Está presidida por la mencionada escultura monumental de Venus romana, y piezas como la mesopotámica Isthar, Reina de la Noche. En este ámbito se nombran a la Lilith judía, que se negó a someterse a Adán, y fue compañera y amante de Satanás. También a la Eva pecadora en el paraíso, y a Krishna y Radha, en el mundo hindú.
El apartado Magia y Maldad, recoge las representaciones femeninas de seres que suponen una amenaza o peligro para la sociedad, ya sean brujas, monstruos o demonios. La exposición trata de desmontar estas creencias para indicar la complejidad de estos personajes que nos informan de mujeres independientes y marginadas. Un ejemplo dentro de la mitología griega lo constituye Medusa, que incluye la dos vertientes, un icono de rabia como de rebeldía. La artista de la performance Marina Abramovic, se graba en vídeo estática con una serpiente viva que rodea su cuerpo. Por otra parte, el siguiente espacio, Justicia y defensa, está presidido por la escultura portentosa de la diosa egipcia, Sekhmet con cabeza de leona, que lleva asociado a ella el significado de la guerra, la aniquilación y la maldad. Pero también de la protección y de la vida, porque aparece junto a la diosa Hathor representada con la cabeza de vaca. Llama la atención en este espacio el vídeo Habla de la artista Cristina Lucas, en el cual destruye a mazazos una escultura que reproduce el Moisés de Miguel Ángel como símbolo de la cultura patriarcal.
Termina el recorrido con el espacio Compasión y salvación, que trata sobre María, sobre la perspectiva del cuidado maternal, camino correcto frente a la condenación a la que lleva el pecado, según la tradición cristiana y el islam. También la figura sin género de Guanyin en la tradición budista como representación del primer concepto. Un Epílogo cierra el recorrido con la obra Leiva, la escultura de Austin Camilleri que representa a su hija desafiante ante el juicio de la sociedad por su condición femenina.
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