Una de las medidas más exitosas de la Segunda Republica española fue la mejora de la educación a través de la construcción de multitud de escuelas de primaria y la formación de los maestros encargados de las mismas. El país sufría un atraso inmemorial en la formación de la población, mayoritariamente campesina. Solamente las élites disfrutaban de una educación adecuada. Esta situación lastraba los avances sociales y políticos de la nación. De esta manera el régimen republicano centró muchos de sus esfuerzos en llevar la cultura a las capas más bajas de la población rural y urbana. Jóvenes maestros formados en métodos pedagógicos asociados al nuevo régimen laico y democrático realizaron una labor encomiable cuyo recuerdo todavía perdura. Una labor malograda por el golpe de los militares rebeldes contra la República, que tuvo a los maestros y maestras como uno de sus objetivos a eliminar.
Uno de los casos más famosos de maestros que perdieron su vida por la represión feroz del bando rebelde con motivo de la Guerra Civil fue el de Antonio Benaiges. Su último año de vida lo cuenta la película, EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR, dirigida por Patricia Font con un guion de Albert Val, basado en la novela de Francesc Escribano. El mismo día prácticamente del golpe de Estado, fue apresado por un grupo de falangistas, torturado y asesinado. Su cuerpo no se ha encontrado nunca, como muchas de las víctimas de la represión, todavía enterradas en fosas anónimas. Es el caso del padre del abuelo de la protagonista que vive en una residencia de Barcelona frente al mar, que un día recibe una carta que le informa que en Burgos están excavando una fosa donde podían estar los restos de Bernardo, su antepasado.
Su abuelo, apenas habla y no le puede informar de mucho. En Bañuelos de Bureba podrá enterarse de los hechos ocurridos en los meses anteriores antes del estallido de la Guerra Civil, aquellos en los que la escuela estaba regentada por un nuevo maestro venido de Tarragona, Antonio Benaiges, cuyo método pedagógico vino a revolucionar el antiguo, basado en la disciplina por otro centrado en los alumnos a través de la construcción del aprendizaje y de sus necesidades y deseos. Empleaba una imprenta rudimentaria donde los alumnos editaban sus trabajos elaborados de manera colaborativa. Se interesaba por la música, y las matemáticas las enseñaba desde casos prácticos de la vida diaria. Este método chocó desde el primer momento con el antiguo maestro que era el cura párroco. Igualmente que sus ideas socialistas frente a una sociedad rural conservadora, que él publicó en una pequeña publicación local.
La trama de ficción de la película nos hace ver que la protagonista descubre que el niño que vivía con el famoso maestro, era su abuelo. Por aquel entonces, su padre se encontraba en la cárcel, un personaje que luego compartiría celda con aquel, ya moribundo. Seguramente, sería ejecutado días después, y enterrado en la fosa junto a más de un centenar de víctimas excavada ochenta años después. Se pudo entrevistar con dos de los que fueron sus alumnos, que le enseñaron los trabajos que hicieron con Antonio Benaiges, además de la única fotografía conservada, todo ello oculto, pues sus asesinos procuraron hacer desaparecer cualquier objeto o publicación resultado de su labor educativa. Y sin duda, truncaron su último proyecto, llevar a los alumnos a ver el mar.
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